Washington, Estados Unidos, 30 de abril. La economía de Estados Unidos se contrajo a un ritmo anual del 0.3% de enero a marzo, la primera caída en tres años, ralentizada por un aumento en las importaciones ya que las empresas intentaron traer bienes extranjeros antes de que el presidente Donald Trump impusiera aranceles masivos.
La caída del producto interno bruto de enero a marzo —la producción nacional de bienes y servicios— revirtió un aumento del 2.4% en los últimos tres meses de 2024. Las importaciones crecieron a un ritmo del 41%, el más rápido desde 2020, y restaron cinco puntos porcentuales al crecimiento del primer trimestre. El gasto de los consumidores también se desaceleró drásticamente —un crecimiento del 1.8% desde el 4% en octubre-diciembre del año pasado. El gasto del gobierno federal cayó un 5.1% en el primer trimestre.
Los pronosticadores encuestados por la firma de datos FactSet esperaban, en promedio, que la economía lograra un crecimiento del 0.8% en el primer trimestre, pero muchos esperaban que el PIB cayera. Los mercados financieros se hundieron con el informe.
Sin embargo, la inversión empresarial aumentó a un ritmo del 21.9% a medida que las empresas invirtieron dinero en equipos. Y una categoría dentro de los datos del PIB que mide la fortaleza subyacente de la economía aumentó a un saludable ritmo anual del 3% de enero a marzo, frente al 2.9% en el cuarto trimestre de 2024. Esta categoría incluye el gasto de los consumidores y la inversión privada, pero excluye elementos volátiles como las exportaciones, los inventarios y el gasto gubernamental.
El aumento en las importaciones —el más rápido desde 1972 fuera de las disrupciones económicas por Covid-19— probablemente se revertirá en el segundo trimestre, eliminando un peso sobre el PIB. Por esa razón, Paul Ashworth de Capital Economics pronostica que el crecimiento de abril a junio se recuperará a un aumento del 2%.
Pero muchos economistas indican que los aranceles — y la forma errática en que Trump los ha implementado — perjudicarán el crecimiento en la segunda mitad del año y que los riesgos de recesión están aumentando.
Trump heredó una economía sólida que había crecido de manera constante a pesar de las altas tasas de interés impuestas por la Reserva Federal para combatir la inflación. Sus políticas comerciales erráticas —incluidos aranceles del 145% sobre China— han paralizado a las empresas y amenazado con aumentar los precios y perjudicar a los consumidores.