CDMX, 3 de noviembre de 2025. Considerado uno de los malecones más largos del mundo, con más de 21 kilómetros de extensión, este ícono del Pacífico mexicano es un imperdible para quienes desean conectar con lo más auténtico del destino. A cada paso, las esculturas y monumentos invitan a descubrir la identidad cultural de Mazatlán mientras la brisa marina y la vista del horizonte hacen que el paseo sea inolvidable.
 
Desde homenajes a personajes ilustres hasta símbolos que celebran la belleza y el espíritu mazatleco, recorrer este espacio es como caminar por una galería al aire libre frente al mar.
 
Prepárate para vivir un recorrido donde el arte y la historia se entrelazan con el paisaje costero. A continuación, te compartimos algunas de las paradas más emblemáticas y su significado para que conectes con la esencia del destino:
 
·       Letras monumentales: coloridas y vibrantes, son la foto obligada en la entrada de la Zona Dorada.
·       La Familia: una bella escultura de bronce que celebra la llegada del nuevo milenio con la calidez y unión que distinguen al pueblo mazatleco.
·       La Pulmonía: homenaje al emblemático transporte local, donde la brisa marina y la música hacen único cada recorrido por los sitios más icónicos del puerto.
·       El Pescador: conocido popularmente como “Los Monos Bichis” por sus figuras desnudas dada su etimología, es la obra más visitada y un emblema del puerto.
·       Continuidad de la Vida: una pieza que simboliza el ciclo y equilibrio de la vida, así como el respeto por la naturaleza.
·       La Reina de Los Mares: sobre unas rocas frente al mar se erige una sirena que da la bienvenida a los viajeros del mar.
·       La Mujer Mazatleca: con brazos abiertos, es un tributo a la belleza y calidez de sus habitantes.
·       Ferrusquilla: dedicado al músico y compositor José Ángel Espinoza, orgullo mazatleco cuya música trascendió fronteras.
·       El Venadito: símbolo de los orígenes indígenas de la ciudad, recuerda el nombre de Mazatlán como “Tierra de Venados”.
·       El Escudo: obra de Ronaldo Arjona Amabilis que plasma los símbolos de Mazatlán: el venado, el ancla, las sirenas y la constelación de Cáncer.
·       Fernando Valadés: el famoso compositor está inmortalizado en bronce, sentado frente al piano que acompañó tantas melodías.
·       Pedro Infante: Ídolo mazatleco inmortalizado montado en una motocicleta, recordando su película “A toda máquina”.
 
Cada escultura es un recordatorio de que Mazatlán es mucho más que playas y diversión: es cultura, identidad y memoria viva.
 
Así que prepara tu paseo, arma tu ruta y deja que cada monumento del Malecón de Mazatlán te revele lo que hace único a este destino: un mar de historias.
El Malecón de Mazatlán: Una galería al aire libre
Cada escultura del malecón guarda una historia que comparte con orgullo la esencia del puerto

