Cdmx, 4 de noviembre de 2025.-A punto de cumplir una década en el mercado, Tequila DSGN —antes Tequila Design— se ha consolidado como una de las propuestas más singulares dentro de la industria tequilera mexicana. Su modelo desafía la oferta tradicional y apuesta por convertir cada botella en una pieza única, personalizada e ilustrada a la medida del consumidor. Su fundador, Diego Castro, comenzó este proyecto en 2016 con un objetivo claro: que cualquier persona pudiera tener su propio tequila.
Tequila DSGN surgió en agosto de 2016 como un proyecto personal que Castro inició a los 25 años. No provenía de una familia tequilera ni de una empresa consolidada; se trataba de una idea impulsada por la necesidad de innovar en un sector dominado por grandes marcas.
“La idea era que cada persona pudiera personalizar su propio tequila, no que el mercado dictara lo que debía gustarles. Quise voltearlo: primero preguntar qué quiere la gente y después fabricar el producto a su gusto”, explica en entrevista.
Esa filosofía derivó en un modelo de hiperpersonalización sin precedentes en México. Las botellas —tequila blanco 100% agave de Arandas, Jalisco— se pintan a mano en cuatro colores base y luego se ilustran con tecnología digital avanzada, permitiendo plasmar desde retratos hasta logotipos corporativos o diseños artísticos.
El compromiso con las personas también se refleja en su política de ventas: no hay mínimos de compra. “Cuando empecé, nadie me vendía pocas botellas. Por eso decidí que, cuando creciera, atendería tanto a las pymes como a las grandes empresas por igual”, señala.
Revoluciona la experiencia tequilera
Aunque Tequila DSGN vende a todo México y Estados Unidos, su operación es esencialmente digital. No cuentan con tiendas físicas, lo que les permite reducir costos, escalar producción y ofrecer precios competitivos. Su plataforma permite personalizar una botella en menos de cinco minutos y recibirla en casa.
“Hemos impulsado muchísimo la era digital. Somos una de las marcas con mayor comunidad en Instagram dentro del mundo del tequila, y nuestra página es sumamente intuitiva”, asegura Castro.
El enfoque digital no ha impedido su expansión física estratégica: este año abrirán su primera tienda/oficina en Los Cabos para atender la demanda inmediata del sector hotelero. También están trabajando para crecer en Estados Unidos, un mercado clave que presenta desafíos logísticos y fiscales, pero también un enorme potencial.
Tequila DSGN no solo vende un destilado: vende un recuerdo. En nueve años de operación, la marca ha trabajado con más de 100 mil clientes y con cientos de empresas como Siemens, Grupo México, Bachoco, Haynes y otras. Su oferta abarca cinco líneas de negocio: individual, corporativa, social, turística y licensing, incluyendo colaboraciones con equipos de fútbol como Chivas, Atlas, Santos y Rayados.
“El regalo corporativo no debe ser un trámite; es una herramienta para conectar personas”, sostiene Castro. Su visión coincide con tendencias globales que apuntan a que la personalización fortalece vínculos y eleva la percepción de valor.
Más que un regalo
De cara a la temporada navideña, Tequila DSGN proyecta un crecimiento entre 10 y 11% pese a que otras industrias han mostrado desaceleración. “Somos una marca de regalos. Y aunque otros sectores están bajando, nosotros seguimos creciendo”, afirma.
Al reflexionar sobre el camino recorrido, Castro deja un mensaje para los nuevos emprendedores: “La suerte no existe. Solo existe el trabajo y la resiliencia. Cuando se junta un buen producto con un emprendedor chambreador, no hay manera de que no les vaya bien”.
Tequila DSGN se ha posicionado como un referente de una nueva era del tequila mexicano: una en la que la bebida se convierte en arte, en experiencia y en una forma única de celebrar historias y vínculos personales.