Washington, Estados Unidos, 28 de julio. Cuando altos funcionarios de Estados Unidos y China se reúnan en Estocolmo, es casi seguro que lleguen a un acuerdo en el que, por lo menos, se mantengan los aranceles en los niveles actuales mientras trabajan con el fin de concretar una reunión entre sus presidentes en los próximos meses en la que se buscaría un acuerdo comercial más duradero entre las dos economías más grandes del mundo, según los analistas.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el vice primer ministro chino, He Lifeng, tienen previsto conversar por tercera vez en lo que va del año, casi cuatro meses después de que el presidente Donald Trump trastocó el comercio global con su amplia propuesta de aranceles, la cual incluye un impuesto de importación que llegó a alcanzar hasta el 145% sobre los productos chinos.
Antes de partir rumbo a Escocia, Trump declaró: “Tenemos el marco para un acuerdo con China”.
Bessent indicó el miércoles a MSNBC que, después de las conversaciones en Ginebra y Londres, ambas naciones han alcanzado un “status quo”, en el que Estados Unidos impuso un arancel del 30% a las importaciones de China y, en respuesta, Beijing ordenó un impuesto del 10% que se suma a los aranceles existentes antes del inicio del segundo mandato de Trump.
“Ahora podemos pasar a discutir otros asuntos en términos de equilibrar la relación económica”, expresó Bessent. Se refería al déficit comercial de 295 mil 500 millones de dólares que Estados Unidos tuvo el año pasado. Washington busca un acuerdo que le permita exportar más productos a China y desplazar a la economía china más hacia el gasto del consumidor doméstico.
La embajada china en Washington señaló que Beijing espera “que haya mayor consenso y cooperación y menos malentendidos” saliendo de las conversaciones.
Con la vista puesta en una posible cumbre de jefes de Estado, Estocolmo podría proporcionar algunas respuestas sobre el cronograma y la viabilidad de ese objetivo particular antes de una posible reunión entre Trump y el líder chino Xi Jinping.
“La reunión será importante para comenzar a preparar el escenario para un encuentro en otoño entre Trump y Xi”, destacó Wendy Cutler, exnegociadora comercial de Estados Unidos y actual vicepresidenta del Asia Society Policy Institute. “Beijing probablemente insistirá en preparativos detallados antes de que acepten una reunión”.
Es probable que ambas partes se centren el lunes en anuncios comerciales, así como en acuerdos para abordar algunos de los “principales irritante”, como la sobrecapacidad industrial de China y su falta de control sobre los químicos que se utilizan en la fabricación de fentanilo, mismos que también se anunciarán cuando Xi y Trump se reúnan, afirmó Cutler.
Sean Stein, presidente del Consejo Empresarial Estados Unidos-China, dijo que Estocolmo podría ser la primera oportunidad real para que los dos gobiernos aborden cuestiones de reforma estructural, incluido el acceso de las compañías estadunidenses al mercado en China.