¿Es tu país uno de los más caros para ir al cine en Latinoamérica? Una investigación reciente de Spoiler revela que el país que ostenta el primer puesto se encuentra en Sudamérica.
Si bien es cierto que el costo depende de la cadena de cine, del día y de la película, el costo promedio de un boleto de cine en Chile es de $9.20 dólares ($172.41 pesos mexicanos) para una sala tradicional. Este valor promedio ubica al país sudamericano como el más caro en comparación con otras latitudes de América Latina.
Detrás de Chile, se encuentra Argentina con un costo promedio por boleto de $8.45 dólares ($158.35 pesos mexicanos) y detrás de éste está Guyana con una entrada de $8 dólares ($149.92 pesos mexicanos).
La cuarta posición es para Belice y Panamá con un costo de entrada al cine de $7.50 dólares ($140.55 pesos mexicanos) y el sexto lugar está compartido entre Brasil, Uruguay y Puerto Rico, con una entrada promedio de $7.00 dólares ($131.18 pesos).
Curiosamente México ocupa la décima novena posición de los países de América Latina al tener un costo promedio por boleto de $3.50 dólares ($65.59 pesos mexicanos). Cabe señalar que en México, antes de la pandemia del coronavirus, el boleto costaba, en promedio, $2.50 dólares ($46.85 pesos mexicanos). A pesar de este incremento, México se mantiene como uno de los países en donde el boleto de cine es más barato si se compara con el resto de los países de América Latina.
Mientras que Cuba es el país más barato de América Latina al tener entradas de $0.10 dólares ($1.87 pesos mexicanos) debido a que en su cartelera hay producción local y no hay cintas hollywoodenses.
El análisis de la plataforma multimedia especializada en entretenimiento, reveló una buena noticia para los cinéfilos locales: el público mexicano aún puede acceder con relativa facilidad a la experiencia del séptimo arte en la pantalla grande. Sin embargo, esta ventaja podría ser pasajera.
La tendencia global de precios al alza en la industria cinematográfica es innegable y, tarde o temprano, es muy probable que impacte la taquilla mexicana, redefiniendo el costo futuro del entretenimiento fílmico en el país.