Ciudad de México, a 9 de diciembre. México alcanzó un nuevo máximo histórico de empleo formal al registrar 22 millones 837 mil 768 puestos afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) al cierre de noviembre de 2025.
Durante ese mes se generaron 48 mil 595 empleos y, entre enero y noviembre, la creación acumulada llegó a 599 mil 389 puestos, lo que representa un crecimiento anual de 2.7 por ciento.
El IMSS informó que las plazas permanentes también alcanzaron su mayor nivel, con 19.8 millones de puestos, equivalente al 86.7 % del total.
El comportamiento del empleo en 2025 mostró un dinamismo sostenido en sectores como manufactura, comercio, turismo, servicios empresariales y actividades relacionadas con el nearshoring. Este desempeño ocurrió en un entorno internacional complejo, marcado por tensiones geopolíticas y altas tasas de interés.
La tendencia de formalización iniciada en 2024 fortaleció el consumo interno y elevó el salario base de cotización promedio a 624.9 pesos diarios, un aumento anual de 7 por ciento.
El empleo femenino también alcanzó un máximo histórico con 9.23 millones de mujeres afiliadas, equivalentes al 40.4 por ciento del total.
Para Manuel Herrejón Suárez, empresario con trayectoria en mercados bursátiles y cambiarios, los datos laborales muestran señales relevantes de actividad económica. “Cuando las empresas deciden contratar en un entorno internacional complejo, es porque están observando certidumbre operativa, expectativas de crecimiento y condiciones para planear a mediano plazo”, afirmó. Señaló que el empleo formal funciona como un indicador adelantado, pues la incorporación de personal suele anticipar mayor demanda y flujo de capital.
El avance del empleo formal también se vinculó con la estabilidad financiera observada durante el año, caracterizada por entradas de inversión, aumento de remesas y una percepción favorable del riesgo país. “El mercado cambiario lee estos datos como señales de solidez interna. Más empleo implica más consumo, mayor circulación de capital y un entorno que favorece la reducción de riesgos crediticios”, añadió Herrejón.
Si bien las cifras muestran un crecimiento sostenido, el ritmo plantea desafíos en productividad, capacitación y fortalecimiento de micro, pequeñas y medianas empresas. Herrejón consideró que la siguiente etapa debe enfocarse en mejorar la calidad del empleo y la formación técnica del personal.
“El mercado laboral está enviando buenas señales, pero para consolidar este ciclo se necesita más innovación, más profesionalización y mayor vinculación empresarial-académica. El empleo es el cimiento; la productividad es lo que define el futuro”, expresó.
El cierre de noviembre posiciona a México entre las economías emergentes con mejor desempeño en empleo formal. El registro de 22.8 millones de puestos refleja la evolución del aparato productivo y el potencial del país para sostener un crecimiento moderado hacia 2026, siempre que se atiendan los retos de competitividad y actualización tecnológica.
Las cifras delinean una economía que ha mantenido su ritmo pese a presiones externas y que continúa enviando señales de estabilidad interna y confianza empresarial.

