EL FUTURO, EN MANOS DE LA DEMOGRAFÍA Y LA GESTIÓN DE CRISIS

“China pretende anticiparse al envejecimiento de su población”.

Claudia Luna Palencia
Internacional
MULTITUD DE OBREROS CHINOS O INDIOS

Para el resto del siglo XXI el crecimiento de la productividad y su interacción con el cambio demográfico se constituyen en los principales impulsores del futuro poder económico.

Un estudio de la Oficina Nacional de Investigación Económica y que desarrolla el Modelo Global Gaidar (GGM, por sus siglas en inglés), luego de analizar 17 regiones del mundo llega a la conclusión de que las condiciones fiscales y el tema de la automatización son factores secundarios no solo en la actualidad, sino en los años venideros.

China es uno de los primeros países que observó cómo el factor demográfico será sustancial para mantenerse como una potencia económica. Lo avizoró con sus proyecciones de largo plazo y comenzó a virar su tradicional política del hijo único establecida en 1979 (duró hasta 2008), relajando poco a poco su férreo control de la natalidad.

En 2013 fue la llegada de Xi Jinping al frente de los destinos de la nación china y del Partido Comunista Chino (PCCh) lo que transformó la visión acerca del empuje demográfico, no solo como generador de riqueza sino también de otros baremos sociales. Se reformó la ley de natalidad para permitir que las familias tuvieran dos hijos y en mayo del año pasado otra reforma extendió que las familias conciban hasta tres hijos.

China pretende anticiparse al envejecimiento de su población. Según el documento elaborado por este organismo con sede en Massachussets y titulado El futuro del poder económico mundial las simulaciones que pronostican el crecimiento de la productividad predicen que China e India serán las dos potencias hegemónicas económicas más importantes del mundo.

“El GGM también predice un exceso de ahorro global en evolución, reducciones importantes en las tasas de interés mundiales, aumentos sustanciales en los impuestos en China y otras regiones debido al envejecimiento de la población y las diferencias permanentes en cuanto a las regiones y sus estándares de vida”, refiere el análisis.

Los autores de este modelo econométrico hallaron que si el crecimiento de la productividad continúa al ritmo de los últimos años India representará un tercio de la producción mundial en 2100 y China lo hará en una quinta parte; mientras que Estados Unidos solo crecerá ligeramente. En cambio, África subsahariana experimentará un notable ritmo de expansión en su cuota de producción mundial.

Para elaborar el GGM se toman en cuenta una serie de variables: el crecimiento de la población, su envejecimiento, los ajustes fiscales y la automatización, por ejemplo.

A partir de los datos recabados de 2017 se observa que EU y China representan, respectivamente, 16.4% y 16.7% del PIB mundial, mientras que ese año Europa occidental junto con Reino Unido significaban 17.1 por ciento.

Para 2100 China e India acapararán entre los dos 43.2% del PIB global; y EU junto con Europa occidental más Reino Unido ostentarán 24.2% del PIB mundial en dicho año.

Efectos

La demografía, indica la Oficina Nacional de Investigación Económica, juega un papel relevante y esencial en la determinación del poder económico futuro. “La población de China será, según la ONU, casi 400 millones más pequeña en 2100, mientras que EU tendrá 120 millones más de personas que su población actual. Se prevé que en ocho décadas la economía china será aproximadamente tres veces más grande, en lugar que dos veces más grande como lo es hoy respecto de la economía estadunidense”, de acuerdo con el texto.

Apunta que la proporción de la población de más de 70 años de EU aumentará de 10.3% en 2017 a 22.2% en 2100. Pero el escenario de envejecimiento de China es particularmente notable: la población de más de 70 años pasará de 6.3% actual a 25.6% a finales del siglo.

En India las personas mayores de 70 años representan solo 3.6% de su población y en 2100 significarán 19.5%. Llama poderosamente la atención el caso de Brasil, con un envejecimiento acucioso que pasará de 5.4 a 27 por ciento.

¿Qué significado tiene? Presiones fiscales en países con poblaciones ancianas en constante expansión que son demandantes de pensiones, de atención médica y con una longevidad además más larga. Habrá una presión adicional en las políticas de gasto público. El envejecimiento de amplias capas de la población obligará por ende a incrementar los impuestos.

“Los impuestos más altos, a su vez, afectarán la oferta laboral a través de los efectos de sustitución como desincentivo y los efectos de ingreso, porque se necesita más trabajo para mantener el nivel de vida. Estas respuestas de la oferta laboral también alterarán las demandas de capital de estas regiones. Por lo tanto, el envejecimiento también es importante para el curso futuro del PIB regional y, por tanto, del poder económico mundial”, apunta el documento.

Europa y su invierno demográfico

¿Qué pasará con la Unión Europea (UE)? Al respecto Vértigo consultó a dos destacados expertos españoles: Alejandro Macarrón Larumbe, coordinador del Observatorio Demográfico de la Universidad SEU San Pablo, y Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas.

La vieja Europa se encuentra demográficamente en una trampa de tasas de crecimiento cero y una población con mayores de 70 años cada vez más longevos. Además se aprecia un cambio de ciclo.

Luego de finalizar la Segunda Guerra Mundial la generación de Baby Boomers coadyuvó a la reconstrucción y el fortalecimiento de la economía europea; le siguió la Generación X, que ha vivido el ensanchamiento de la clase media y el acceso a muchas comodidades, incluso endeudándose por encima de sus posibilidades.

En cambio las generaciones más jóvenes, como la Milenial y la Generación Z, sufren abruptas inestabilidades en el mercado laboral con la incertidumbre de no tener un horizonte claro ni en lo económico ni en lo laboral. Son generaciones que han demorado en emanciparse de sus padres y esperan heredar de sus abuelos y de sus padres para compensar la estrecha situación en la que viven: experimentan una menor capacidad de ahorro y un menor acceso al endeudamiento a largo plazo porque su propio escenario laboral y sus ingresos precarios lo impiden.

—¿Qué pasa con este binomio entre la demografía y el ahorro en España y en Europa?

—Resulta interesante, porque vemos a los mayores ahorrando más en el caso de que tengan un buen nivel de rentas y también consumir menos de casi todo; menos ropa, menos automóviles… Aquí en España 80% de los jubilados ahorran su pensión porque de forma natural ya no necesitan gastar tanto. Y es verdad que durante años y años aquí los tipos de interés estuvieron bajísimos y si eres joven quieres comprar una casa, un automóvil y entonces tomas financiamiento a 1%; en cambio, a una persona mayor eso le da igual porque simplemente no lo necesita, así es que ahorrará más.

—¿Qué consecuencias tiene eso?

—En España, en la última crisis económica hubo desempleo; mucha gente se quedó en el paro; bajaron los salarios; perdieron sus bonus; y las empresas cerraron. Pero las pensiones eran intocables. Quiere decir que cada vez dedicamos más del PIB a pensiones y eso tiene un efecto dañino en la propia crisis.

Por no obviar, añade Macarrón Larumbe, otras consecuencias: “También tiene efectos electorales. Los pensionados y jubilados en España son ya la cuarta parte de los votantes teóricos y votan más que la media; tienen un poder electoral tremendo, los políticos lo saben; de hecho, España gasta cerca de 20% de lo que produce para atender a la población mayor”.

—¿Existe el riesgo de que entre los Millennials y la Generación Z una parte se convierta más que en generadora de ahorro y de riqueza en una carga social para el Estado, con cada vez más jóvenes que ni estudian ni trabajan, más subsidios por desempleo, ayudas para vivienda y que inclusive no aporten de manera estable para su propia jubilación futura?

—Ciertamente ese riesgo existe. Es verdad que es un problema en la sociedad española: los pensionistas tienen una situación bastante buena; las personas de mediana edad que ya están establecidas en empleos en España tienen legislaciones a favor del trabajador que lleva muchos años trabajando; entonces el despido es muy caro. En cambio, los jóvenes que intentan entrar tienen más dificultades para todo. Los propios datos de la edad de emancipación son reveladores.

Recientemente el Instituto Nacional de Estadística refirió que España ganará cinco millones de habitantes en los próximos 50 años, pero la mayoría —casi todos— serán inmigrantes. Al respecto, el experto demógrafo pide ser precavidos con dichas estimaciones, en las que habrá que ver cómo evoluciona la tasa de fecundidad y de mortalidad. “La gente no emigra a un país envejecido y estancado”.

Macarrón Larumbe comenta convencido que “la inmigración que tenemos en España es muy poco cualificada, por lo que no desempeña empleos de alta productividad y aporta poco dinero en impuestos y cotizaciones sociales. El extranjero medio aporta menos de la mitad que un español. Las sociedades humanas tienen una capacidad de asimilación de diversidad limitada; no es pequeña pero tampoco es ilimitada, depende de dónde vengan; la gente de Europa del Este ya no viene como antes porque están desarrollándose; también han bajado los flujos de latinoamericanos. La inmigración que veo es africana y asiática”.

Salir de la crisis

La UE enfrenta actualmente un escenario de estanflación y depreciación del euro, que parece más bien resultado de un problema estructural agravado con cada crisis y que podría poner en peligro su futuro.

Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas, explica que la UE la pasa peor que Estados Unidos porque es más dependiente de la energía.

“Las medidas que adaptan los bancos centrales y la Fed sí tienen más efectividad en EU que en Europa, porque los elementos que componen la inflación subyacente tienen menos peso que en la UE; quiere decir que la energía y los alimentos en EU pesan mucho menos, digamos 30%, en la inflación y por eso las medidas son mucho más efectivas”, puntualiza.

En cambio en Europa, prosigue el vicedecano del Colegio de Economistas de Málaga, esos dos componentes tienen un peso de 60% en la inflación y las medidas son menos receptivas. En el caso de la inflación, opina, se dejan al descubierto las carencias estructurales en la UE.

—¿Todas estas variables de inflación y devaluación del euro significan una mayor recesión para la UE?

—Sí, ya lo vemos con Alemania, que es la locomotora de Europa: su economía está absolutamente tocada, no sabemos cómo se recuperará, considerando la dependencia que tiene de la energía importada. A eso debemos añadir las inestabilidades en la política. Lo vemos con Francia y luego está Italia… Hay siempre una duda sobre la UE y eso la debilita mucho.

En la visión de Pedraza la inflación en la UE se controlará el próximo año, por lo que los bancos centrales hacen maniobras de subida de tasas de interés. “Ahora se espera que los norteamericanos suban las tasas 0.75 más y Europa imitará el movimiento. Por su parte, la debilidad del euro lo que crea es inflación. Por eso el Banco Central Europeo se verá obligado a subir los tipos de interés también en 0.75 puntos, que es una bestialidad. Y eso porque la debilidad del euro está importando inflación: todo lo que viene de fuera nos cuesta mucho más caro”, apunta.

El economista español define la actual situación europea “como la tormenta perfecta”, con muchos elementos negativos orbitando al mismo tiempo y que se agudizarán en 2023 porque habrá una contracción importante con países entrando en recesión.

—¿Qué harán los bancos centrales, hasta dónde llevarán el ciclo alcista de tasas de interés para controlar la inflación, sabiendo que con ello frenan la expansión industrial y sacrifican el futuro?

—Las medidas que toman los bancos centrales es política monetaria y no tienen otra, más que subir los tipos de interés. Si vamos a la ortodoxia económica clásica el alza de los tipos de interés vale para una inflación de demanda, cuando la demanda está muy alta; pero en este momento la inflación es de oferta y entonces las subidas de tasas no son tan efectivas y más bien lo que hacen es deprimir más la demanda y provocar una recesión para que bajen los precios de las materias primas. Que caiga la demanda a nivel mundial y que baje la inflación. Claro, para llegar a eso se provocará una recesión grave. Se pasará mal.

Pedraza piensa que el horizonte alcista de tasas de interés no aguantará tanto tiempo debido a la misma presión financiera y social que generan —hay mucha gente endeudada y pagando hipotecas—, así es que en su opinión la inflación será contenida el próximo año y la subida de tasas no sucederá más allá del cuarto o quinto mes.

—Al parecer la recuperación de la UE en buena medida dependerá de las maniobras de EU, que dejen de subir las tasas porque ahora mismo son una aspiradora de capitales y de ahorro europeos. ¿Qué opina al respecto?

—El dólar cuando hay crisis se convierte en moneda refugio. Y cuando los tipos de interés de los Bonos del Tesoro suben tanto (ya está por encima de 4% el bono a diez años), eso provoca una atracción de capitales tremenda hacia EU. Por supuesto que nos afecta a los europeos. Ahora, hay otros países también muy afectados como los endeudados en dólares; para ellos esta situación es una catástrofe: deber en dólares y a estas tasas de interés. Esta espiral nos afecta a todos…

Aportación al PIB global

País PIB* % del PIB Mundial PIB per cápita

EU 19,543 16.4% 60,110

Europa 20,312 17.1% 43,312

China 19,887 16.7% 14,344

India 8,277 7.0% 6,183

Rusia 3,807 3.2% 26,347

Reino Unido 3,022 2.5% 45,745

Canadá 3,162 2.7% 47,939

México 2,461 2.1% 19,721

Brasil 3,019 2.5% 14,525

*En miles de millones de dólares.

Fuente: Oficina Nacional de Investigación Económica con datos de 2017

Población

País Población* % de población mundial Población en 2100

EU 324.5 4.4 446.5

Europa 465.4 6.4 415.5

China 1,409.4 19.3 1,017.0

India 1,339.3 18.3 1,514.9

Rusia 144.2 2.0 123.9

Reino Unido 66.2 0.9 80.7

Canadá 65.8 0.9 99.2

México 129.1 1.8 150.7

Brasil 209.3 2.9 189.0

*En millones de habitantes.

Fuente: Oficina Nacional de Investigación Económica con datos de 2017