Para que una empresa pueda innovar y ser inclusiva debe tener talento diverso… y la población más importante en cuanto a diversidad son las mujeres.
Si algo deja muy en claro la pandemia es que la digitalización y la tecnificación van de la mano y que son motores no de búsqueda, sino de respuestas a los desafíos inminentes de la sociedad actual y futura.
En España esa hoja de ruta se la toman muy en serio tanto en el sector público como en el privado, creando una serie de iniciativas para evitar que parte de la población sucumba arrollada por la era digital.
Hay en el país ibérico la sana obsesión por convertirse en un gran hub digital, es decir, crear polos de desarrollo digital y tecnológico en los que se incluya a la mayor parte posible de la población. Existe la pretensión de romper la brecha generacional que la irrupción del internet, las redes sociales y las nuevas tecnologías provocaron en las generaciones previas a la aparición de la cohorte de los Millennials.
En realidad, la ambición pasa por detonar un Silicon Valley a la europea —o más bien a la española— y que Madrid no sea el único polo de atracción por ser la capital; de hecho, ciudades como Barcelona, Valencia y Málaga mantienen una competencia por el liderato.
Y esa competencia es palpable a la hora de obtener parte de los fondos concedidos por el Consejo Europeo —denominados como Next Generation— para los 27 países miembros por un total de 750 mil millones de euros. Para España se destinan 140 mil millones de euros, de los que 72 mil 700 millones son a fondo perdido. Léase bien: no tiene que devolverlos a Bruselas.
Cada una de las 17 Comunidades Autónomas presenta sus propios planes ante el gobierno del socialista Pedro Sánchez para beneficiarse de dicha derrama.
Parte de ese dinero pretende destinarse a proyectos de I+D+i y a la transición digital de forma inclusiva, permitiendo que cualquier persona, de cualquier edad, ponga en marcha sus ideas.
Algunos son proyectos que se orientan a romper la brecha de género. Precisamente, la multinacional estadunidense Oracle España desarrolla el taller gratuito Oracle4Girls, cuyo objetivo es inspirar “a las chicas a estudiar carreras de ciencias y tecnología” en un país en el que solo 13% de las mujeres tiene una titulación STEM (siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y prevalece un claro déficit femenino al respecto en el ámbito empresarial.
El taller dirigido a niñas de cuatro a 16 años es rotativo por prácticamente toda la geografía ibérica y en cada ciudad en la que se implementa las inscripciones suceden en cascada.
Gloria Lorenzo, directora del programa Oracle Women’s Leadership, declaró en su momento a RTVE que en España hay “una gran crisis de talento” y a las empresas les cuesta mucho encontrar mujeres ingenieras y por eso decidieron empezar a trabajar desde abajo: en las niñas.
Hace unos días Vértigo tuvo oportunidad de asistir a uno de estos talleres en Málaga, una ciudad que vive una auténtica revolución por atraer empresas tecnológicas y que crea grandes iniciativas para favorecer el entorno de las startups, los polos y hubs digitales.
La Universidad de Málaga proporcionó a Oracle4Girls sus instalaciones de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería, Telecomunicación e Informática (ETSI) para llevar a cabo una serie de talleres desde las diez de la mañana hasta la una de la tarde, divididos por edades y diversas dinámicas.
Así la Ruta Rosa (cuatro a seis años) tuvo de la mano de profesionales la temática Descubriendo la programación y un taller de robótica infantil, así como la Ciudad ecológica, mi primer proyecto de robótica.
La Ruta Amarilla (de siete a diez años) experimentó con música programable, un taller de creatividad tecnológica, la Ciudad ecológica y Robótica para mejorar nuestro entorno. La Ruta Azul y la Lila (de siete a diez años), música programable, taller de creatividad tecnológica y Oracle Academy con Alice.
Y la Ruta Verde (once a 16 años), programación orientada al videojuego, robótica educativa y aplicación práctica de la robótica.
“Este programa lo hacemos por toda España. Ya hemos tenido más de dos mil niñas en talleres así. Este año la idea es llegar a más niñas, tenemos un proyecto que ilusiona”, comenta Sofía Schneider, directora de la oficina de Oracle Málaga.
Añade que la intención es mostrar a las niñas que estudiar una carrera STEM no es un mundo raro y que su talento es necesario para resolver los desafíos actuales.
Para Schneider parte del déficit surge porque las niñas no tienen referentes de inspiración y hay muchos casos que deben recordarse, como el de Mae Jamison, la primera mujer afroamericana en ir al espacio; a Radia Perlman, considerada la madre del internet; y a Margarita Salas, descubridora de un sistema para duplicar el ADN, entre otras.
¿Cómo comenzó el germen de Oracle4Girls? Partió del grupo de Oracle Women’s Leadership porque se fomenta dentro de la empresa a la mujer y sus capacidades para que crezca el talento femenino.
“En Málaga hay mucho interés, más de lo que pensamos. Es el futuro; es lo que yo veo. A nivel mundial en Oracle somos 142 mil empleados y solo 30% mujeres. Para que una empresa pueda innovar y sea inclusiva debe tener talento diverso y la población más importante en cuanto a diversidad somos las mujeres”, señala Schneider.
—¿Por qué hay tan poco talento femenino en una carrera STEM?
—Me parece que las mujeres solo nos atrevemos si estamos seguras 100% que lo podemos hacer; en cambio, un hombre lo ve y aplica. Nosotras tenemos más miedo en dar el paso y las matemáticas no deben frenar a nadie, solo hay que trabajar más y ganar autoconfianza.
Aceleradores y disruptores
La pandemia acercó a la ciudadanía a las soluciones tecnológicas, como las videoconferencias, que ya existían, pero no tenían un uso masivo. La gente con un dispositivo móvil ha visto la necesidad de aprender a utilizar diversas herramientas que antes de la pandemia, ni siquiera sabía que existían y hasta algunos hospitales activaron un servicio por streaming de seguimiento a diversos pacientes.
En las escuelas y las universidades, tanto directivos como profesores y alumnos debieron recurrir a la tecnología para continuar con sus respectivos cursos académicos. Y la gente de a pie, para estar en contacto con los suyos, aprendió a descargar Apps y usar redes sociales.
Toda esa parte tecnológica, su presencia actual en la vida de las personas, se nota muchísimo, refiere Manuel Enciso, director de la ETSI de la Universidad de Málaga, para quien incluso en tiempos que el mundo va hacia una recesión las empresas tecnológicas tienen proyectos de clientes nuevos y de creación de más productos.
En su opinión las empresas mantienen una alta demanda de empleos relacionados con las ingenierías y las nuevas tecnologías.
“Tenemos algo increíble: todas las semanas hay uno o dos eventos de presentación de congresos, seminarios y encuentros relacionados con la tecnología”, refiere.
El directivo recuerda el boom en la llegada masiva de empresas al Parque Tecnológico: “Semanalmente recibimos a una o dos empresas que ya colaboran con nosotros y quieren acercarse a los alumnos o bien que buscan conocer la oferta académica que tenemos”.
Conocimiento a la mano
Popularmente conocido como Málaga TechPark, este es un parque empresarial especializado en el Sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) situado en el distrito de Campanillas de Málaga. Cuenta con 621 empresas convertidas en un importante foco de empleo con más de 20 mil trabajadores.
También está la gran apuesta del empresario Bernardo Quintero con Google, que ha producido una explosión de empresas relacionadas con la ciberseguridad: la compañía tendrá un centro de excelencia especializado en ciberseguridad que contará con una inversión cercana a los 300 millones de euros; y la francesa Vodafone invertirá en un centro europeo de desarrollo de nuevas tecnologías, tras analizar varias opciones en cinco países.
“España tiene mucha tradición en ciberseguridad. Es una de las grandes potencias en Europa a nivel de ciberseguridad. No solo en la parte empresarial, sino también en la académica y la de instituciones; digamos que es una prioridad y vamos camino de convertirnos en un hub de ciberseguridad no solo en Málaga: también en Andalucía y en España en general”, asevera Enciso.
—La invasión en Ucrania marca el camino…
—Sí, totalmente. Hay muy buenos profesionales de la ciberseguridad en España y eso se nota. Tenemos una cultura de ciberseguridad y viene mucha gente de muchos sitios con varios perfiles. La seguridad es un aspecto que requiere de colaboración. Y pongo este ejemplo porque es estratégico para la Unión Europea (UE): solo hay que ver los ataques en Ucrania a nivel virtual… La guerra no solo está en el terreno con todos sus lamentables efectos, sino además en el tema digital.
—¿A su juicio por qué hay pocas mujeres STEM?
—Cuando yo estudié informática no había tanta separación entre hombres y mujeres, prácticamente las que estudiaban informática o matemáticas eran la mitad del salón; eso se fue deteriorando. Y solo desde hace tres o cuatro años vemos cierta mejoría. Este evento es muy importante porque fructifica a lo largo de los años; aquí en la Escuela de Informática hemos pasado de 10 o 12% de mujeres en nuestras aulas a 15%. Falta mucho trabajo por hacer.
—¿En qué parte hay que hacer ese trabajo?
—Primero, en desmitificar a la ingeniería como algo oscuro, como algo friki y que te aísla de la sociedad, aunque es todo lo contrario. Si conseguimos llevar ese mensaje de que esta disciplina no es una técnica cerrada, sino abierta hacia el resto, será más fácil interesar a las chicas. Y es que tenemos un gap muy gordo, nos faltan mujeres en las aulas.
Por eso, remarca Enciso, eventos como el de Oracle4Girls permiten visibilizar el potencial de las ingenierías y el reto es transmitir ese gusto por la tecnología que puede utilizarse en diversas disciplinas para solucionar problemas en turismo, derecho, telecomunicaciones, salud… prácticamente en la cotidianidad.
Que la gente le pierda el miedo a las nuevas tecnologías es prioritario y cada vez se ven más iniciativas de todo tipo para llegar a gente desempleada, a mayores de 50 años que buscan una nueva salida laboral e incluso a jubilados.
Se crean áreas para jóvenes, desempleados y toda la gente que quiera aprender —partiendo desde cero— de las nuevas tecnologías con cursos muy interesantes como el metaverso; o bien aprender a programar en distintos lenguajes; aprender a programar videojuegos; o hacer páginas web o Apps. Los cursos digitales abarcan prácticamente todas las disciplinas.
La mayor parte de los programas de formación son gratuitos o subvencionados. Ello se complementa con el desembarco de Málaga 42, de Fundación Telefónica, que tiene como intención que todos aprendan a programar; de cualquier edad y de manera gratuita. Y no solo eso: también instruyen para ser expertos en ciberseguridad, una de las especializaciones con mayor demanda en el mercado laboral.
En unos días dará inicio un curso con valor curricular de dos meses en marketing digital —gratuito y subvencionado con recursos del Fondo Social Europeo—, orientado a desempleados de todas las edades y que llevará a cabo la empresa Red. Algo se mueve dentro de España en vísperas del inminente tsunami tecnológico.