Washington, Mayo 12.- El aumento de la violencia entre israelíes y palestinos ha desconcertado al gobierno de Joe Biden en sus primeros cuatro meses como presidente de Estados Unidos, cuando trata de elaborar una política hacia Oriente Medio que sea más duradera y justa que la de su predecesor.
Sus titubeos para meterse más de lleno en los esfuerzos para resolver el conflicto de decenios han creado un vacío de liderazgo que es exacerbado por la incertidumbre política en Israel y la Autoridad Palestina, cada uno de los cuales pide respaldo exterior y se ha mostrado descontento con la nueva determinación de Washington de mantener una posición intermedia.
Israelíes y palestinos han criticado el llamado del gobierno de Biden a ambas partes a dar un paso atrás luego de choques entre las fuerzas de seguridad de Israel y palestinos en el este de Jerusalén que han escalado a ataques con cohetes contra Israel desde la Franja de Gaza y ataques aéreos israelíes contra el territorio.
“El mensaje del Departamento de Estado norteamericano no es aceptable para mí”, dijo el embajador de Israel en Washington, Gilad Erdan, en Twitter. “Es imposible poner en el mismo mensaje declaraciones de líderes israelíes que llaman a la calma junto con instigadores y terroristas que lanzan misiles y cohetes”.
En el lado palestino, existe exasperación por el hecho de que Estados Unidos ha demorado una declaración del Consejo de Seguridad de la ONU que Washington considera demasiado desfavorable a Israel.
“La continua parálisis del Consejo de Seguridad sobre la situación en Palestina es inaceptable”, dijo el martes el embajador palestino en la ONU, Riyad Mansur. “La comunidad internacional, particularmente el Consejo de Seguridad, debe condenar todas las acciones ilegales de Israel”.
Partidarios de ambos lados dicen que el gobierno estadounidense parece estar manteniendo una estrategia interina que carece de coherencia y envía mensajes encontrados a las partes, ninguna de las cuales ha mostrado disposición a escuchar o ceder.