Movimiento "#MeToo” cumple cuatro años

Sigue ganando fuerza

Redacción
Internacional
Tarana Burke
Damian Dovarganes/AP

Nueva York, Octubre 16.- Para Charlotte Bennett, el libro que le llegó a su departamento de Manhattan esta semana —“Believing”, de Anita Hill— fue algo más que una nueva mirada a la violencia de género.

Fue un mensaje de una compañera de una hermandad muy específica, la de mujeres que dieron la cara y describieron los abusos de que fueron víctimas a manos de hombres poderosos.

La denuncia que hizo Bennett de hostigamiento por parte del gobernador de Nueva York Andrew Cuomo ayudó a forzar su renuncia, luego de una investigación en la que se determinó que había hostigado a 11 mujeres. Y este mes se cumplen 30 años desde que Hill declaró frente a una escéptica comisión judicial del Senado que Clarence Thomas la había hostigado sexualmente.

“No me puedo imaginar lo que fue hacer esto en 1991”, dijo Bennett, quien tiene 26 años. “Pensé mucho en eso”.

La historia de Hill obviamente antecede por mucho al movimiento #MeToo (#YoTambién), que esta semana cumple cuatro años de vida. Pero la historia de Bennett es parte integral del mismo. De hecho, considera que #MeToo es en buena medida responsable de un cambio fundamental que se dio desde 1991, cuando Hill dio la cara.

“Quisiera pensar que ahora nos creen”, dijo Bennett en una entrevista. “Que la diferencia ahora es que no tratamos de convencer a nuestra audiencia de que pasó algo y de que eso nos afectó. Quisiera pensar que ya no es una cuestión de credibilidad y que no tenemos que pedir perdón por nada”.

En el caso de Bennett, una exfuncionaria del sector de salud del gobierno de Cuomo, lo que la alentó a hacer su denuncia, reforzando otra previa, fue la sensación de que era parte de una comunidad de sobrevivientes que se apoyan entre sí.

“Tenía mucho miedo de dar la cara”, dijo Bennett. “Pero si hay algo que me dio fuerzas en ese momento de temor, fue que había otras mujeres detrás mío. No era Charlotte contra el gobernador, sino un movimiento que avanzaba. Yo soy solo una pequeña parte del ajuste de cuentas con el hostigamiento, en los sitios de trabajo y en otras áreas”.

Hay elementos para pensar que muchas mujeres piensan como Bennett. Cuatro años después de que la actriz Alyssa Milano pidió en un famoso tuit que las mujeres que habían sido molestadas o agredidas contasen sus historias o simplemente dijesen “yo también”, luego de las sensacionales revelaciones acerca del influyente productor de cine Harvey Weinstein, la mayor parte de la gente cree que el movimiento hizo que más personas denunciasen agresiones, según una nueva encuesta.

Poco más de la mitad de la población, el 54%, dice que, en el plano personal, es más probable que dé la cara si es víctima de un hostigamiento sexual, de acuerdo con una encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research. Y un poco más, un 58%, dice que no se callaría la boca si presencia un hostigamiento.

El 62% de las mujeres dijeron que hay más posibilidades de que hagan la denuncia si son víctimas de hostigamiento sexual, comparado con el 44% de los hombres. Las mujeres son también más proclives que los hombres a hablar si presencian un hostigamiento, 63% comparado con el 53%.