PANDEMIA EN EUROPA: RESCATES, AYUDAS Y SUBSIDIOS

El FMI estima que la economía mundial caerá 4.9% este año.

Claudia Luna Palencia
Internacional
EUR-GEN UE-CUMBRE
John Thys/AP

Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), habla de daños “inconmensurables” como lastre por el coronavirus, no solo en costo de vidas humanas sino también en debacle económica.

La estrategia pasa por lo mismo conocido de siempre, la receta de toda la vida cuando una economía queda cimbrada y hay que rescatarla: empréstitos, subsidios, apoyos, rescates con programas de reformas incluidos y en muchos casos subida de impuestos.

Sufre la microeconomía pero también lo hace la macroeconomía. La pandemia de SARS-CoV-2 crea la tormenta perfecta poniendo a los gobernantes y a las autoridades sanitarias ante el dilema de la bolsa o la vida.

Si esta es la primera “ola de coronavirus” en vísperas de la ansiada vacuna el salvamento es inminente para varias economías ante las puertas del FMI; de hecho, el organismo anunció que cuenta con 50 mil millones de dólares a través de sus servicios financieros de emergencia “para países de bajos ingresos y mercados emergentes” atenazados por el coronavirus.

También está disponible la Línea de Crédito Flexible (LCF) creada desde marzo de 2009 como un mecanismo para prevenir crisis: los desembolsos “no se hacen en fases ni se condicionan al cumplimiento de metas de política económica”, como acontece generalmente con los salvamentos del FMI.

Hasta el momento hay 80 países de varias partes del mundo solicitando créditos del FMI. Por ejemplo, con la opción LCF Perú pidió once mil millones de dólares y Chile 23 mil 930 millones, mientras que Sudáfrica solicitó por la vía de emergencia tres mil 939.1 millones, lo mismo que Costa Rica por 508 millones de dólares.

Georgieva considera que “el impacto económico es y será grave, pero cuanto antes se logre frenar el virus más rápida y vigorosa será la recuperación”. Se trata del mayor deseo de todos.

“Respaldamos firmemente las medidas fiscales extraordinarias que ya toman muchos países para dar apoyo a los sistemas sanitarios y a los trabajadores y empresas afectados. Y nos parece positiva la decisión de los principales bancos centrales de flexibilizar la política monetaria. Estos valerosos esfuerzos redundan no solo en el interés de cada país sino de la economía mundial en su conjunto”, en opinión de la responsable del FMI.

El golpe económico de la pandemia, si bien ha sido expansivo, no es desde luego homogéneo: los países emergentes y de bajos ingresos padecen además una salida de capitales.

De acuerdo con el organismo, desde el inicio de la pandemia han salido 83 mil millones de dólares de los mercados emergentes, “la mayor salida de capitales jamás registrada”.

Ante las necesidades de liquidez de la economía mundial el FMI se declaró preparado para desplegar la totalidad de su capacidad prestable por un billón de dólares.

La esperanza palpita porque la caída del PIB global de este año tenga una recuperación en forma de una “V”, es decir, una rápida recuperación en 2021. Pero a decir verdad es solo una percepción.

El FMI estima que la economía mundial caerá 4.9% este año y afectará primordialmente a los 20 países ejes del crecimiento: China se contraerá 1% y todas las demás padecerán serios desplomes; EU -8%; Alemania -7.8%; Reino Unido -10.2%; Japón -5.8%; España e Italia -12.8%; Francia -12.5%; Brasil -9.1%; México -10.5%; Canadá -8.4%, Rusia -6.6%; y hasta India, que este año tenía pronósticos de crecer por encima de 7% para superar el PIB de China, estimado entre 6.1 y 6.3%, tendrá una contracción de -4.5 por ciento.

Por regiones, en América Latina y el Caribe el PIB descenderá -9.4%; en Asia central y Medio Oriente caerá -4.7%; y en las economías asiáticas emergentes -0.8%; la parte de África subsahariana bajará -3.2%; y la zona euro experimentará una caída económica de -10.2 por ciento.

Con la macroeconomía en depresión y la microeconomía bastante constreñida el mayor tejido empresarial generador de empleo es el basamento de las micro, pequeñas y medianas empresas, en la actualidad padeciendo lo indecible: la destrucción de empleo, así como el incremento en los niveles de endeudamiento de los países, son los dos factores de mayor preocupación.

La Organización Mundial del Comercio (OMC) estima una reducción del intercambio mundial “de 13 a 32%” debido a las perturbaciones —por culpa del coronavirus— que recaen en las relaciones productivas e internacionales del intercambio comercial.

De acuerdo con la OMC “casi todas las regiones sufrirán en 2020 disminuciones de dos dígitos del volumen del comercio y las exportaciones se verán especialmente afectadas en América del Norte y Asia; es probable que la caída del comercio sea más pronunciada en sectores caracterizados por la complejidad de las cadenas de valor, sobre todo en el caso de los productos electrónicos y de la industria del automóvil”.

Así, el daño que provoca el coronavirus no solo recae en las vidas humanas, ya que por igual desata perturbaciones productivas en las cadenas de valor y en las cadenas de suministros; descolocado a las economías, al comercio mundial; y altera el mercado de commodities con el petróleo como una de sus víctimas.

En cambio el oro se consolida como un valor refugio: en lo que va del año ha subido 27% hasta cotizar en mil 944 dólares por onza y las expectativas son de alcanzar los dos mil dólares por onza para el cierre de 2020. La plata experimenta igualmente máximos históricos con precios que no se veían en los últimos siete años y se vende en 24.21 dólares la onza.

Rescate histórico

Se recurrirá a todas las maniobras económicas posibles para estabilizar a las naciones desde la política fiscal hasta la política monetaria; mayor endeudamiento, empréstitos externos, ayudas, subvenciones, colocación de deuda y hasta devaluación.

El FMI hace días emitió un documento titulado Coraje en la línea de fuego: las respuestas de política económica de las economías de mercados emergentes y en desarrollo frente a la pandemia de Covid-19, en el que da cuenta que al igual que las economías avanzadas “algunos mercados emergentes” tienen “poco margen” para nuevos recortes de las tasas de interés; y han tenido entonces que implementar respuestas de política monetaria no convencional, “como son las compras de bonos corporativos” y también de bonos públicos.

“Además, algunos países, entre ellos China, Colombia y Turquía, han relajado ciertas medidas macroprudenciales, como las limitaciones a la concesión de préstamos y el endeudamiento introducidas para contener el crecimiento excesivo de los préstamos, así como la acumulación de riesgos sistémicos en el sector financiero que puede suceder en épocas de bonanza. En estos momentos esa relajación de las medidas sostendrá la oferta de crédito a las personas y a los sectores económicos más afectados”, indica el documento.

Por regiones, esencialmente hay dos con mayores daños por el impacto económico de la pandemia, América del Norte y la Unión Europea (UE).

En Norteamérica están EU, que es la primera economía del mundo con 19.58 billones de dólares; Canadá, décima economía con 1.65 billones de dólares; y México, la decimoquinta economía con 1.14 billones de dólares.

Y en la UE se observa un impacto negativo de la pandemia en Alemania, la cuarta economía del mundo con 3.85 billones de dólares; Francia, sexta economía con un PIB de 2.67 billones de dólares; Italia, la octava con 1.99 billones de dólares; y España, en el decimotercer puesto con un PIB de 1.37 billones de dólares.

Reino Unido es el octavo país más golpeado por el Covid-19 pero ya no se cuenta dentro de la UE, que actualmente solo se conforma por 27 países miembros; la economía británica ocupa el quinto sitio por su PIB con 2.68 billones de dólares.

El bloque europeo ha decidido reflotar su economía consciente de que los países locomotora del cónclave y que tiran del resto de vagones tienen los pistones rotos y no podrán salir solos sino con la ayuda comunitaria.

De las 20 mayores economías del mundo al menos ocho sufrirán una contracción en su PIB superior a 5% —en análisis preliminares del organismo— para el ejercicio de 2020: EU, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Canadá, España y México.

A diferencia del cúmulo de naciones que hacen fila ante el FMI, los 27 países miembros del cónclave han decidido —después de muchos tiras y aflojas— autorrescatarse creando un magno e histórico plan de recuperación por 750 mil millones de euros; a un tipo de cambio de 1.10 dólares por euro, son 825 mil millones de dólares; y está dividido en dos partes, 429 mil millones de dólares en subvenciones y 396 mil millones de dólares en créditos blandos que se concederán entre 2021 y 2023 para devolverlos con un límite hasta 2058.

Desde luego que llegar hasta allí no ha sido fácil después de la férrea oposición de los mandatarios de Holanda, Austria, Dinamarca y Suecia, conocidos como “los frugales”, por austeros, ortodoxos y severos; no hay que obviar que la pasada reunión extraordinaria del Consejo Europeo, del 17 al 21 de julio, estuvo a punto de fracasar y dejar en el aire el paquete de recuperación económica.

A lo largo de cuatro noches y cinco días intensos los líderes europeos discutieron el reparto del paquete, las condiciones para acceder a él y la estructura del nuevo presupuesto.

En suma, todo lo aprobado consiste en el presupuesto plurianual 2021-2027, una cantidad por 1.074 billones de euros, es decir, 1.181 billones de dólares más el ansiado fondo de recuperación por los 750 mil millones de euros u 825 mil millones de dólares.

¿De dónde saldrá el dinero del fondo de recuperación? La Comisión Europea ha decidido emitir deuda en los mercados contando con el respaldo del presupuesto comunitario “para lo que se elevará temporalmente el techo de los recursos propios” de las cuentas europeas. Cabe señalar que es la primera vez —decisión histórica— que la UE realizará una emisión conjunta.

De los 825 mil millones de dólares, 67.13% se distribuirá entre cinco países, los más castigados económicamente hablando por la pandemia: Italia recibirá 229 mil 900 millones de dólares; España, 154 mil millones; Grecia, 76 mil 450; Portugal, 49 mil 500; y Francia 44 mil millones de dólares.

Ha sido bastante positivo este acuerdo, explica Juan Carlos Robles, presidente del Colegio de Economistas de Málaga, bajo el entendido de que habrá un impulso para llevar a cabo una serie de reformas necesarias en el país ibérico; tres imprescindibles en pensiones, el mercado laboral y la administración pública.

Para España, de los 154 mil millones de dólares una parte serán ayudas directas: son 79 mil 970 millones de dólares y el resto serán créditos a devolver en un largo horizonte.

“Es una buena noticia porque hacen mucha falta. Lo importante es que estos mecanismos de financiación se acompañen de mecanismos de control; eso significa que el dinero cuando llegue habrá que utilizarlo para lo que de verdad hace falta; y yo veo con buenos ojos que lleven un control en la Comisión Europea para el caso de las reformas”, argumenta Robles.

La liquidez es fundamental, añade el economista español, en momentos en que varias empresas de cara a septiembre-octubre podrían caer en graves problemas y se espera una “avalancha” de insolvencias.

—De las ayudas que dará el fondo de recuperación, estamos hablando de 390 mil millones de euros, 429 mil millones de dólares: ¿ese dinero es a fondo perdido, no se va a devolver?

—Exactamente. Bueno, lo ponemos entre todos, al menos una parte de ese dinero; no hay que devolverlo pero es parte del dinero que ponemos cada país a la Unión Europea y de esa cantidad a España más o menos le toca poner 30 mil millones de euros (33 mil millones de dólares).

—¿Hay una letra pequeña? ¿Cuál es?

—La letra pequeña es que estará controlado y sometido a vigilancia de las autoridades europeas para que no se aplique a gastos superfluos, ni a gastos administrativos, que no aportan valor; y también parte de esa letra será, imagino, recortes en pensiones, en sueldos de funcionarios y, bueno, una subida de impuestos, en el IVA es casi seguro y muy probablemente también en el IRPF.

El Consejo Europeo tendrá un llamado “freno de seguridad” para en cualquier momento detener el flujo de dinero en caso de que los países más beneficiados por el rescate retrasen o paralicen las reformas y los ajustes necesarios.

Robles destaca que aun así es una negociación muy útil. Para España significa “la posibilidad de sobrevivir”, porque sin ese aliciente a final de este año “la economía iría a la bancarrota”.

—¿Qué se ha hecho mal en España en cuanto a la gestión de la pandemia?

—Todo, desde el principio hasta el final. La falta de planeación, de visión y de anteponer la ideología político-partidista antes que el tema sanitario; luego la falta de previsión para comprar material, la falta de pruebas… es un descalabro. Ante todo una gestión muy mala. Cuando vemos que estamos en el peor sitio no es porque haces algo mal: es porque todo lo haz hecho mal.

Para el presidente Pedro Sánchez el Plan de Recuperación para Europa frente a la pandemia es acogido de “forma positiva”, dado que “contiene muchas de las demandas que plantea España”.

El dinero será un suero vitaminado para una economía ibérica en constante destrucción de empleo: las economías mediterráneas y dependientes del turismo lo están pasando fatal.

RECUADRO

Plan de Recuperación para Europa

Los 825 mil millones de dólares (750 mil millones de euros) acordados por el Consejo Europeo para rescatar a la UE de la debacle económica comenzarán a inyectarse a partir de 2021.

La negociación de este cúmulo de recursos no fue fácil; países como Polonia y Hungría han logrado presionar para que el acuerdo no incluya condiciones en el renglón del Estado de Derecho; no son pocos los expedientes en contra de ambas naciones por vulnerar los derechos humanos.

En cuanto a las condiciones para acceder al Fondo se encuentran las siguientes: “Los países tendrán que presentar planes de reformas e inversiones a la Comisión Europea, que evaluará si estos cumplen con sus recomendaciones económicas anuales, refuerzan el potencial de crecimiento o la creación de empleo o favorecen la transición ecológica y digital; estos planes tendrán que ser aprobados por mayoría cualificada en el Consejo (al menos 15 Estados miembros que representen 65% de toda la población de la UE)”.

Reparto entre los más afectados

(en millones de dólares)

País Créditos Ayudas directas Total

Italia 139 mil 700 90 mil 200 229 mil 900

España 79 mil 970 74 mil 030 154 mil 000

Grecia 62 mil 700 13 mil 750 76 mil 450

Portugal ------------- 49 mil 500

Francia ------------- 44 mil 000

Fuente: Elaboración propia con datos del Consejo Europeo

Entre vacunas y caídas del PIB

Sorpresivamente Rusia anunció que entre el 10 y el 15 de agosto próximos iniciará la producción a escala de la vacuna contra el coronavirus; se trata de la inmunización ensayada por el Instituto Gamaleya en colaboración con el Ejército ruso.

Hasta el momento todo apunta a que no serán Reino Unido, Alemania, EU ni China los primeros en tener la vacuna lista para producirse y aplicarse en el personal sanitario, mayores de 65 años y personas de riesgo.

Mientras llegan las dosis, las noticias económicas negativas llevan al presidente estadunidense, Donald Trump, a declarar la posibilidad de “retrasar” las elecciones presidenciales del mes de noviembre al considerar que no hay el ambiente de seguridad propicio para una justa electoral de tal nivel.

Los datos más recientes difundidos dan cuenta de una caída de 32.9% en la economía norteamericana al segundo trimestre del año de forma anualizada; mientras que de abril a junio se contrajo 9.5 por ciento.

Alemania presentó una caída de 10.1% en su PIB del segundo trimestre, mientras que México reportó en el mismo periodo una contracción de 17.3%. Algunas economías sufren desplomes sin precedente.

Curiosamente China, epicentro de la pandemia del coronavirus con Wuhan como sede emisora del patógeno, logra recuperar su actividad económica tras crecer 3.2% en el primer semestre del año.