LA OMS Y CHINA, BAJO SOSPECHA

Pandemia de Covid-19

Claudia Luna Palencia
Internacional
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Ha sido una respuesta prácticamente unánime entre los países integrantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que en la pasada asamblea internacional coincidieron en someter a su titular, Tedros Adhanom, así como a su equipo, a una investigación independiente para evaluar tanto las habilidades técnicas como la gestión y respuesta dada ante la crisis por la pandemia de Covid-19.

La cita virtual en Ginebra el 18 y 19 de mayo contó con la participación de 194 delegados representantes de sus respectivos sistemas de salud y fue histórica por varios motivos: primero, porque la emergencia sanitaria global impidió la presencia física de los funcionarios y debió llevarse a cabo de forma telemática; segundo, por la naturaleza de las circunstancias, con los países luchando en diversos grados de intensidad por controlar y cortar la transmisión de la enfermedad del coronavirus, y tercero, porque la dialéctica de la confrontación entre Estados Unidos y China aterrizó finalmente en el terreno de la pandemia usando al coronavirus como nuevo elemento de roce hegemónico entre ambas naciones.

Después de presionar incisivamente la Unión Americana ha logrado hacerse eco de la comunidad internacional para que una comisión independiente evalúe las decisiones tomadas por la OMS en la crisis sanitaria.

Desde la Casa Blanca la postura oficial señala directamente a la OMS de ser “cómplice”, “benevolente” y “alcahuete” de las autoridades sanitarias chinas al aceptar informes del brote en Wuhan sin solicitar mayor evidencia científica ni permitir que investigadores de otras partes del mundo acudieran in situ para recabar mayor evidencia; asimismo señala a China directamente de ser culpable del coronavirus de forma deliberada “por error o accidente” al estar manipulando en el Instituto de Virología de Wuhan cepas de virus relacionadas con los murciélagos.

El presidente norteamericano, Donald Trump, quiere un deslinde de responsabilidades e igualmente insiste en que otra comisión internacional —también independiente— investigue a China para determinar si el virus fue un error, un accidente o algo intencional; una evaluación con la finalidad de imponer una nueva serie de sanciones contra la economía asiática.

La presencia inesperada del patógeno enrareció más el ambiente internacional, no solo salpicándolo de dudas y suspicacias, además de fortalecer el creciente sentimiento de agravio, sino que encima desata un cisma económico: Trump quiere que alguien sea el responsable y pague por dicha factura.

Durante la inauguración de la septuagésima tercera asamblea de la OMS el presidente de China, Xi Jinping, fue uno de los oradores elegidos para dar la bienvenida a los trabajos de la reunión. Con un discurso moderado destacó la cooperación y la solidaridad como herramientas para “salir adelante juntos” del desafío global marcado por el Covid-19, al tiempo que argumentó que su país compartió con la OMS todos los datos que tenían disponibles acerca del SARS-CoV-2, incluyendo su código genético.

“Estamos en un momento crítico. Tenemos uno de los retos más serios desde el final de la Segunda Guerra Mundial y nos ha tomado a todos por sorpresa con siete millones de infectados en diversas partes del mundo”, aseveró.

Jinping subrayó que no es momento para politizar al virus sino para encararlo “unidos” y anunció una aportación de dos billones de dólares para investigación y ayuda para África en la pandemia.

“Quiero destacar la eficiente labor del doctor Tedros Adhanom al frente de la OMS, porque ha enfrentado con valentía la pandemia orientando a otros países cuando había que hacerlo”, destacó.

Los otros oradores estrella fueron Emmanuel Macron, presidente de Francia, y la canciller germana, Angela Merkel.

Para el delfín del Elíseo es momento de aportar a favor de la OMS y reiteró su compromiso de hacer que la vacuna efectiva contra el coronavirus “sea un bien común para toda la sociedad”, porque la solidaridad debe prevalecer y nadie deberá ser discriminado.

A su vez Merkel destacó no solo el daño en la salud provocado por el coronavirus sino también el lamentable impacto económico y social, que afecta a cientos de miles de familias en todas partes.

“No podemos encontrar una solución solos. La única forma de luchar contra el coronavirus es hacerlo de manera coordinada y conjunta. Hay que evitar que nos sobrepase”, pidió Merkel.

Con la aportación de EU congelada desde abril pasado la OMS ha perdido recursos. La ausencia de Trump en la inauguración virtual sirvió para remarcar el sentimiento de agravio contra el organismo, que continuó profundizándose tras la misiva enviada desde la Oficina Oval hasta el despacho del director Adhanom justo el mismo día de la apertura de la asamblea.

En la carta de cuatro folios el presidente norteamericano cuestionó, fecha por fecha, las actuaciones de la OMS desde finales de diciembre del año pasado y enero del presente, porque sus informes daban cuenta de una nueva neumonía atípica con un brote en un mercado de mariscos de Wuhan que el organismo señalaba como controlado.

“He ordenado suspender las contribuciones a la OMS hasta que no tenga la conclusión de una investigación realizada en mi administración acerca de la responsabilidad del organismo en la expansión del Covid-19. Hay datos dudosos presentados y una falta de independencia de la OMS hacia China en el caso”, según la carta.

De acuerdo con el texto entre el 26 y el 30 de diciembre la prensa local china daba cuenta de un problema de salud pública en Wuhan, mientras Taiwán fue el primero en informar a la OMS de la transmisión del virus de persona a persona; un dato que, en su momento, el organismo no compartió con el mundo “probablemente por razones políticas”.

China, por otro lado, “sabía de los casos de neumonía de origen desconocido desde antes del 31 de diciembre, quizá semanas antes; el doctor Zhang Yong Zhen, del Shanghai Public Health Clinic Center, dijo que había secuenciado al virus; no hay información publicada sino hasta seis días después, hasta que él lo posteó y después de eso las autoridades chinas cerraron su laboratorio”, remarca el mensaje.

En el documento el presidente norteamericano desaprueba que la OMS repitiera el informe sanitario chino que señalaba que “no se transmitía de humano a humano” y que Adhanom se dejara presionar para “no recomendar el cierre de las fronteras o prohibir los viajes a China” permitiendo que cinco millones de personas retornasen desde Wuhan a varias partes del mundo.

Cada línea cargada de reproches tampoco obvia comentarios ácidos para el gobierno de Jinping al que señala de “poco transparente”, de cerrar laboratorios, acallar a sus científicos, impedir que dos científicos norteamericanos visitasen Wuhan, así como ocultar información valiosa del virus y negarle atención sanitaria a los africanos residentes en China.

“Cuando la OMS declaró la pandemia el 11 de marzo el virus ya había matado a cuatro mil personas con más de 100 mil infectados en 114 países del mundo”, indica.

Vacunas, bien público global

De los 194 países que hablaron en la asamblea de la OMS a la fecha únicamente doce naciones permanecen libres del contagio del coronavirus: Corea del Norte, Turkmenistán, Islas Salomón, Vanuatu, Samoa, Kiribati, Estados Federados de Micronesia, Tongo, Islas Marshall, Palau, Tuvalu y Nauru.

Con las intervenciones telemáticas de los ministros encargados de la salud pública de las respectivas naciones se ha logrado tener una radiografía del impacto del Covid-19 en el mundo, que si bien se ha extendido por todo el globo terráqueo en algunos países ha anidado con mayor virulencia en comparación con otros.

En total 20 países son los más severamente afectados por el golpe sanitario del coronavirus y concentran el mayor número de fallecidos en el mundo (ver recuadro). En Europa el foco del contagio se ha cebado además en las naciones de mayor atractivo turístico mundial, de acuerdo con lo señalado por los encargados de los sistemas públicos de salud del Viejo Continente.

Durante este mes de mayo inició una transición del levantamiento de las cuarentenas y confinamientos hacia una “nueva realidad” que deberá estar acompañada por el uso de mascarillas en espacios públicos; medidas de distanciamiento social de dos metros, aforos limitados, espectáculos deportivos a puerta cerrada, logística del uso de Apps y de tecnología para seguimiento de casos de contagio, y aplicación de test y técnicas de PCR para detectar portadores asintomáticos. El espacio aéreo europeo permanece restringido para los vuelos de otros continentes.

En la cumbre telemática de la OMS Faustino Blanco, secretario general de Sanidad de España, dijo que deben fortalecerse los sistemas de salud públicos tanto a nivel interno como a nivel global; expresó que es momento de demostrar que el futuro es un reto compartido entre todos.

“Hay que poner en marcha mecanismos robustos de información, establecer lazos permanentes entre los que hacen ciencia y los que toman decisiones políticas para velar a la sociedad”, subrayó.

Por Eslovaquia, Marek Krajčí, ministro de Sanidad, respaldó la propuesta del presidente francés Emmanuel Macron de una vacuna contra el coronavirus que “sea un bien común para la humanidad” y no un mero instrumento de comercialización.

Diversos representantes sanitarios de América Latina instaron a no olvidar en esta pandemia a los países menos desarrollados.

Jorge Alcocer, secretario de Salud de México, invitó a consolidar sistemas de salud centrados en las personas e instó a prepararse “para lo que vendrá después de este primer brote”. Añadió que el SARS-CoV-2 vino a desenmascarar otras pandemias iguales o más graves que el virus mismo, “como el sobrepeso, la obesidad, la diabetes e hipertensión arterial” que merman la calidad y esperanza de vida de la población.

“Es la oportunidad para aumentar los esfuerzos a favor de la buena alimentación, asumir la salud medioambiental como determinante indivisible de la salud humana y colocarla permanentemente en nuestras agendas, bajo los compromisos de la Agenda para el Desarrollo Sostenible”, esgrimió.

En opinión de Alcocer la actual pandemia representa una oportunidad de cambio y de mejora para “prepararse ante futuras amenazas sanitarias” guiados por los principios de justicia y solidaridad.

Una de las propuestas recogida con éxito dentro de la 73 asamblea de la OMS fue la planteada por Costa Rica en favor de la creación de una base de datos en el Global Observatory on Health Research and Development acerca de las actividades de investigación y desarrollo relacionadas con el Covid-19, que incluya las estimaciones de los costos de los ensayos clínicos y los subsidios proporcionados por los gobiernos y las asociaciones caritativas.

“Se trata de crear un repositorio del conocimiento existente relacionado con el coronavirus con pruebas de diagnóstico, dispositivos, medicamentos o vacunas, que esté disponible en forma de patentes otorgadas y en proceso, con el objetivo de compartirlo con los países miembros de la OMS”, refirió Daniel Salas, ministro de Salud de Costa Rica.

Otras naciones respaldaron asimismo la posición francesa de evitar que el surgimiento de una vacuna contra el coronavirus se convierta en nuevo instrumento de discriminación para atender primero la urgencia sanitaria de los países más industrializados, dejando en la fila a los más atrasados.

RECUADROS

Réplicas a Trump

Durante la clausura de la asamblea el titular de la OMS, Tedros Adhanom, intentó quitarle hierro a las presiones desde la Casa Blanca y agradeció la decisión de todos los países integrantes de implementar una comisión investigadora.

“Damos la bienvenida a esa petición. Yo mismo iniciaré en cuanto pueda dicha evaluación independiente. Toda iniciativa para fortalecer la seguridad de la salud mundial y fortalecer a la OMS será bienvenida si nos ayuda a mejorar de cara al futuro. Como siempre estamos plenamente comprometidos con los principios de transparencia y responsabilidad; queremos que esa exigencia de cuentas prevalezca y lo queremos más que cualquier otra parte”, remarcó Adhanom.

¿Qué respondió a su vez el gigante asiático al comunicado de Trump? Zhao Lijian, portavoz de Exteriores, replicó que Estados Unidos intenta “menospreciar” los esfuerzos de China para prevenir la pandemia.

“La carta abierta del líder estadunidense está llena de insinuaciones y trata de usar métodos para engañar al público y desprestigiar los esfuerzos antivirus de China; sobre todo eludir la responsabilidad por la propia respuesta insuficiente de EU”, reviró Lijian.

No obstante Liu Dengfeng, supervisor de la Comisión Nacional de Salud de China, en una sesión informativa ante medios de comunicación en Beijing reconoció la destrucción de muestras del patógeno. “Con base en una investigación exhaustiva y la opinión de expertos decidimos manejar temporalmente el patógeno causante de la neumonía como clase II, altamente patógena, e impusimos requisitos de bioseguridad en la recolección de muestras, el transporte y las actividades experimentales, así como en la destrucción de las muestras”, aseveró el funcionario.

Conclusiones

En la asamblea de la OMS hubo consenso respecto de conocer el origen certero del SARS-CoV-2: todos quieren saber la verdad, ¿dónde surgió realmente?, ¿cómo se originó? Y también sobre la disposición de compartir toda la información científica disponible de todas las patologías derivadas de la infección del coronavirus, que cada vez arroja una sintomatología más amplia de la inicialmente referida por China a la OMS bajo un cuadro que describía como una neumonía con tos seca, fiebre y falta de oxígeno. En la actualidad, gracias a las aportaciones médicas y clínicas de una docena de países se sabe que el espectro de síntomas del coronavirus es mucho mayor: conjuntivitis, diarrea, vómitos, ictus, infartos al miocardio, trombosis, inflamación interna, shock séptico, parálisis facial, dolores de cabeza, pérdida del olfato y del gusto, urticarias, sabañones… Y recientemente la OMS añadió dos más: dificultad en el habla y dificultad en la movilidad. Otro de los resultados del encuentro es la comisión que investigará la responsabilidad y actuación de la OMS en la gestión de la pandemia, así como la creación de la base de datos con propiedad intelectual en el Global Observatory on Health Research and Development para que científicos de todos los países y técnicos compartan toda la información acerca del coronavirus y cómo combaten al patógeno.

Los 20 países con más decesos por Covid-19*

EU 95,533

Reino Unido 35,341

Italia 32,169

Francia 28,002

España 27,778

Brasil 17,983

Bélgica 9,108

Alemania 8,193

Irán 7,119

Canadá 5,912

Países Bajos 5,715

México 5,666

China 4,634

Turquía 4,199

Suecia 3,743

India 3,303

Perú 2,914

Ecuador 2,839

Rusia 2,837

Suiza 1,891

*Cifras preliminares

Fuente: OMS (al 20 de mayo de 2020)