Ginebra, Suiza, 8 de diciembre. La oficina de coordinación de ayuda humanitaria de la Organización de Naciones Unidas (ONU) redujo su solicitud de financiación anual para 2026 después de que el apoyo de este año, principalmente de gobiernos occidentales, cayera al nivel más bajo en una década.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios anunció que busca 33 mil millones de dólares para ayudar a unos 135 millones de personas a enfrentar las consecuencias de guerras, desastres climáticos, terremotos, epidemias y escasez de alimentos. Este año recaudó 15 mil millones de dólares, el nivel más bajo en una década.
La oficina dice que el próximo año quiere más de cuatro mil 00 millones de dólares para llegar a tres millones de personas en áreas palestinas, otros dos mil 900 millones de dólares para Sudán —donde se produce la mayor crisis de desplazamiento del mundo— y dos mil 800 millones de dólares para un plan regional en torno a Siria.
"En 2025, el hambre aumentó", afirmó Tom Fletcher, jefe de la OCHA. "Los presupuestos alimentarios se redujeron, incluso mientras las hambrunas afectaban a partes de Sudán y Gaza. Los sistemas de salud se desmoronaron. Los brotes de enfermedades se dispararon. Millones quedaron sin alimentos básicos, atención médica y protección. Los programas para proteger a mujeres y niñas fueron recortados, cientos de organizaciones de ayuda cerraron".
El coordinador de ayuda de la ONU pidió 47 mil millones de dólares para este año y aspiraba a ayudar a 190 millones de personas en todo el mundo. Debido al menor apoyo, él y sus socios humanitarios llegaron a 25 millones de personas menos este año que en 2024.
"Sé que los presupuestos están ajustados en este momento. Las familias en todas partes están bajo presión", dijo Fletcher. "Pero el mundo gastó dos mil 700 millones de dólares en defensa el año pasado, en armas y armamento. Y estoy pidiendo un poco más del 1% de eso".
Ha llamado a una "transformación radical" de la ayuda reduciendo la burocracia, aumentando la eficiencia y dando más poder a los grupos locales. Fletcher mencionó "conversaciones muy prácticas y constructivas" casi a diario con el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
"¿Quiero avergonzar al mundo para que responda? Absolutamente. Pero también quiero canalizar este sentido de determinación e ira que tenemos como humanitarios, que seguiremos entregando con lo que recibimos", afirmó Fletcher.

