Quetta, Pakistán, 30 de septiembre. Milicianos detonaron un potente coche bomba frente a la sede de las fuerzas de seguridad paramilitares de Pakistán en la ciudad suroccidental de Quetta. Al menos diez personas murieron en el ataque y otras 30 resultaron heridas, dijeron las autoridades.
Antes de detonar su vehículo, hasta seis atacantes que estaban dentro del coche salieron y se enfrentaron a las tropas en un intenso tiroteo, según la policía. Se informó que los seis atacantes fueron abatidos.
Los residentes indicaron que la explosión fue tan potente que se oyó a kilómetros de distancia. Las ambulancias se apresuraron al lugar frente a la Comisaría de Frontera y los rescatistas transportaron a los heridos a hospitales cercanos.
Ningún grupo reclamó inmediatamente la responsabilidad, aunque es probable que la sospecha recaiga en grupos separatistas que a menudo atacan a civiles y fuerzas de seguridad en la insurgencia que azota a Baluchistán, donde Quetta es la capital provincial.
Según el ministro de salud provincial, Bakhat Kakar, había preocupaciones de que el número de muertos pudiera aumentar. Dijo a los periodistas que los agresores tenían como objetivo la sede de las fuerzas de seguridad, pero que la mayoría de los muertos y heridos eran civiles.
El ministro del Interior, Mohsin Naqvi, señaló por su parte, que seis atacantes participaron en el asalto y que todos ellos fueron abatidos por las fuerzas de seguridad.