Bangkok, Tailandia, 25 de junio. Un avión con el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a bordo salió de Bangkok tras repostar y va rumbo a Saipán para un acuerdo de culpabilidad con el gobierno estadunidense que lo dejará libre y resolverá el caso legal sobre la publicación de un lote de documentos clasificados.
El vuelo fletado desde Londres, que la esposa de Assange, Stella, confirmó que llevaba a su marido, partió del Aeropuerto Internacional Don Mueang, según el sitio de rastreo de vuelos Flightradar24. La cuenta oficial de WikiLeaks en la red social X informó que Assange iba rumbo a Saipán, la capital de las Islas Marianas del Norte, un territorio libre asociado estadounidense donde Assange tiene programada una audiencia judicial el miércoles.
Se prevé que Assange se declarará culpable de violar el Acta de Espionaje al conspirar para obtener y propagar ilegalmente información clasificada de defensa nacional, según una carta del Departamento de Justicia de Estados Unidos presentada ante tribunales.
Se espera que Assange regresara a su país natal, Australia, tras su declaración y sentencia. La audiencia se celebrará en Saipán debido a la oposición de Assange a viajar al territorio continental de Estados Unidos y a la proximidad del tribunal con Australia.
Las autoridades judiciales británicas confirmaron que Assange salió del Reino Unido el lunes en la noche tras recibir libertad bajo fianza en una audiencia secreta la semana pasada.
“Trece años y medio y dos solicitudes de extradición después de ser arrestado, Julian Assange salió del Reino Unido ayer, tras una audiencia sobre su fianza el jueves pasado, que se realizó en privado a solicitud suya”, dijo Stephen Parkinson, fiscal general para Inglaterra y Gales.
La declaración de culpabilidad, que debe ser aprobada por un juez, pone fin de forma repentina a un caso penal de intriga internacional y a la persecución que durante años ha llevado a cabo el gobierno de Estados Unidos contra un editor cuyo popular sitio web de intercambio de información secreta lo convirtió en un ídolo para muchos defensores de la libertad de prensa que afirmaban que actuaba como periodista para sacar a la luz delitos cometidos por el ejército de Estados Unidos. Los investigadores, por el contrario, han afirmado en repetidas ocasiones que sus acciones infringieron leyes destinadas a proteger información delicada y pusieron en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos.