La Paz, Bolivia, 17 de agosto. Millones de bolivianos acudían este domingo a las urnas ante la expectativa del posible mayor cambio en las últimas dos décadas en el país andino, que podría ver el fin de la izquierda en la presidencia y dar un giro hacia la derecha en medio de la peor crisis económica de los últimos 40 años.
Pasado el mediodía el ministro de Gobierno, Roberto Ríos, informó que afuera del colegio adonde se esperaba que vote el candidato Andrónico Rodríguez, “aparentemente se ha hecho detonar un cachorro (cartucho) de dinamita”.
Agregó que en ese centro de votación en la región de Cochabamba “ahora hay una total calma, no ha habido ningún daño material, ni nada” y que la policía está en el lugar investigando el hecho.
Unas horas después, cuando Rodríguez emitió su voto, fue agredido por un grupo de personas que le arrojó piedras, lo que lo obligó a retirarse rápidamente en medio de empujones y gritos.
El político es presidente del Senado y pupilo del exmandatario Evo Morales (2006-2019) y se postula en representación de Alianza Popular, una agrupación izquierdista.
Unos 7.9 millones de bolivianos están registrados para votar en una elección en la que las preferencias de los votantes se inclinan, según todos los sondeos, hacia dos candidatos opositores, ambos de derecha: el empresario y multimillonario Samuel Doria Medina y el expresidente Jorge Quiroga (2001-2002).
Los dos han prometido solucionar la crisis caracterizada por la escasez de combustibles y los precios disparados de los alimentos.