Atenas, Grecia, 12 de agosto. Un gran incendio avanzaba fuera de control en las afueras al norte de la capital griega y provocó numerosas órdenes de evacuación en suburbios y alrededores de Atenas, mientras el fuerte viento socavaba los esfuerzos de cientos de bomberos y docenas de aeronaves que descargaban agua.
El incendio comenzó por la tarde y avanzaba deprisa por pinares secos tras sucesivas olas de calor este verano, después de un invierno especialmente seco. Los meses de junio y julio de este año fueron los más calurosos jamás registrados en Grecia, que también tuvo su invierno más cálido documentado.
Las autoridades enfrentaban “un incendio excepcionalmente peligroso, que llevamos combatiendo más de 20 horas en circunstancias dramáticas”, indicó el ministro de Crisis Climática y Protección Civil, Vassilis Kikilias. El fuego avanzaba principalmente en dos frentes, y algunas zonas eran de acceso especialmente difícil en una montaña al nordeste de Atenas.
Un despliegue de 685 bomberos y 27 equipos de efectivos especialmente entrenados para combatir incendios forestales, con más de 80 miembros de las fuerzas armadas, se enfrentaban a las llamas, según el departamento de bomberos. Más de 190 vehículos participaban en la operación, mientras que 17 aviones y 16 helicópteros de descarga de agua prestaban apoyo aéreo.
Un hospital infantil, un hospital militar, dos monasterios y un centro de menores fueron evacuados de madrugada, y se enviaron más de dos docenas de alertas de evacuación a los celulares en la zona. Varias casas ardieron, aunque en un principio no estaba claro el número exacto.
Se emitieron más órdenes de evacuación en suburbios de la capital mientras continuaban los fuertes vientos. El fuego se había reavivado en más de 40 ocasiones desde la madrugada del lunes en zonas donde había remitido un poco, indicó el coronel Vassileios Vathrakogiannis, vocero de los bomberos.