SANTIAGO, noviembre 14.-Los chilenos están llamados a votar este domingo en unas elecciones presidenciales y parlamentarias marcadas por la fuerte polarización entre la extrema derecha y el oficialismo, encabezados por una comunista, y por la fatiga de una población agotada por los sucesivos procesos electorales de los últimos cuatro años y atemorizada por la creciente inseguridad.
Los cómics se producen además en un contexto inédito, donde por primera vez el voto será totalmente obligatorio después de la promulgación de una ley en 2022 que a su vez estipula multas para quienes se ausenten de la votación.
Anteriormente el sufragio sólo era obligatorio para los electores que se hubieran inscripto previamente.
Con la carrera dominada por la discusión sobre la seguridad, la inmigración y la recuperación económica, ocho candidatos aspiran al sillón presidencial.
La contienda se centra en el pulso entre la comunista Jeannette Jara , que encabeza la candidatura única del oficialismo y lidera las encuestas de intención de voto, y varios líderes prominentes de la derecha que aspiran a cambiar el rumbo ideológico. Desde 2006 el poder ha oscilado entre la izquierda y la derecha y ningún presidente ha sido reemplazado por alguien de su misma línea política.
“El centro se empieza a vaciar y las posiciones se alejan hacia los extremos”, dijo a The Associated Press la politóloga Michelle Hafemann. “En estos momentos nadie tiende a la moderación”, añadió.
Para ser elegido cualquiera de los candidatos debe alcanzar más de la mitad de los sufragios válidamente emitidos, de lo contrario se realizará una segunda vuelta el 14 de diciembre.
A diferencia de la coalición de izquierda, la derecha nunca tuvo primarias y su apoyo se ha fragmentado. El exdiputado José Antonio Kast , fundador del Partido Republicano y que se postula por tercera vez a La Moneda, lidera el bloque opositor y se ha alternado con Jara en la cabeza de los principales sondeos.

