La Haya, Holanda, 9 de septiembre. Los fiscales de la Corte Penal Internacional (CPI) iniciaron la presentación de pruebas para respaldar sus cargos contra el líder rebelde ugandés fugitivo Joseph Kony, en la primera audiencia en ausencia del tribunal, alegando que infligió horrores a la sociedad ugandesa que aún resuenan dos décadas después.
Kony enfrenta 39 cargos de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad como líder fugitivo del Ejército de Resistencia del Señor, (LRA, por sus siglas en inglés), que aterrorizó el norte de Uganda durante décadas.
“El tejido social y cultural del norte de Uganda ha sido desgarrado y todavía lucha por reconstruirse”, afirmó el fiscal adjunto Mame Mandiaye Niang en sus alegatos iniciales.
El LRA comenzó sus ataques en Uganda en la década de 1980, cuando Kony buscaba derrocar al gobierno. Tras ser expulsado de Uganda, el grupo armado continuó atacando aldeas en la República Democrática del Congo, la República Centroafricana y Sudán del Sur. Era conocido por utilizar niños soldados, mutilar a civiles y esclavizar a mujeres.
Niang dijo que las víctimas aún estaban “marcadas en su cuerpo y espíritu”.
Como parte de su presentación ante un panel de tres jueces vestidos de negro, Niang mostró múltiples videos explícitos de la destrucción que, según la fiscalía, fue causada por el LRA, entre ellos, un clip de la policía de Uganda donde se muestra un cuerpo siendo retirado de los escombros de un edificio incendiado.
La denominada audiencia de confirmación de cargos del tribunal se produce dos décadas después de que se emitiera una orden de arresto contra Kony.
La audiencia de la CPI no es un juicio, pero permite que los fiscales expongan su caso en el tribunal. Tras sopesar las pruebas, los jueces pueden decidir si confirman o no los cargos contra Kony, pero no puede ser juzgado a menos que esté bajo custodia de la CPI.
El abogado designado por el tribunal para Kony argumentó que el proceso viola los derechos de un juicio justo de su cliente y no deberían haberse llevado a cabo.
“La silla vacía impactó la preparación de la defensa”, afirmó el abogado Peter Haynes, señalando el asiento de la sala del tribunal donde estaría Kony si estuviera presente.
La audiencia ha sido considerada como un caso de prueba para que el tribunal avance con otros casos donde la probabilidad de detener a un sospechoso se considera remota, como el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu o el presidente ruso Vladimir Putin.
“Todo lo que sucede en la CPI es un precedente para el siguiente caso”, dijo Michael Scharf, profesor de derecho internacional en la Universidad Case Western Reserve, en declaraciones a The Associated Press.
Scharf agregó que, si bien se conoce el paradero de Netanyahu y Putin, Kony ha eludido a las fuerzas especiales de Estados Unidos y ha permanecido en libertad, a pesar de que existe una recompensa de cinco millones de dólares. También señaló que las órdenes de arresto para Netanyahu y Putin se emitieron en años recientes, mientras que Kony es buscado desde 2005.
Kony se convirtió en el centro de la atención mundial en 2012, cuando un video sobre sus crímenes se volvió viral. A pesar del interés y los esfuerzos internacionales para capturarlo, sigue en libertad.
Muchos ugandeses seguirán el proceso de la CPI contra Kony, y los sobrevivientes han recibido con beneplácito los cargos, aunque lamentan que no haya sido capturado.