Washington, Estados Unidos, 19 de agosto. Estados Unidos desplegará tres buques de guerra Aegis con misiles guiados en las aguas frente a Venezuela como parte del esfuerzo del presidente Donald Trump para combatir las amenazas de los cárteles de drogas latinoamericanos, según un funcionario estadunidense al tanto de la planificación.
Se espera que el USS Gravely, el USS Jason Dunham y el USS Sampson lleguen pronto, dijo el funcionario, quien no estaba autorizado para comentar y habló el martes bajo condición de anonimato.
Un oficial del Departamento de Defensa confirmó que los activos militares han sido asignados a la región en apoyo de los esfuerzos contra el narcotráfico. El funcionario, que tampoco estaba autorizado para comentar sobre la planificación militar, señaló que los buques serían desplegados “a lo largo de varios meses”.
El despliegue de destructores y personal de Estados Unidos se produce mientras Trump ha impulsado el uso del ejército estadunidense para frustrar a los cárteles a los que culpa por el flujo de fentanilo y otras drogas ilícitas en las comunidades estadunidenses y por perpetuar la violencia en algunas ciudades de Estados Unidos.
Trump también ha presionado a la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum para que coopere más en materia de seguridad que su predecesor, específicamente siendo más agresiva en la persecución de grupos del narcotráfico. Pero ella ha trazado una línea clara en lo que respecta a la soberanía de México, rechazando sugerencias de Trump y otros sobre la intervención del ejército estadunidense.
En febrero, Trump designó al Tren de Aragua de Venezuela, a la MS-13 en El Salvador y a seis grupos con base en México como organizaciones terroristas extranjeras. Su administración republicana también ha aplicado con mano dura las leyes migratorias contra presuntos miembros de pandillas.
La designación normalmente se reserva para grupos como Al Qaeda o el grupo Estado Islámico que utilizan la violencia con fines políticos, no para organizaciones criminales centradas en el dinero como los cárteles latinoamericanos.
Pero la administración Trump argumenta que las conexiones y operaciones internacionales de los grupos, incluyendo el tráfico de drogas, el contrabando de migrantes y los avances violentos para extender su territorio, justifican la designación.
El Ministerio de Comunicación de Venezuela no ha comentado al respecto.
Ayer, el presidente venezolano Nicolás Maduro, calificado como presidente ilegitimo por muchas naciones, dijo que Estados Unidos había aumentado sus amenazas contra Venezuela y anunció que iba a ordenar el despliegue de más de 4.5 millones de milicianos en todo el país. Las milicias fueron creadas por el entonces presidente Hugo Chávez para incorporar voluntarios que pudieran asistir a las fuerzas armadas en la defensa de ataques externos e internos.
A principios de este mes, el gobierno de Trump anunció que duplicaría a 50 millones de dólares la recompensa por el arresto de Maduro, acusándolo de ser uno de los mayores narcotraficantes del mundo y de trabajar con cárteles para inundar a Estados Unidos con cocaína mezclada con fentanilo.
En 2020, durante la primera presidencia de Trump, Maduro fue acusado en un tribunal federal de Nueva York junto con varios aliados de cargos federales de narcoterrorismo y conspiración para importar cocaína. En ese entonces, Estados Unidos ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por su arresto.