En los últimos años, el apoyo a las energías renovables en Estados Unidos ha sufrido un notable retroceso, según revela una nueva encuesta realizada por el Centro de Investigación de Asuntos Públicos de The Associated Press-NORC. La encuesta muestra una disminución en el respaldo a los créditos fiscales para vehículos eléctricos, paneles solares y parques eólicos marinos, especialmente entre los demócratas e independientes, quienes históricamente han sido los principales impulsores de políticas verdes.
La encuesta señala que solo alrededor del 58% de los demócratas apoya los créditos fiscales para la compra de vehículos eléctricos, una cifra inferior al 70% de hace dos años. Los independientes muestran un apoyo aún menor, del 28%, en comparación con el 49% en 2022. Los republicanos, por su parte, siguen mostrando un apoyo bajo, sin cambios significativos en sus opiniones sobre esta política.
La disminución del apoyo no solo afecta a los vehículos eléctricos. Los paneles solares también han visto un descenso en la aprobación, incluso entre quienes tradicionalmente han respaldado estas iniciativas. Glenn Savage, un independiente de Carolina del Sur, expresó su desacuerdo con la eficiencia actual de los paneles solares, sugiriendo que sería más prudente invertir en investigación antes de ofrecer incentivos fiscales.
El debilitamiento en el apoyo a las políticas de energías renovables se produce en un contexto de cambios drásticos impulsados por la administración republicana de Donald Trump. Durante su mandato, la administración redujo los subsidios federales a proyectos de energía limpia y promovió la expansión de las perforaciones petroleras y la minería de carbón. Trump también emitió una orden ejecutiva que paralizó los permisos para nuevos proyectos de energía eólica marina.
El sector eólico marino ha sido uno de los más perjudicados por estas políticas, ya que menos de la mitad de los adultos estadounidenses apoya ahora la expansión de parques eólicos marinos, una caída del 15% respecto a 2022. En contraste, los paneles solares siguen siendo populares, con aproximadamente la mitad de la población respaldando su expansión, aunque también ha habido una caída en el apoyo.
Economía vs. medio ambiente
Uno de los factores detrás de este enfriamiento en el apoyo a las energías renovables es el contexto económico, que ha llevado a muchos estadounidenses a priorizar sus finanzas personales sobre las preocupaciones ambientales. Talbot Andrews, profesor de la Universidad de Cornell, explicó que la preocupación por los costos cotidianos, como los precios elevados de los alimentos, ha disminuido el interés en políticas que impliquen impuestos o aumento de gastos relacionados con el medio ambiente.
Este fenómeno es especialmente notable entre los votantes independientes y moderados, quienes tienden a adoptar una postura más escéptica frente a los esfuerzos de transición energética cuando las prioridades económicas se ven amenazadas.
Aunque el panorama parece sombrío en cuanto al apoyo a las energías renovables, la encuesta también revela que existe un respaldo bipartidista a medidas como los reembolsos al consumidor para la compra de electrodomésticos eficientes en energía. Tres de cada cuatro demócratas y seis de cada diez republicanos apoyan esta política, lo que sugiere que, aunque hay desacuerdo en cuestiones más grandes como la energía eólica y solar, aún existe terreno común en cuanto a la eficiencia energética en el hogar.
Otro hallazgo de la encuesta fue la creciente desconfianza de los estadounidenses hacia el gobierno federal en cuanto a la seguridad del agua potable, el aire que respiran y los alimentos que consumen. Solo dos de cada diez adultos confían plenamente en la capacidad del gobierno para garantizar la seguridad de estos aspectos fundamentales, lo que refleja una preocupación generalizada por la gestión de la salud pública y la protección ambiental.