BRASILIA, Brasil, noviembre 25.- El expresidente brasileño Jair Bolsonaro comenzó el martes a cumplir su condena de 27 años de prisión por liderar un intento de golpe de Estado, para sorpresa de muchos en la nación sudamericana que dudaban que alguna vez terminaría tras las rejas.
El juez del Supremo Tribunal de Brasil, Alexandre de Moraes, quien ha supervisado el caso, dictaminó que el exmandatario permanecería en custodia después de ser arrestado preventivamente el sábado.
Partidarios y detractores del atribulado líder se reunieron fuera de la sede de la policía federal desde que se emitió la orden, algunos pidiendo su liberación y otros brindando por su encarcelamiento.
El líder de extrema derecha había estado bajo arresto domiciliario desde agosto y fue detenido el sábado después de tratar de romper su monitor de tobillo. Bolsonaro atribuyó este intento a “alucinaciones”, una afirmación que De Moraes desestimó en su orden de arresto preventivo.
Bolsonaro no tendrá ningún contacto con los pocos internos en la sede de la policía federal. Su habitación de 12 metros cuadrados tiene una cama, un baño privado, aire acondicionado, un televisor y un escritorio, según la policía federal.
De Moraes determinó el martes que la defensa de Bolsonaro había agotado todas las apelaciones de su condena. Sus abogados no están de acuerdo y prometen seguir presentando solicitudes de arresto domiciliario debido a la mala salud del exlíder. El juez del Tribunal Supremo ya ha fallado en contra.
“No hay posibilidad legal de ninguna otra apelación”, dijo De Moraes en su decisión.

