Cdmx, 9 de diciembre de 2025.- Un reciente informe de la ONU advierte que el mundo necesita replantear de forma urgente su respuesta a las crisis ambientales que ponen en riesgo la salud humana y la estabilidad del planeta. El documento, presentado durante la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en Nairobi, sostiene que el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación del suelo y la contaminación son problemas inseparables que requieren políticas integrales y coordinadas.
El reporte, elaborado por casi 300 científicos de 83 países, describe un panorama alarmante: las emisiones de gases de efecto invernadero alcanzaron un nuevo máximo en 2024 y la trayectoria actual podría llevar a un calentamiento de 2,4 ºC para finales de siglo, lejos del límite de 1,5 ºC acordado en París. A ello se suma que el 40% de los suelos del planeta está degradado, más de un millón de especies enfrentan la extinción y la contaminación continúa causando millones de muertes al año.
Según uno de los autores principales, Bob Watson, estos problemas no solo dañan ecosistemas, sino que también debilitan economías, agravan la pobreza y ponen en riesgo la seguridad alimentaria e hídrica. Los científicos señalan que abordar estas crisis de manera aislada ha frenado los avances y proponen un enfoque que involucre a gobiernos, sector financiero, industria y ciudadanía, además de una transición decidida hacia energías limpias y una economía circular.
El informe reconoce que la transformación será costosa: estima que se necesitan unos ocho billones de dólares anuales en inversiones verdes hasta 2050. Sin embargo, proyecta que los beneficios económicos superarán ampliamente ese esfuerzo en las décadas siguientes.
A pesar de la urgencia, la cooperación internacional enfrenta retrocesos. Las negociaciones recientes, desde la cumbre climática en Brasil hasta las conversaciones sobre plásticos en Ginebra, han dejado resultados limitados. La posición del gobierno de Estados Unidos, reacio a compromisos ambientales globales, también complica el escenario.
Aun así, los expertos mantienen un margen de esperanza. Señalan que la creciente magnitud de las amenazas obligará a actuar. Como advierte la científica Katharine Hayhoe, la cuestión no es solo salvar los ecosistemas: se trata de garantizar que la humanidad pueda prosperar en el planeta en las próximas décadas.

