Moscú, Rusia, 27 de agosto. Las gasolineras se han quedado sin combustible en algunas regiones de Rusia después de que aviones no tripulados ucranianos atacaron refinerías y otra infraestructura petrolera en las últimas semanas, lo que ha provocado largas filas de conductores en los surtidores y llevó a las autoridades a racionar o suspender la venta de combustible.
Los precios al por mayor en la Bolsa Mercantil Internacional de San Petersburgo para la gasolina A-95 —la de mayor octanaje— alcanzaron máximos históricos la semana pasada, con un alza de aproximadamente un 50% desde enero, debido al aumento de la demanda por parte de los agricultores que buscan recoger las cosechas y de los ciudadanos que se lanzan a las carreteras para las últimas vacaciones importantes del verano.
La prensa rusa reportó que la escasez de combustible afecta a los consumidores de varias regiones en el Extremo Oriental del país y en la península de Crimea, que fue anexionada ilegalmente de Ucrania por Moscú en 2014.
En la región de Primorye, en la frontera con Corea del Norte, los medios informaron de largas filas y precios que rondaban los 78 rublos por litro (unos 3.58 dólares por galón) en las estaciones de servicio de la zona, donde el salario mensual medio es de aproximadamente mil 200 dólares. Reporteros del diario Primpress encontraron a conductores tratando de vender gasolina en internet por hasta 220 rublos el litro (alrededor de 10.12 dólares por galón).
En el distrito de Kurilsky de las Islas Kuriles, al norte de Japón, la escasez de gasolina de menor octanaje A-92 obligó a las autoridades a suspender por completo su venta el lunes. En Crimea, una popular zona turística, algunas empresas vendáin combustible solo a quienes tenían cupones o tarjetas especiales.
El alza normal de los precios se agrava este año
Rusia no es ajena al incremento del precio de la gasolina al final del verano. Pero la escasez de este año se ha agravado por los ataques ucranianos a refinerías dentro de la guerra que libran las dos naciones desde hace tres años y medio. Las operaciones más grandes y concentradas causan más daños y obstaculizan la producción, todo coincidiendo con un pico en la demanda.
Ucrania ha atacado infraestructura energética antes, pero sus últimos operativos han sido más exitosos, con más drones apuntando a un grupo más concentrado de instalaciones.
“Los ucranianos están atacando un anillo de refinerías, comenzando en Ryazan, que está al sur de Moscú, hasta Volgogrado. Esa región es por donde la gente pasa en su camino hacia (los balnearios en) el Mar Negro. Esa es la región donde se están llevando recogiendo la mayoría de las cosechas. Y también es una región bastante densamente poblada”, señaló Sergey Vakulenko, investigador principal del Centro Carnegie Rusia Eurasia, a The Associated Press.
Entre el 2 y el 24 de agosto, Ucrania atacó la infraestructura petrolera rival al menos 12 veces, según la prensa. De esos operativos, al menos diez tuvieron como objetivo instalaciones ubicadas en el arco Ryazan-Volgogrado, en el suroeste de Rusia.