Damasco, Siria, 21 de octubre. Reconstruir Siria después de más de una década de guerra civil costaría alrededor de 216 mil millones de dólares, según una estimación publicada por el Banco Mundial. El costo es casi diez veces el producto interno bruto de Siria para 2024.
La guerra civil en Siria comenzó en 2011 cuando las protestas masivas contra el gobierno del entonces presidente Bashar Assad fueron recibidas con una brutal represión y derivaron en un conflicto armado. Assad fue derrocado en diciembre en una ofensiva relámpago de los rebeldes.
El conflicto destruyó grandes extensiones del país y dañó infraestructuras críticas, incluida su red eléctrica.
El Banco Mundial dice que la reconstrucción puede costar entre 140 mil millones y 345 mil millones de dólares, pero su “mejor estimación conservadora” es de 216 mil millones de dólares.
El Banco Mundial estima que la reconstrucción de infraestructuras costará 82 mil millones de dólares. Estimó el costo de los daños en edificios residenciales en 75 mil millones de dólares, además de 59 ml millones de dólares para estructuras no residenciales.
La provincia de Alepo y los alrededores de Damasco, donde tuvieron lugar feroces batallas, requerirán la mayor inversión, según el análisis.
“Los desafíos que se avecinan son inmensos, pero el Banco Mundial está listo para trabajar junto al pueblo sirio y la comunidad internacional para apoyar la recuperación y reconstrucción”, afirmó en un comunicado Jean-Christophe Carret, director del Banco Mundial para Oriente Medio.
Aunque ha restablecido relaciones diplomáticas con Occidente y firma acuerdos de inversión por valor de miles de millones de dólares con países del Golfo desde que Assad fue derrocado, el país todavía enfrenta dificultades financieras.
Si bien Estados Unidos y Europa han levantado muchas de las sanciones impuestas durante el gobierno de la dinastía Assad, el impacto sobre el terreno ha sido limitado hasta ahora.
Los recortes a la ayuda internacional han empeorado las condiciones de vida para muchos. Naciones Unidas estima que el 90% de la población de Siria vive en la pobreza.