ENTRE PUTIN Y TRUMP, EUROPA AGUARDA MESES DE INCERTIDUMBRE

“Vamos a estar bajo la influencia de las decisiones en EU”.

Claudia Luna Palencia
Internacional
PUTIN TRUMP EUROPA

Mientras en el cuartel general de la OTAN en Bruselas su titular, Jens Stoltenberg, anuncia más gasto militar, desde el Ministerio de Defensa en España el coronel José Luis Calvo Albero reflexiona sobre los delicados meses por venir, no solo para Europa sino para la geopolítica en general: van a ser duros.

Rusia celebró elecciones entre el 15 y el 17 de marzo sin opciones de cambio, porque Vladimir Putin se quedará seis años más en el poder con estos comicios disfrazados; y en Estados Unidos recientemente el expresidente Donald Trump volvió a obtener la candidatura del Partido Republicano para contender otra vez por la presidencia en las elecciones del 5 de noviembre.

Para Europa, dentro del contexto geopolítico actual, con la invasión rusa de Ucrania camino de los tres años y las tensiones bélicas en la Franja de Gaza, quedar atrapada entre las amenazas de Putin y la vuelta de Trump a la Casa Blanca es una auténtica pesadilla.

“Sí es una perspectiva muy poco atractiva; sabíamos que vendría. Y aunque en estos momentos no tenemos la certeza absoluta de que Trump ganará las elecciones, aunque hay muchas posibilidades, el problema es que si vuelve al poder lo hará en un mundo muy revuelto y entonces eso se vuelve más preocupante todavía”, de acuerdo con el militar español.

En opinión del titular de la División de Coordinación y Estudios de la Secretaría General de Política de Defensa del Ministerio de Defensa de España, a Trump ya se le conoce por la forma como se comportó durante sus cuatro años como presidente y si bien en algunos aspectos se puede negociar con él, en otros es imposible hacerlo.

“La parte que más nos inquieta a los europeos tiene que ver con el compromiso de EU en materia de defensa: es nuestro pilar en defensa y si ese compromiso se debilita… si Trump lo debilita porque no está tan dispuesto en ayudar a Europa en caso de una amenaza, para nosotros será un cambio radical en todo nuestro esquema de seguridad y defensa”, advierte el coronel Calvo Albero.

Nada escrito

—El artículo 5 de las reglas de la OTAN tiene su trampa: nadie podrá ir obligado a defender a otro, si el Congreso de su país no lo autoriza…

—Sí, efectivamente, el compromiso del artículo 5 es que los países miembros de la Alianza Atlántica apoyarían al miembro que invoque el artículo 5 porque sea agredido o atacado, pero con los recursos y de la manera en que consideren conveniente. En realidad, este artículo es bastante flexible en cuanto a que no obliga a una acción militar… pero ese consenso no está escrito en el tratado de que efectivamente una agresión de la alianza provocaría una respuesta militar del resto, de todos en su conjunto.

Por esa razón, indica Calvo Albero, es muy importante mantener en alto la credibilidad de los 32 países miembros de la OTAN: “Con declaraciones como las de Trump empiezan a surgir dudas y eso debilita la cohesión. Todos pensamos que en el momento que alguien ataque a un país de la Alianza el resto, junto con EU a la cabeza, saldrá en su defensa; pero no es así; es decir, se lo podría apoyar con ayuda diplomática o humanitaria; con información de inteligencia militar o enviar equipo militar, pero no necesariamente tropas en el terreno”.

—Es extraño, pero la única vez que se ha invocado el artículo 5 lo hizo EU a raíz de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001…

—Fue un poco atípico porque nadie se esperaba que fuese EU el primero en invocar el artículo 5, sino un país europeo; en segundo lugar, fue una petición por un ataque terrorista, así que se desplegaron aviones para que participasen en labores de alerta temprana sobrevolando el espacio aéreo norteamericano; es decir, hubo labores de vigilancia y se solicitaron una serie de capacidades militares, pero no una intervención militar como tal.

—¿Por qué cree que Trump intenta debilitar a la OTAN?

—Es curioso y preocupante para nosotros los europeos. Lo que pasa es que no sabemos hasta qué punto él está jugando a hacer presión en los aliados para que gasten más en defensa; no sabemos si sus declaraciones son totalmente serias y al final dirá que no defenderá a Europa. Recuerdo que en su momento llegó a decir que su país no iría a la guerra por defender a Montenegro, por ejemplo.

Calvo Albero insiste en que la propia personalidad de Trump es incierta en muchos sentidos y es de las personas que generan mucha presión, además de tener ideas muy aislacionistas para EU.

Esta es la segunda ocasión que Vértigo tiene una exclusiva con el destacado militar, experto en análisis de inteligencia; y en su momento, hace unos meses, respecto de la invasión de las tropas rusas a Ucrania señaló que a personajes como Putin había que darles una salida.

Algo que para como están las cosas en el tablero global y en especial en la nueva geopolítica europea, tras la incorporación de Finlandia y recientemente de Suecia a la Alianza Atlántica, parece cada vez más imposible.

“Esto es lo que ocurre cuando se alargan los conflictos; conforme la guerra se va haciendo más larga las posiciones en los dos bandos son más enconadas: por un lado, Ucrania tiene invadido 18% de su territorio, es muy complicado que Zelenski venda un alto al fuego a su población; y, en el caso de Rusia, se le ve con un poco más de ventaja respecto de hace un año, cuando estaba preparándose la contraofensiva ucraniana. Aunque es verdad que Ucrania está ahora más debilitada por la falta de apoyo desde EU”, indica Calvo Albero.

Aun así, desde la óptica militar de Calvo, hay que darle una salida a Rusia, pero al mismo tiempo una solución a Ucrania que sea “justa” y le devuelva su dignidad y su soberanía como nación.

—Eso es un galimatías, porque Zelenski quiere recuperar las fronteras de 1991 y que se le devuelva Crimea…

—Primero, lo más realista es un alto al fuego, parar las hostilidades y después de eso serán necesarias unas negociaciones con una mediación internacional; sin un mediador internacional es muy difícil que ambos se sienten a negociar y después necesitarán un acuerdo. Estas cosas implican cesiones por ambas partes; como europeos quizá sea preferible que Ucrania pierda parte de su territorio en un acuerdo y no a causa de la fuerza.

El mundo en vilo

La OTAN está en estos días de celebración por el ingreso de Suecia a sus filas. Se trata de su miembro 32. Prácticamente el Báltico es territorio bajo la órbita de la seguridad y defensa de la alianza, gracias a que Finlandia y Suecia rompieron con décadas de neutralidad tras la invasión de Rusia a Ucrania: vieron su enorme vulnerabilidad ante la impredecibilidad de Putin y optaron por entrar al cónclave militar.

Al respecto, Calvo Albero comenta que la situación en la OTAN es un poco paradójica: por un lado, la alianza como tal ya se ha reforzado bastante con la entrada de Suecia y Finlandia, porque son dos países que robustecen mucho el flanco norte, sobre todo Suecia que tiene una industria potente y encima se refuerza el Ártico que puede convertirse en un escenario estratégico de cara al futuro; pero, “por otro lado, la amenaza de Rusia sigue; la guerra en Ucrania continúa y la desestabilización puede extenderse a otros países; tenemos a Moldavia con problemas con Transnistria”.

Moldavia es un país pequeño, dice, que “no es miembro de la Unión Europea (UE), ni de la OTAN; y, tenemos a Bielorrusia, que es un país inestable; y no hay que olvidar los riesgos en el Cáucaso, donde hay conflictos todavía. La OTAN está en una situación muy complicada”.

Hace unos días el presidente de Francia, Emmanuel Macron, reunió a una serie de líderes europeos para, entre otras cosas, proponerles el envío de tropas a Ucrania. Recientemente, el presidente de Lituania, Gitanas Nauséda, dijo que había que apoyar la propuesta de Macron y se mostró dispuesto a contribuir con el envío de tropas a territorio ucraniano.Preguntado al respecto, el coronel Calvo Albero externa que es posible que Rusia ataque a un país de la OTAN, pero también pide considerar la propia situación del ejército ruso actualmente.

“Rusia no ha avanzado a más de 70 kilómetros de la frontera con Ucrania; no ha podido llegar a Odesa; me pregunto con qué capacidades atacará a los Bálticos o bien a la propia Polonia; el ejército ruso ha sufrido enormes bajas, su capacidad es limitada en el terreno. Se equivocaron cuando creyeron que ese ejército ucraniano débil no les haría resistencia”, subraya convencido.

—¿Qué nos deparan los próximos meses en materia geopolítica?

—Vamos a estar bajo la influencia de las decisiones en EU y además están las elecciones. Respecto de Ucrania, si el Congreso norteamericano no saca rápidamente ese paquete de ayuda de 60 mil millones de dólares es muy difícil que, según se acerquen las elecciones norteamericanas, salga adelante; lo que haya que arreglar, a partir del verano no se hará nada, ni mínimamente.

Eso, esgrime el especialista militar, solo añade más incertidumbre: “El mundo necesita decisiones y ese liderazgo de EU que no veremos, porque está en elecciones. Es más, esperamos una fase de un alto al fuego en Ucrania con el apoyo europeo y ojalá que también con el norteamericano. Estos meses de marzo a mayo son decisivos; después no habrá nada hasta noviembre, cuando ya sepamos quién gobernará en la Casa Blanca”.

—Ya hay quien busca mudarse de Europa. ¿Tan mal se pondrán las cosas si el que gana es Trump?

—Trump trabaja para lo que él entiende como intereses de EU. Se trata de un hombre muy aislacionista y su anterior presidencia digamos que fue pacífica… relativamente pacífica. Lo que pasa es que no había el escenario que hay ahora: la invasión rusa a Ucrania, la guerra en Gaza, las tensiones en Oriente Medio. Trump, sobre todo, en su momento fue muy agresivo con China, no lo veo como una persona proclive a la guerra porque es fundamentalmente un aislacionista. Él solo iría a la guerra si ve una amenaza existencial sobre de EU, aunque no hay que perder de vista que no hace guerras, pero sí toma decisiones que luego generan caminos para crearlas.