EUROPA TEME UNA BURBUJA FINANCIERA DE IA

“Empresas demasiado grandes para dejarlas caer”.

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Internacional
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Las acciones tecnológicas y aquellas más expuestas al tema del avance de la Inteligencia Artificial, podrían provocar una corrección en el mercado bursátil, alertan especialistas.

Aquí en Europa los expertos en finanzas y mercados bursátiles se preguntan si está formándose una burbuja impulsada por la Inteligencia Artificial (IA) que pueda significar un riesgo. No son pocas las bolsas cuyas ganancias están siendo alentadas por un segmento formado por empresas tecnológicas.

A medida que el entusiasmo por la IA transforma los mercados y concentra el riesgo, aumentan las dudas sobre si el auge refleja un crecimiento duradero o la forma familiar de una burbuja especulativa que reventará en cualquier momento.

Pero podría no ser la única alerta en el camino observada por los analistas: el Banco de Pagos Internacionales (BPI) está llamando la atención sobre la subida simultánea de los precios del oro y de las acciones: “Se trata de un fenómeno que no se había visto en al menos medio siglo y plantea interrogantes sobre una posible burbuja en ambos”.

En este sentido, “mientras los mercados de renta variable siguen impulsados por las ganancias de la IA y la tecnología, la subida de 60% del oro este año será la mayor desde 1979, lo que aviva el debate sobre si ha cambiado su papel tradicional como activo de refugio”, de acuerdo con Reuters.

Esto de las burbujas nada tiene que ver con la efervescencia del champán, pero sí con una especulación deliberada para inflar de forma continuada el precio de un bien o de una acción para luego vender en lo alto y después dejar caer el valor. Tarde o temprano todo lo que sube tiene que bajar.

En el mundo financiero cada vez son más recurrentes las preguntas de hasta dónde llegará el oro o bien hasta dónde lo harán las empresas de la tecnología alentadas por los avances en la IA y que están nutriendo las principales ganancias del índice S&P500 en Wall Street.

Explosivo

Considerado un tradicional activo seguro además de toda la vida conservador, el oro está metido en un ciclo especulativo, de acuerdo con el BPI, y además hay otro fuerte rally en otro sector como el mercado accionario.

Este banco de bancos centrales pone el acento haciendo notar que se trata de un “comportamiento explosivo” no visto en las últimas cinco décadas.

De acuerdo con Reuters este año el valor del oro ha subido 60%, pero acumula un incremento de 150% desde 2022 a la fecha: “Otra posible señal de advertencia de burbuja es que los inversores minoristas también se han ido amontonando y se observa una fuerte presión compradora”.

Respecto del papel de la IA en esta euforia inusitada en los mercados accionarios, sobre todo en Wall Street, Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), advirtió que las acciones tecnológicas y aquellas más expuestas al tema del avance de la IA, podrían provocar una corrección en el mercado bursátil.

Al participar en la Euro Finance Week en Fráncfort, De Guindos indicó que los mercados financieros siguen siendo vulnerables a diversos ajustes bruscos en los precios de los activos.

“Al mismo tiempo, la concentración de mercado y la interconexión entre un puñado de grandes empresas tecnológicas estadunidenses ha aumentado aún más, dejando a los mercados expuestos a riesgos derivados de posibles choques en sus modelos de negocio relacionados con la IA”, afirmó el economista español.

El epicentro de atención orbita alrededor del comportamiento observado en los llamados “siete magníficos”, que forman parte del S&P500 y son Apple Inc.;

Microsoft Corporation; Alphabet Inc.; Amazon.com; Nvidia; Meta Platforms y Tesla.

Hay empresas como Nvidia, Amazon, Google y Microsoft con una enorme capitalización bursátil.

Los expertos temen que la euforia en torno a los avances de la IA esté provocando una burbuja que pronto podría estallar y causar grandes pérdidas en los mercados bursátiles. Los inversores empiezan a preguntarse si todo ese dinero que están comprando en acciones se justificará en logros importantes derivados de la IA.

Bitcoin

En Europa hay inquietud, porque si se produce una caída repentina del mercado, los balances de los agentes no bancarios en la zona euro podrían verse bajo presión. Todavía en la Unión Europea no superan el trauma derivado de la crisis de las subprime, que desató una recesión de más de una década en varios países europeos.

Cunden las advertencias

Hace unos días el Financial Times publicó que además del BCE hay otros organismos, como el Banco de Inglaterra, haciendo notar la sobrevaloración en el precio de las acciones de la IA.

Sin hablar de plazos, en medio de estas valoraciones persistentemente altas las dudas son cuándo iniciarán los ajustes; el BCE no lo ve tan a corto plazo, porque el auge por la IA está en pleno proceso.

A la pregunta de ¿cómo se forma una burbuja; es el sector de la IA demasiado grande para quebrar?, Itay Goldstein explicó para la Universidad de Pensilvania que en esencia se produce una burbuja financiera cuando los precios de los activos suben significativamente por encima de su valor fundamental. Ya sea una acción, un bono, un título, un bien inmueble o incluso una criptomoneda.

“Las burbujas suelen comenzar cuando los inversores compran porque realmente creen que algo está infravalorado. Con el tiempo, a medida que los precios siguen subiendo, la motivación cambia y la gente deja de preguntarse, ¿cuánto vale esto?; y empieza a preguntarse, ¿cuánto puede llegar a ser más alto?”, señaló Goldstein en su análisis para la Universidad de Pensilvania.

Para este experto de Wharton Economics los nubarrones nunca vienen solos, ya que existen una serie de factores a los que poner atención porque combinados entre sí podrían crear una tormenta perfecta.

Riesgos a tomar en cuenta

Para Gumersindo Ruiz, analista financiero, hay cinco riesgos que no deben perderse de vista en momentos en que los economistas y académicos analizan las señales actuales en el mercado:1) La actual volatilidad muy reducida en los mercados de acciones es menor que la observada en los bonos de deuda; 2) una concentración en pocas compañías, principalmente norteamericanas, pues solo en el Nasdaq 100 estas siete empresas representan 43.6% de la capitalización total; 3) el riesgo añadido de los bonos del Tesoro de Estados Unidos con un déficit fiscal descontrolado; 4) la expansión de las criptomonedas; y, 5) la fragilidad en liquidez, endeudamiento y opacidad del sistema no bancario, que amplificaría el estrés en una crisis.

Ruiz, quien tiene una dilatada carrera como economista en España y llegó a ejercer como presidente de la Caja de Antequera, destaca que la primera idea clave que persiste es la fragilidad en los mercados financieros relacionada con la IA.

“Y el riesgo es tal, que compañías de seguros como AIG, Great American o WE Berkley no cubren los asociados con aplicaciones de IA por temor a fallos y mal uso en chatbots”, puntualiza.

Además, no es un mundo fácil de entender: es un nuevo horizonte que se expande en el conocimiento del ser humano. Así es que habrá que estar muy al pendiente de temas como el software con desarrollos imaginativos de autogeneración; de máquinas y almacenaje de datos; así como de chips para que todo funcione. E incluso de la geopolítica y la geoeconomía de los componentes y minerales de tierras raras en una compleja red internacional marcada por las tensiones.

Para quien fuera consejero delegado del Grupo Financiero Unicaja, ante una caída en las cotizaciones accionarias no se esperaría una afectación por igual para todas las empresas; es decir, se cree que la corrección no generaría un efecto dominó, como sí ha sucedido en otros sectores en años anteriores, como en el bancario.

Ruiz pone como ejemplo el caso de Nvidia, la mayor empresa del mundo por capitalización bursátil dedicada a la fabricación de chips y cuya rentabilidad en el último año ha caído ligeramente a pesar de tener una deuda baja: “Hay dos variables relevantes, demanda y competencia; ambas son claves del mantenimiento o no del valor de la IA que planteamos. En cuanto a la demanda, no acaba de responder a las inversiones fabulosas en el sector y hay dudas sobre las ganancias de productividad en sectores que no disponen de bases masivas de datos; no parece probable que haya una retirada masiva de las redes sociales, pero tampoco que se aplique la IA de forma generalizada en la sanidad, la enseñanza o en otros sectores”.

Luego está el tema de la competencia, que Ruiz desmenuza a partir del mantenimiento de la demanda, lo que a su juicio no llevaría a un estallido de una burbuja, pero provocaría que algunas compañías impusieran sus avances en tecnología y dominio de mercado frente a otras que perderían valor, dentro de una cierta corrección general en el sector y depreciación de la infraestructura creada.

“También puede darse un cambio tecnológico en la IA, en parte para superar limitaciones actuales como el acceso a la red eléctrica, un aspecto donde España es, contra lo que se cree, muy competitiva”, señala el también expresidente de la Comisión de Economía de la Cámara de Comercio en Málaga.

Sin embargo, no todos lo tienen tan claro. Hace unos días Forbes puso en duda que exista tal burbuja incipiente o desenvolviéndose: de acuerdo con un análisis de Jason Snyder, experto en tecnología en IA e innovación, hay una narrativa sobre una burbuja de IA que está siendo diagnosticada de forma incorrecta. “Esto no es una burbuja. Es la mayor expansión de infraestructuras impulsadas por energía en la historia moderna”.

Añade: “Michael Burry está vendiendo en corto el mercado de la IA. Es el mismo inversor que anticipó la crisis de las subprime y advierte ahora que vivimos una burbuja de IA definida por valoraciones descontroladas, especulación agresiva, capital barato y fe en un crecimiento sin fin”.

La comparación con 1999 y 2008 “es tentadora, pero esta vez puede que (Burry) esté apuntando al objetivo equivocado”, esgrimió Snyder.

El tecnólogo defiende en su artículo que el auge de la IA no se basa en hipotecas malas o en métricas publicitarias infladas: “Se está construyendo sobre algo mucho más fundamental: la energía. La ironía es que la narrativa de la burbuja de la IA es en sí misma una burbuja inflada por personas que aplican analogías anticuadas a un fenómeno que no les encaja. Los críticos señalan las pérdidas operativas de OpenAI, sus elevados requisitos de cómputo y el hecho de que sus gastos superan con creces sus ingresos”, de acuerdo con sus argumentaciones.

Y, por último, remata: “En la economía clásica del software estas serían sin duda señales de alerta. Pero la IA no sigue las estructuras de costos de las aplicaciones o plataformas sociales. Sigue las estructuras de costos de la infraestructura y lo que estamos presenciando no es una manía especulativa, sino una transformación estructural impulsada por la termodinámica, la densidad de poder y un cambio global hacia la inteligencia con base en la energía”.

Con sus detractores y defensores, mientras tanto, la IA está mostrando su gran potencial para transformar a la sociedad. Y en la medida en que siga consiguiendo nuevos adelantos seguirá nutriendo a esas grandes empresas de tal tecnología, que llegarán a un punto sistémico en algún momento de su historia y serán, como ya sucede con algunos bancos, demasiado grandes para dejarlos caer. El futuro dará la respuesta…

Algunos datos

De acuerdo con diversas agencias europeas, en apenas dos años la IA agéntica ha evolucionado pasando de ser una tecnología emergente a un despliegue de sistemas. Estos agentes no solo generan contenido o automatizan tareas; pueden ejecutar procesos, tomar decisiones y aprender de forma continua.

En 2025 la IA ha conseguido llegar a un punto de madurez al instalar aplicaciones y herramientas que se usan en el dwía a día, como el Modo IA de Google.

El auge de la IA generativa aumentó el consumo energético y de agua. Según un estudio de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Múnich algunos modelos generan hasta 50 veces más emisiones.

También este año los deepfakes alcanzaron un nivel de realismo que dificulta distinguirlos de imágenes auténticas, lo que genera incidentes al usarse imágenes falsas de personas conocidas y la utilización indebida de estas imágenes para estafas.

Además, Meta incluyó su asistente Meta AI en WhatsApp en 2025, permitiendo a los usuarios pedir sugerencias, obtener resúmenes y redactar mensajes dentro de chats individuales o grupales. Aunque ha generado debate, las conversaciones siguen protegidas por cifrado de extremo a extremo.

Por último, desde su lanzamiento hace apenas tres años ChatGPT ha supuesto el punto de inflexión en esta transformación digital: en 2025 OpenAI presentó GPT-5, un modelo orientado a empresas con capacidades avanzadas de razonamiento, matemáticas y agentes que pueden actuar en nombre del usuario. También mejora la interacción multimodal con imágenes, video y audio, y está disponible tanto en versión gratuita como de pago.

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