LAS ARMAS PRIMERO ANTE EL TEMOR DE UNA GUERRA GLOBAL

“El rearme es señal de un mundo cada vez más inseguro”.

Claudia Luna Palencia
Internacional
GUERRA

Las importaciones europeas de armas casi se duplican; las exportaciones estadunidenses y francesas siguen creciendo; mientras las exportaciones rusas

caen.

No hay dinero para escuelas, ni para reforzar el sistema sanitario, pero sí para armas: el gasto militar mundial aumentó 3.7% en términos reales en 2023 respecto del año inmediato anterior, tras destinársele la cantidad de 2.44 billones de dólares.

De acuerdo con el informe presentado por el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) solo cinco países acumulan 61% del gasto en defensa global.

Encabeza la lista Estados Unidos con 916 mil millones de dólares; le siguen China con 296 mil millones; Rusia con 109 mil millones; India, con 83 mil 600 millones; y en quinto puesto Arabia Saudita con 75 mil 800 millones de dólares.

EU es el país que más dinero destina para su seguridad y defensa como ha sido su piedra angular desde el final de la Segunda Guerra Mundial; por sí solo representa 37% del gasto militar total global. Su presupuesto es tan exorbitante, que suma todo lo que gastan los nueve países que le siguen en la lista del ranking del mayor gasto militar.

China triplica lo que destina casi nueve veces lo que el Kremlin gastó el año pasado; y eso que este sigue desarrollando la invasión a Ucrania.

La Unión Americana elevó 2.3% su gasto en defensa y aunque otros países quedan mucho muy atrás en cuanto al monto destinado al Pentágono también están pertrechándose; por ejemplo, los países europeos compran más armamento ante el temor de una guerra con Rusia.

Sin embargo, son cinco naciones europeas las que se ubican entre las primeras 15. Se trata de Reino Unido con 74 mil 900 millones de dólares; Alemania con 66 mil 800 millones; Francia con 61 mil 300 millones; Italia con 35 mil 500 millones; y Polonia, con 31 mil 600 millones de dólares.

La situación de Polonia es paradigmática: desde 1947 hasta 1990 estuvo bajo la esfera de la influencia soviético-comunista y teme que pueda ser invadida por el ejército ruso bajo las órdenes de Vladimir Putin, quien se ha convertido en el azote de los europeos. Ante este miedo, el gobierno de Andrzej Duda ha incrementado 75% el gasto militar.

También está la situación de Finlandia y Dinamarca: ambos países nórdicos son dos flamantes nuevos miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y en cierta medida eso los obliga a destinar más dinero a su defensa. El primero ha subido 54% ese gasto, hasta los siete mil 30 millones de dólares; y el segundo 39%, hasta los ocho mil 100 millones de dólares.

Guerra

Si bien hay varios conflictos armados en el mundo, dos son los que más ocupan la atención por sus dimensiones geopolíticas y también geoeconómicas: la invasión de las tropas rusas a Ucrania, que ya supera los dos años y vive sus días más cruciales; y la guerra que libra Israel contra Hamás en la Franja de Gaza, que ya provoca confrontaciones con Irán, Líbano, Siria y los hutíes de Yemen.

Resulta llamativo que Rusia ha logrado evadir el golpe de efecto de las múltiples sanciones comerciales, económicas, financieras y de inversiones, así como quedar excluido del sistema de pagos internacionales. Lo ha hecho gracias al apoyo de China, India, Irán, Corea del Norte, Bielorrusia y otros países africanos y asiáticos.

No se ha ido a la quiebra como quería la Casa Blanca. El Kremlin sigue siendo desafiante y el año pasado incrementó 24% su gasto militar, hasta los 109 mil millones de dólares. Esto es muy relevante, pues ningún país europeo lo supera ni remotamente se acerca. El FMI señala que el año pasado la economía rusa creció 3.6 por ciento.

También está Ucrania: el gobierno de Kiev tiene una economía de guerra y es el país invadido; no solo vive una destrucción de capital, sino fundamentalmente una destrucción de vidas; muchos son soldados entre los 25 y 40 años; ha pasado de caer más de 30% en 2022, a cerrar el año pasado con un PIB de 5.3 por ciento.

El gobierno de Volodímir Zelenski ha recibido desde el inicio de la guerra (24 de febrero de 2022) más de 44 mil millones de dólares enviados por el gobierno norteamericano para comprar más armas, pagar a los soldados y nuevos reclutas y oxigenar los pagos del sector público y el gobierno federal.

Por su parte, la UE ha otorgado a Ucrania 33 mil millones de dólares; sin embargo, en los meses más recientes ha ido menguando la capacidad de resistencia de las tropas ucranianas por la falta de municiones y de la artillería necesaria para frenar la destrucción rusa a través de los misiles.

El presidente Zelenski declaró hace un par de meses que 31 mil soldados ucranianos han perdido la vida desde que inició la invasión rusa. El Pentágono cree que la cifra podría ser el triple de la mencionada por Kiev, mientras que las bajas rusas serían de más de 50 mil según la BBC y más de 100 mil según el Pentágono.

El 24 de abril el Senado estadunidense promulgó un proyecto de ley que destina 95 mil millones de dólares en ayuda exterior (sobre todo para comprar armas) para Ucrania, Israel y Taiwán; el proyecto llevaba seis meses paralizado en el Congreso y ha salido finalmente aprobado por ambos partidos, el Demócrata y el Republicano.

Para Ucrania van destinados 60 mil 800 millones de dólares; unos 26 mil 300 millones de dólares para Israel; y ocho mil 100 millones para Taiwán.

En este decreto se añadió por vez primera un artículo en el que se agrega que la Casa Blanca solicitará al gobierno de Kiev el reembolso de aproximadamente diez mil millones de dólares en asistencia económica en forma de préstamos condonables. Esa fue la propuesta de los republicanos.

Ucrania el año pasado aumentó 51% su gasto en defensa hasta los 64 mil 800 millones de dólares; casi es el mismo gasto militar de Alemania y un poco más que el de Francia; el doble de Italia, Australia y Polonia; y el triple de Israel, que el año pasado gastó 27 mil 500 millones de dólares.

Rearme inevitable

El gasto militar mundial aumentó por noveno año consecutivo a un máximo histórico, ya que por primera vez desde 2009 subió en las cinco regiones geográficas.

En opinión de Nan Tian, investigador principal del Programa de Gasto Militar y Producción de Armas del SIPRI, el rearme es señal de un mundo cada vez más inseguro. “Los Estados están reforzando su fuerza militar en respuesta al deterioro del entorno de seguridad”.

Reflejo de esta percepción, todos los miembros de la OTAN encausaron sus presupuestos a una mayor partida militar; la Alianza gastó en conjunto 1.34 billones de dólares.

Aunque EU ejerce 68% del gasto militar total de la Alianza Transatlántica, el expresidente Donald Trump no puede quejarse más de que los países miembros no destinen 2% de su PIB para armarse.

“Para los Estados europeos de la OTAN los últimos dos años de guerra en Ucrania han transformado las perspectivas de seguridad. Este cambio en la percepción de las amenazas se refleja en una proporción cada vez mayor del PIB que se dirige al gasto militar y el objetivo de la OTAN de 2% se considera cada vez más como una línea de base, en lugar de un umbral para alcanzar”, expresó Lorenzo Scarazzato, también analista del SIPRI.

Una década después de que los miembros de la OTAN se comprometieron formalmente con el objetivo de gastar 2% del PIB en armas, la mayoría de sus miembros están cumpliendo con ello: si en 2014 solo siete países cumplían con este objetivo, el año pasado lo hicieron 28 miembros.

Compraventa de armas

Las importaciones europeas de armas casi se duplican; las exportaciones estadunidenses y francesas siguen creciendo; mientras las exportaciones rusas caen.

EU aumentó 17% sus exportaciones de armas de 2019 a 2023, mientras que las exportaciones de armas de Rusia se redujeron a la mitad. Rusia fue por primera vez el tercer mayor exportador de armas, justo por detrás de Francia.

Dan Smith, director del SIPRI, dijo al respecto que más de la mitad de las importaciones de armas por parte de los Estados europeos proceden de EU y Europa es responsable de alrededor de un tercio de las exportaciones mundiales de armas, incluidos grandes volúmenes que se realizan fuera de la región, lo que refleja la fuerte capacidad militar-industrial de Europa.

“Son muchos los factores que dan forma a las decisiones de los Estados europeos de la OTAN de importar desde EU, incluido el objetivo de mantener las relaciones transatlánticas junto con las cuestiones más técnicas, militares y relacionadas con los costos. Si las relaciones transatlánticas cambian en los próximos años las políticas de adquisición de armas de los Estados europeos también pueden modificarse”, según Smith.

EU entregó armas importantes a 107 países entre 2019 y 2023, más que en cualquier otro periodo quinquenal y mucho más que cualquier otro exportador de armas: la Unión Americana y los Estados de Europa occidental representaron en conjunto 72% de todas las exportaciones de armas de 2019 a 2023.

“Estados Unidos ha aumentado su papel global como proveedor de armas, un aspecto importante de su política exterior, exportando más armas a más países que nunca en el pasado. Esto llega en un momento en que el dominio económico y geopolítico de EU está siendo desafiado por potencias emergentes”, dijo Mathew George, director del Programa de Transferencias de Armas del SIPRI.

Las empresas norteamericanas que forman parte de la poderosa industria militar están vendiendo armamento como nunca antes: por primera vez en cinco quinquenios EU fue el mayor proveedor de armas a Asia y Oceanía, mientras que Arabia Saudita fue el segundo mayor importador de armas del mundo de 2019 a 2023, recibiendo 8.4% de las importaciones mundiales.

Por otra parte están las exportaciones de armas de Francia, que aumentaron 47% entre 2019 y 2023; por primera vez, fue el segundo mayor exportador de armas, justo por delante de Rusia.

La mayor parte de las exportaciones de armas de Francia (42%) fue a parar a Asia y Oceanía y otra parte (34%) a Oriente Medio. El mayor receptor de las exportaciones de armas francesas fue India, que representó 30%. El aumento de las exportaciones de armas francesas se debió en gran medida a las entregas de aviones de combate a India, Qatar y Egipto.

Katarina Djokic, investigadora del SIPRI, comentó que Francia aprovecha la oportunidad de la fuerte demanda mundial para impulsar su industria armamentística a través de las exportaciones. “Francia ha tenido un éxito particular en la venta de sus aviones de combate fuera de Europa”.

Casi 55% de las importaciones de armas por parte de los Estados europeos que fueron suministradas por EU supuso un aumento sustancial respecto de 35% de 2014 a 2018. Los siguientes proveedores más importantes de la región fueron Alemania y Francia, que representaron 6.4 y 4.6% de las importaciones, respectivamente.

“Con muchas armas de alto valor encargadas, incluidos casi 800 aviones de combate y helicópteros de combate, es probable que las importaciones europeas de armas se mantengan en un nivel alto”, dijo Pieter Wezeman, investigador principal del Programa de Transferencias de Armas del SIPRI.

También se ha visto en los últimos dos años una demanda mucho mayor de sistemas de defensa aérea en Europa, impulsada por la campaña de misiles de Rusia contra Ucrania.

En general, el mundo está rearmándose hasta los dientes.

Y los latinoamericanos también

Con un escenario internacional ríspido en el que los antiguos conflictos amenazan con exacerbarse, el rearme está siendo inevitable. Dentro de la lista del SIPRI, en el puesto 16 figura Brasil con un gasto en defensa militar de 22 mil 900 millones de dólares; está muy cerquita de Canadá, que el año pasado destinó para dicho fin 27 mil 200 millones de dólares.

Dentro de los 43 países que figuran en el listado difundido México aparece en el sitio 26 con once mil 180 millones de dólares. Es el único país en la región que en lugar de destinar más a defensa lo redujo 1.5% en 2023. Las asignaciones a la Guardia Nacional, fuerza militarizada utilizada para frenar la actividad criminal, aumentaron de 0.7% del gasto militar total de México en 2019, cuando se creó la fuerza, a 11% el año pasado.

“El uso de las Fuerzas Armadas para reprimir la violencia de las pandillas ha sido una tendencia creciente en la región durante años, ya que los gobiernos son incapaces de abordar el problema utilizando medios convencionales o prefieren respuestas inmediatas, a menudo más violentas”, comentó Diego Lopes da Silva, investigador principal del Programa de Gasto Militar y Producción del SIPRI.

Siguiendo con América Latina, en el puesto 27 figura Colombia con diez mil 700 millones de dólares y hay otro latinoamericano hasta el renglón 43: Chile, con un gasto en defensa por cinco mil 500 millones de dólares.

Gasto militar mundial 2023

País Monto en millones de dólares

EU 916,000

China 296,000

Rusia 109,000

India 83,600

Arabia Saudita 75,800

Reino Unido 74,900

Alemania 66,800

Ucrania 64,800

Francia 61,300

Japón 50,200

Corea del Sur 47,900

Italia 35,500

Australia 32,300

Polonia 31,600

Israel 27,500

Fuente: SIPRI