Líderes del G7 buscan salvar cumbre tras marcha de Trump

Trump advirtió que Teherán debe frenar su programa nuclear

Donald Trump se despide en Canadá para regresar a Washington.
Foto: AP
Redacción
Internacional
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Kananaskis, Canadá, 17 de junio. Seis de los líderes del Grupo de los Siete (G7) intentaban demostrar en el último día de su cumbre que el club de naciones ricas todavía tiene la influencia para moldear eventos mundiales, a pesar de la marcha anticipada del presidente Donald Trump.

El primer ministro de Canadá, Mark Carney, y sus homólogos de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón se reunirán con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy y el jefe de la OTAN, Mark Rutte, para discutir la implacable guerra de Rusia contra su vecino.

Los líderes mundiales se habían reunido en Canadá con el objetivo específico de ayudar a desactivar una serie de puntos de presión, sólo para ser interrumpidos por un enfrentamiento sobre el programa nuclear de Irán que podría escalar de maneras peligrosas e incontrolables. Israel lanzó una campaña de bombardeo aéreo contra Irán el viernes, e Irán ha respondido con misiles y drones.

Trump dejó la cumbre en el balneario de Kananaskis en las Montañas Rocosas canadienses la tarde del lunes, un día antes, diciendo: “Tengo que regresar, es muy importante”. Esto ocurrió al tiempo que el conflicto entre Israel e Irán se intensifica y el presidente de Estados Unidos declaró que Teherán debería ser evacuado “inmediatamente” y expresaba optimismo sobre un acuerdo para detener la violencia.

Antes de partir, Trump se sumó a los otros mandatarios para emitir un comunicado diciendo que Irán “nunca puede tener un arma nuclear” y pidiendo una “desescalada de las hostilidades en Oriente Medio, incluido un alto el fuego en Gaza”. Lograr unanimidad, incluso en un comunicado breve y de redacción amplia, fue un modesto éxito para el grupo.

En la cumbre, Trump advirtió que Teherán debe frenar su programa nuclear antes de que sea “demasiado tarde”. Dijo que los líderes iraníes “querrían hablar”, pero ya habían tenido 60 días para llegar a un acuerdo sobre sus ambiciones nucleares y no lo hicieron antes de que comenzara la campaña aérea israelí. “Tienen que hacer un trato”, afirmó.

Cuando se le preguntó qué se necesita para que Estados Unidos se involucre militarmente en el conflicto, Trump indicó ayer por la mañana: “No quiero hablar de eso”.

En el vuelo nocturno de regreso a Washington, Trump no pareció molesto por su decisión de faltar a una serie de reuniones que abordarán la guerra en Ucrania y asuntos comerciales.

“Hicimos todo lo que tenía que hacer en el G7", declaró a los periodistas a bordo del Air Force One antes de aterrizar la madrugada de este martes. “Tuvimos un buen G7".

Su salida repentina sólo aumentó el drama de un mundo que parece al borde de varias crisis. Trump ya ha impuesto fuertes aranceles a varias naciones que plantean el riesgo de una desaceleración económica global. Ha habido poco progreso en la resolución de las guerras en Ucrania y Gaza.

La postura de Trump sobre Ucrania lo pone fundamentalmente en desacuerdo con los otros mandatarios del G7, quienes apoyan a Ucrania y son claros en que Rusia es el agresor en la guerra.

El presidente de Estados Unidos sugirió ayer que no habría habido guerra si los miembros del G7 no hubieran expulsado a Putin de la organización en 2014 por anexionarse Crimea.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, indicó este día que el G7 parece “muy pálido y bastante inútil” en comparación con “por ejemplo, formatos como el G20".

Con las conversaciones para poner fin a la guerra en un punto muerto, Starmer indicó que Reino Unido y otros miembros del G7 estaban imponiendo nuevos aranceles a Rusia en un intento de llevarla a la mesa de negociaciones para un alto el fuego. Se espera que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, asista a la cumbre el martes por invitación de Carney, junto con otros líderes y mandatarios, entre ellos Rutte y el primer ministro indio Narendra Modi.

Trump se negó a sumarse a las sanciones contra Rusia, diciendo que esperará hasta que Europa lo haga primero.

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