LLAMADO DEL PAPA LEÓN XIV “SALVAGUARDAR LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y DE PRENSA”

“Solo los pueblos informados pueden tomar decisiones libres”.

Papa León XIV
Antonio Caporal
Internacional
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En su primera audiencia, dedicada a los medios de comunicación, el Pontífice llama a defender ese “precioso bien”.

En la audiencia celebrada el lunes 12, cuando recibió a periodistas de medios de comunicación de diferentes países, el Papa León XIV lanzó un llamado a salvaguardar la libertad de expresión y de prensa.

Ante alrededor de tres mil comunicadores congregados en el Aula Pablo VI de la Ciudad del Vaticano el líder de la Iglesia católica aseguró que “la primera conquista que todo poder autoritario intenta sofocar es, precisamente, la libertad de prensa”.

Asimismo, demandó a los gobiernos, en particular los de algunas naciones de Oriente Medio, Norte de África, Asia, América Latina y África Subsahariana, liberar a los periodistas que mantienen presos por ejercer su derecho a informar.

Comunicar la paz

La primera audiencia del Papa León XIV fue concedida a los representantes de los medios de comunicación que trabajaron durante el reciente Cónclave informando sobre lo acontecido en la elección del nuevo Pontífice.

“Les agradezco el trabajo que han realizado y realizan en este tiempo, que para la Iglesia es esencialmente un tiempo de Gracia”, les dijo.

En aquel encuentro León XIV hizo una reflexión con el Sermón de la Montaña: “Bienaventurados los que trabajan por la paz”. Y con esta frase exhortó a los periodistas a ejercer una “comunicación desarmada y desarmante, que comunique la paz”.

Al respecto, abundó: “La paz comienza con cada uno de nosotros: con la forma en que miramos a los demás, escuchamos a los demás, hablamos de los demás; y, en este sentido, la forma en que nos comunicamos tiene una importancia fundamental: debemos decir ‘no’ a la guerra de palabras y de imágenes, debemos rechazar el paradigma de la guerra”.

Igualmente, el Santo Padre agradeció a los comunicadores el arduo trabajo en Roma durante las últimas semanas: “Han estado en Roma estas semanas para contar (sobre) la Iglesia, su variedad y, al mismo tiempo, su unidad; acompañando los ritos de la Semana Santa; han relatado el dolor por la muerte del Papa Francisco, pero a la luz de la Pascua. Esa misma fe pascual nos ha introducido en el espíritu del Cónclave, que los ha visto particularmente ocupados en días agotadores”.

El Pontífice dijo a los comunicadores que ante el reto de los tiempos difíciles que vive la humanidad, se debe seguir adelante: “No debemos huir; al contrario, nos piden a cada uno de nosotros, en nuestras diferentes funciones y servicios, que no cedamos nunca a la mediocridad”.

Añadió: “Particularmente la Iglesia debe aceptar el reto del tiempo y, del mismo modo, debe aceptar que no puede haber comunicación y periodismo fuera del tiempo y de la historia. Como nos recuerda San Agustín: vivamos bien y los tiempos serán buenos. Nosotros somos los tiempos”.

Para León XIV está claro que “hoy en día uno de los retos más importantes es promover una comunicación capaz de sacarnos de la Torre de Babel en la que a veces nos encontramos, de la confusión de lenguajes sin amor, a menudo ideológicos o sectarios”.

Por lo tanto, agregó, el servicio de los comunicadores, con las palabras que utilizan y el estilo que adoptan, es importante: “La comunicación, en efecto, no es solo transmisión de información, sino creación de una cultura, de entornos humanos y digitales que se conviertan en espacios de diálogo y confrontación”.

Y teniendo en cuenta la evolución tecnológica “esa misión se hace aún más necesaria. Pienso, en particular, en la Inteligencia Artificial (IA), con su inmenso potencial, que exige, sin embargo, responsabilidad y discernimiento para orientar las herramientas por el bien de todos, de modo que puedan producir beneficios para la humanidad. Y esta responsabilidad concierne a todos, en proporción a la edad y a los roles sociales”.

Papa León Libertad de prensa

El poder autoritario

León XIV recordó al mundo una verdad elemental y muchas veces negada: “La libertad de prensa es la primera víctima de toda guerra, la primera conquista que todo poder autoritario intenta sofocar. Porque detrás de ella está la libertad de hablar, de pensar. Y en esa asfixia está la herida no solo de una categoría profesional, sino de la dignidad humana, de la justicia, de la posibilidad de elegir”.

Un texto de la agencia oficial Vatican News, publicado en su portal de internet, expone: “Las cifras hablan de un problema que está lejos de ser aislado o estar en declive. El Comité para la Protección de Periodistas informa que 124 periodistas fueron asesinados durante 2024, la cifra más alta de los últimos 30 años, incluso desde el récord histórico de 2007 (113); 95 han desaparecido en circunstancias todavía oscuras; y, hasta el 1 de diciembre de 2024, al menos 361 están encarcelados, la segunda cifra más alta de la historia”.

Por otro lado, el informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF) habla de 550 periodistas encarcelados, un aumento de 7% respecto de 2023.

Además de subrayar el hecho de que al menos 24 periodistas fueron asesinados deliberadamente a causa de su trabajo, “el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) añade que más de un tercio (43) de todos los periodistas y trabajadores de los medios de comunicación asesinados el año pasado eran freelance. Otro nuevo y triste récord para los trabajadores de prensa autónomos, quienes a menudo se enfrentan a los mayores peligros porque tienen pocos recursos”.

Vatican News también destaca que “las zonas geográficas más peligrosas en 2024 fueron Oriente Medio, Norte de África, Asia, América Latina y África Subsahariana. En estos contextos, el periodismo es una misión. Es una vocación estar ahí donde no llega la voz de los débiles, donde se oculta el sufrimiento”.

Ante este panorama, León XIV afirmó que “necesitamos una comunicación que escuche, que acoja, que cuente, que ilumine las periferias de la historia”.

Y reconoció “el valor de quienes defienden la dignidad, la justicia y el derecho de los pueblos a estar informados, porque únicamente los pueblos informados pueden tomar decisiones libres”.

En este sentido, pidió la libertad de los comunicadores que se encuentran presos: “El sufrimiento de los periodistas encarcelados interpela la conciencia de las naciones y de la comunidad internacional, llamándonos a todos a salvaguardar el bien precioso de la libertad de expresión y de prensa”.

Puntualizó: “Permítanme reiterar la solidaridad de la Iglesia con los periodistas encarcelados por haber buscado y contado la verdad, y pedir su liberación”.

Al recordar a su antecesor, Francisco, el Papa León XIV expresó: “Desarmemos la comunicación de todo prejuicio, rencor, fanatismo y odio; purifiquémosla de agresiones”.

En este sentido, reafirmó que “una comunicación desarmada y desarmante nos permite compartir una visión diferente del mundo y actuar de forma coherente con nuestra dignidad humana. Les pido que elijan consciente y valientemente el camino de la comunicación pacífica”.

Esperanza en la información

A lo largo de la historia los pontífices han destacado el valor de la comunicación y la libertad de expresión; y de manera constante recuerdan que estar informado es un derecho humano fundamental.

Asimismo, para quienes han encabezado la Iglesia católica es un hecho que difundir la palabra, noticias, imágenes, pensamientos y la cultura es ante todo una responsabilidad: la de buscar y promover la verdad.

El Papa Juan XXIII, por ejemplo, afirmó en la encíclica Pacem in Terris que “todo ser humano tiene derecho a la información objetiva”.

Al destacar la importancia de la comunicación, la información y de los instrumentos para transmitir noticias, Pablo VI apuntó a su vez en el decreto conciliar Inter Mirifica: “¿Qué son las comunicaciones sociales? Son los medios, los instrumentos, los vehículos a través de los cuales los hombres se transmiten entre sí noticias, informaciones, opiniones, juicios, críticas, intenciones, enseñanzas, propaganda, pensamientos”.

Juan XXIII

Agregó: “Es la suma del lenguaje de las conversaciones, exhortaciones y polémicas que los hombres mantienen entre sí. Se trata del comercio de palabras, de noticias, de ideas que circulan en la sociedad, un comercio cada vez más en expansión y que tiende a globalizarse”.

La técnica moderna de la imprenta, la radio y la televisión, señaló, “hace que esta difusión de voces e imágenes de la conversación y la cultura de los hombres entre sí sea extremadamente rápida, atractiva e impresionante. ¿No es este un hecho característico y dominante en nuestra vida diaria? En nuestra civilización contemporánea nadie puede negarlo. Por eso también la Iglesia debe cuidar de ello”.

En un discurso dirigido a los representantes de los medios de comunicación, Juan Pablo I expresó en su momento: “La comunicación es comunión. La Iglesia también debe afrontarlo, porque las herramientas de la comunicación pueden establecer una conexión profunda con los valores humanos y las expectativas de la sociedad”.

Indicó que “la sagrada herencia que nos han dejado el Concilio Vaticano II y nuestros predecesores Juan XXIII y Pablo VI exige de nosotros la promesa de una atención particular, de una colaboración franca, honesta y eficaz con los instrumentos de la comunicación social”.

Admitió también: “No nos ocultamos los riesgos de masificación y nivelación que tales medios traen consigo, con las consiguientes amenazas a la interioridad del individuo, a su capacidad de reflexión personal, a su objetividad de juicio. Pero sabemos qué nuevas y felices posibilidades ofrecen al hombre de hoy de conocer y acercarse mejor a sus semejantes, de percibir más de cerca sus anhelos de justicia, de paz, de fraternidad, de establecer con ellos vínculos más profundos de participación, de comprensión, de solidaridad en vista de un mundo más justo y humano”.

Instrumento eficaz

Juan Pablo II fue asimismo un gran comunicador y un personaje comprometido con la libertad de expresión.

En un mensaje a los periodistas, señaló: “Comunicar es respetar la verdad. Para el mundo de la comunicación y del periodismo, en particular, se requiere una opción fundamental: el servicio de la comunicación social, destinada a enriquecer los conocimientos y el patrimonio educativo del individuo y a ofrecer a la comunidad un instrumento eficaz de crecimiento civil, espiritual y moral”.

Agregó: “El respeto a la verdad exige un compromiso serio, un esfuerzo preciso y escrupuloso de investigación, de verificación, de evaluación”.

Por su lado, Benedicto XVI afirmó: “El tercer milenio, marcado por la difusión de internet y las posibilidades que ofrecen los nuevos canales digitales y la Inteligencia Artificial exige no solo la búsqueda de la verdad, sino también de un testimonio auténtico, coherentemente vinculado a lo que se comunica”.

En tanto, el Papa Francisco señaló: “Es urgente reflexionar sobre los lenguajes desarrollados por las nuevas tecnologías, aquellas vinculadas a las redes sociales. Las herramientas pueden ser muy efectivas pero lo decisivo, sobre todo, son los contenidos compartidos y los tonos utilizados”.

En este sentido, aseguró: “Lo que debe prevalecer, incluso en el campo de la comunicación, no es el odio y la oposición, sino la lógica del diálogo y del entendimiento”.

De igual forma, mostró su preocupación por “las manipulaciones de quienes difunden noticias falsas para influir en la opinión pública”. Y pidió: “No nos dejemos llevar por la lógica de la oposición, no nos dejemos influenciar por el discurso del odio”.

Con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa (3 de mayo), Francisco expuso: “En la crisis actual necesitamos un periodismo libre al servicio de todas las personas, especialmente aquellas que no tienen voz; un periodismo que se dedique a la búsqueda de la verdad y abra caminos de comunión y de paz”.

Papa Francisco

Al revisar los documentos y mensajes de los últimos seis pontífices observamos en ellos un especial interés por promover una comunicación responsable, en la que la búsqueda del diálogo y de la verdad confiera la justa dignidad a las personas.

Con sus recientes declaraciones, el Papa León XIV recordó al mundo la trascendencia del trabajo que llevan a cabo los medios de comunicación y periodistas para informar a las sociedades del acontecer mundial y pidió que ellos no sean reprimidos ni encarcelados por difundir la verdad.

Del mismo modo, el líder de la Iglesia católica, al igual que en su momento lo hicieron sus antecesores Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, destacó la importancia de la libertad de expresión y de prensa: “Un derecho fundamental de las personas” y un instrumento valioso porque “solo los pueblos informados pueden tomar decisiones libres”.

Respaldo de la SIP

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresó su “firme respaldo al mensaje del Papa León XIV, quien en su primer encuentro con la prensa llamó a rechazar la polarización informativa y exigió la liberación de los periodistas presos por ejercer su profesión”.

El presidente de la SIP, José Roberto Dutriz, expresó: “Nos unimos al llamado del Papa León XIV con total convicción. Pedimos a los gobiernos de América Latina que liberen de inmediato y sin condiciones a todos los periodistas encarcelados por su trabajo periodístico. Los periodistas no pueden ser criminalizados por ejercer su labor informativa”.

A su vez, Martha Ramos, presidenta de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, señaló: “Las palabras del Papa son un recordatorio poderoso del papel esencial que tiene el periodismo en la construcción de sociedades libres y justas. Proteger a quienes informan es proteger la democracia”.

La SIP informó que ha documentado en el último año al menos diez periodistas presos por su labor informativa.

Asimismo, la SIP ha denunciado reiteradamente “esta grave situación y remarca que la libertad de prensa es un pilar insustituible de toda sociedad democrática”.

“La libertad de expresión y de prensa es un derecho fundamental de las personas”.

Sabiduría pontificia

El punto de partida es la Revelación misma, que testimonia cómo Dios ha comunicado sus maravillas precisamente en el lenguaje.

Benedicto XVI

Las herramientas de la comunicación establecen una conexión profunda con los valores humanos y las expectativas de la sociedad.

Juan Pablo I

La Iglesia debe cuidar las comunicaciones sociales.

Pablo VI

Necesitamos un periodismo libre al servicio de las personas, en especial de aquellos que no tienen voz.

Lo que debe prevalecer no es el odio y la oposición, sino la lógica del diálogo y del entendimiento.

Francisco

Únicamente los pueblos informados pueden tomar decisiones libres.

Desarmemos la comunicación de todo prejuicio, rencor, fanatismo y odio.

León XIV

Todo ser humano tiene derecho a la información objetiva.

Juan XXIII

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