Miami, Florida, 5 de septiembre. Lorena se debilitó este viernes hasta convertirse en una baja presión remanente, pero los meteorólogos hicieron hincapié en que continúa el riesgo de inundaciones repentinas y deslaves en partes de la península de Baja California, en México, así como en los estados de Sonora y Sinaloa.
Ya como tormenta postropical, Lorena tenía vientos máximos sostenidos de 56 kilómetros/hora (35 mph), explicó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés). El vórtice del meteoro estaba inmóvil a unos 274 kms (170 millas) al oeste de Cabo San Lázaro, México.
Se esperaba que Lorena se debilite aún más y se disipe el domingo, según la agencia meteorológica, pero aún podría arrojar hasta 30 centímetros (12 pulgadas) de lluvia en precipitaciones aisladas en partes de los estados mexicanos de Baja California Sur, Baja California, Sonora y Sinaloa. Se espera que el riesgo de inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en esas regiones se mantenga hasta el viernes por la noche.
El gobierno de México suspendió todas las alertas y avisos relacionados con Lorena el jueves.
En Arizona y Nuevo México, el CNH dijo que aún eran posibles las lluvias intensas que dejasen hasta 10 cms (4 pulgadas) de agua y que podrían causar inundaciones repentinas aisladas hasta el sábado.
Mientras, el huracán Kiko mantenía la categoría tres en la escala Saffir-Simpson con vientos máximos sostenidos que rondaban los 20 km/h (125 mph), de acuerdo con el NHC. Estaba a unos dos mil 108 kms (mil 310 millas) al este-sureste de Hilo, Hawái, y se movía en dirección oeste a 14 km/h (9 mph).
Los pronósticos apuntan que Kiko podría ganar algo de fuerza este viernes antes de debilitarse durante el fin de semana.
La lluvia y el viento asociados al meteoro podrían afectar a Hawái la próxima semana, pero era demasiado pronto para determinar dónde lo harán o su intensidad, según los meteorólogos, por lo que se instó a la población a monitorear su avance.
No había alertas ni avisos asociados con Kiko. Las marejadas provocadas por el huracán podrían comenzar a alcanzar las islas hawaianas a finales del fin de semana, dijeron los meteorólogos.