En su visita a México, el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, calificó como “histórico” el nivel de colaboración alcanzado en los últimos ocho meses por los dos países. “Gracias a la cooperación con la presidenta hemos avanzado en la atención de nuestra agenda común”, resaltó.
Los gobiernos de México y Estados Unidos concretaron un entendimiento en torno del Programa de Cooperación de Seguridad Fronteriza y Aplicación de la Ley, el cual tendrá como base cuatro ejes: reciprocidad; respeto a la soberanía e integridad territorial; responsabilidad compartida y diferenciada; así como confianza mutua.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo destacó que el encuentro que tuvo en Palacio Nacional con el secretario de Estado norteamericano fue cordial, sobre lo que más tarde Rubio dijo que tuvo una reunión muy productiva con la mandataria mexicana en la que pudo intercambiar temas de interés común para los dos países.
El responsable de la política exterior estadunidense resaltó que gracias a la colaboración de la presidenta Sheinbaum “hemos avanzado en la atención de nuestra agenda”.
Calificó como “histórico” el nivel de colaboración alcanzado en los últimos ocho meses por los dos países, “cooperación que respeta la integridad y la soberanía de ambas naciones”.
El secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, afirmó por su lado que el trabajo conjunto realizado para alcanzar acuerdos se hizo bajo los principios de reciprocidad y respeto a las soberanías.
De la Fuente añadió que lo anterior permite contar con una frontera más segura, reducir el tráfico de fentanilo y avanzar en esquemas de mayor colaboración en el intercambio de información conforme a las legislaciones respectivas, “lo que reafirma la determinación de México y Estados Unidos de cooperar, proteger a nuestros ciudadanos y hacer más seguras a nuestras comunidades”.

Respeto y confianza
Un día después, la presidenta informó sobre algunos detalles de su encuentro con Rubio y del programa de cooperación acordado, que entre otros aspectos permite el intercambio de información de los dos gobiernos en cuanto a algún objetivo generador de violencia o una persona vinculada con algún grupo delictivo.
En esos casos, dijo Sheinbaum, Estados Unidos puede tener información de delitos como lavado de dinero y mandar información a México para que de este lado se pueda actuar; también puede darse el caso contrario de que el gobierno mexicano tenga información de qué pasa con la droga después de cruzar la frontera y se la proporcione a las autoridades estadunidenses para que actúen en su territorio.
Destacó la capacitación que pueden recibir elementos de las Fuerzas Armadas mexicanas, en tanto que personal de Estados Unidos puede recibir instrucción del Plan DN3-E o Plan Marina que tienen desarrollados las secretarías de la Defensa Nacional (Defensa) y Marina-Armada de México (Semar).
La presidenta refirió las “Operaciones espejo” en la frontera, en las que la inteligencia de ambos países puede tener información acerca del tráfico de armas hacia México y que del lado estadunidense no puedan detenerlo. Entonces se proporcionaría esa información a las instancias mexicanas en tiempo real para que se actúe.
Sheinbaum Pardo destacó que los cuatro principios sobre los que se basa el programa de cooperación son muy importantes para su gobierno, debido a declaraciones hechas en Estados Unidos en el sentido de que es necesaria una intervención militar en nuestro país.
Puntualizó que está claro en el programa que los dos gobiernos reafirman su cooperación en materia de seguridad, el cual se basa en los principios de reciprocidad, es decir, que es de un lado y del otro.
“El respeto a la soberanía y a la integridad territorial para nosotros es fundamental y queda claro: responsabilidad compartida y diferenciada quiere decir que nosotros tenemos una parte de responsabilidad, pero ellos también para poder atender la inseguridad, el tráfico de drogas y de armas; eso es muy importante, así como la confianza mutua. Hay que tener confianza, ellos deben tener confianza en que nosotros estamos actuando en nuestro territorio y nosotros confianza en que ellos actúan en su territorio”, subrayó la jefa del Ejecutivo federal.
Decisión soberana
La titular del Ejecutivo federal aseveró que la reunión fue “muy cordial” y hablaron de cómo se ha reducido el flujo migratorio y de cómo en años anteriores creció mucho el fenómeno migratorio de personas de otros países, mientras que la cantidad de mexicanos que migran hacia la Unión Americana ha disminuido mucho.
“Hemos avanzado en la atención de nuestra agenda”.
Negó que Marco Rubio le pidiera la presencia de más agentes estadunidenses y recordó que en Washington saben que México tiene un protocolo para aprobar agentes de las distintas agencias, limitaciones establecidas también en la Constitución y en la Ley Nacional de Seguridad.
Sobre la posibilidad de que su gobierno siga entregando objetivos prioritarios criminales a Estados Unidos, la presidenta respondió que la decisión de enviar a una persona a la Unión Americana, ya sea por la Ley Nacional de Seguridad o por la extradición, es una decisión soberana.
Explicó que la solicitud de una persona es hecha por Estados Unidos, “pero la decisión se toma aquí en función de los beneficios en la seguridad y la paz en nuestro país; y es parte de la colaboración, pero la decisión se toma en el Consejo Nacional de Seguridad a partir de un análisis de riesgo que se hace para nuestro país. Hay otros casos en los que hay una orden de extradición que no tiene un amparo y que se ejecuta de inmediato”.
Respecto de si en la reunión se pidió información al secretario de Estado sobre el narcotraficante Ismael El Mayo Zambada, dijo que ese tema lo planteó el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, pero no se comentó nada al respecto.
Agregó que también se abordó el asunto de algunos “objetivos” que el país quiere que se extraditen, cuyos nombres dará a conocer el gabinete de seguridad. “A nosotros nos interesan casos muy relevantes para México, donde se pide deportación o extradición, igual que ellos para allá.”

Acuerdo de seguridad
Marco Rubio estuvo en México el martes 2 y el miércoles 3 de septiembre como parte de una gira que lo llevó luego a Ecuador, en la que el responsable de la política exterior estadunidense tuvo como agenda de trabajo impulsar “las prioridades clave” de Washington, que incluyen “medidas rápidas y decisivas para desmantelar a los cárteles, detener el tráfico de fentanilo, poner fin a la inmigración ilegal, reducir el déficit comercial, promover la prosperidad económica y contrarrestar a los actores malignos extracontinentales”, de acuerdo con el comunicado de prensa emitido por el Departamento de Estado.
El encuentro de la presidenta Sheinbaum con Rubio se realizó la mañana del miércoles 3 en Palacio Nacional y estuvieron presentes los secretarios de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente; de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez; de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, y el embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma Barragán.
Acudieron también el subsecretario para América del Norte de la Cancillería, Roberto Velasco Álvarez, y el titular del Instituto Nacional de Migración, Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
De la parte estadunidense estuvieron funcionarios que acompañaron a Rubio durante su gira, así como integrantes de la representación diplomática, encabezados por el embajador Johnson.
Luego de la reunión, que duró poco más de 40 minutos, los secretarios De la Fuente y Rubio se trasladaron a la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores para ofrecer una conferencia de prensa, donde el canciller mexicano dio a conocer el acuerdo alcanzado y en el que los dos países reafirman su cooperación en materia de seguridad con base en los principios de reciprocidad, respeto a la soberanía e integridad territorial, responsabilidad compartida y diferenciada, así como confianza mutua.
Añadió que el objetivo es “trabajar juntos para desmantelar el crimen organizado transnacional mediante una cooperación reforzada entre nuestras respectivas instituciones de seguridad nacional, cuerpos de seguridad y autoridades judiciales”.
Se comprometieron a colaborar para atender el movimiento ilegal de personas a través de la frontera, cooperación que se dará a través de acciones específicas e inmediatas “y que fortalecerá la seguridad a lo largo de la frontera compartida, detendrá el tráfico de fentanilo y otras drogas ilícitas, y pondrá fin al tráfico de armas”.
Dijo que los dos gobiernos han establecido un grupo de implementación de alto nivel que se reunirá regularmente para dar seguimiento a los compromisos mutuos y las acciones tomadas dentro de sus propios países, que incluyen “medidas para contrarrestar a los cárteles, fortalecer la seguridad en la frontera, eliminar los túneles fronterizos clandestinos, abordar los flujos financieros ilícitos, mejorar la colaboración para prevenir el robo de combustible, incrementar las inspecciones, investigaciones y procesos judiciales para detener el flujo de drogas y de armas”.
Buena relación
De la Fuente resaltó que la estrecha coordinación ha permitido asegurar la frontera al reducir el tráfico de fentanilo y avanzar en el intercambio de inteligencia, “todo dentro de nuestros respectivos marcos legales”, además de que los dos gobiernos tienen la intención de fortalecer aún más la colaboración en materia de salud pública y coordinar campañas para prevenir el abuso de sustancias ilícitas y de opioides.
El canciller dijo que sin duda el acuerdo alcanzado en seguridad ratifica la buena relación y la gran colaboración que existe y que continuará en los próximos meses y años entre México y Estados Unidos.
Informó que la reunión del secretario de Estado con la presidenta Sheinbaum fue para dialogar sobre diversos temas de la relación bilateral, principalmente sobre seguridad.
De la Fuente añadió que con el fin de dar seguimiento puntual a los acuerdos convenidos se estableció un mecanismo de coordinación de alto nivel, mismo que se reunirá periódicamente para evaluar los avances y garantizar el cumplimiento de los objetivos trazados.
Explicó que el entendimiento incluye medidas para contrarrestar los flujos financieros ilícitos, el flujo de combustibles ilegales, la detención de generadores de violencia y el tráfico de drogas y de armas ilícitas, y la eliminación de túneles ilícitos que van de un lado a otro de la frontera, las cuales cada gobierno realizará en su territorio.
El canciller añadió que también habrá intercambio de información, capacitación y seguridad fronteriza, además de campañas informativas a la sociedad sobre los daños que causa el fentanilo y otras drogas ilícitas.
“El diálogo que hemos sostenido a lo largo de estos meses, y el de este día, se inscribe claramente en las conversaciones sostenidas entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente Donald Trump, y que da continuidad al primer encuentro que sostuvimos con el secretario Marco Rubio en el Departamento de Estado a finales del mes de febrero de este año en Washington, y reafirma la determinación de ambos países de cooperar, proteger a nuestros ciudadanos y hacer más seguras a nuestras comunidades”, subrayó.
Resultados concretos
Rubio, a su turno, resaltó el nivel de cooperación de los dos países en los últimos ocho meses, a la cual calificó de histórica, con respeto a la integridad territorial y la soberanía.
Dijo que esa cooperación da resultados concretos, como el envío de 55 objetivos criminales mexicanos solicitados por Washington que ya enfrentan cargos penales en Estados Unidos.
Añadió que el intercambio de inteligencia, información y equipo de entrenamiento de las dos partes ha sido clave, pero reconoció que todavía queda mucho por hacer “y ambos entendemos que los cárteles son una amenaza a la seguridad nacional de México y de Estados Unidos, y por eso tiene toda lógica cooperar y trabajar en conjunto”.
Rubio afirmó que “no hay gobierno en este momento que esté cooperando con nosotros más en la lucha contra la criminalidad, que el gobierno de México, que el gobierno de la presidenta Sheinbaum. Se lo agradecemos muchísimo y queda mucho por hacer juntos, hay que avanzar en esta meta que tenemos en conjunto”.
Dijo que Sheinbaum ha hablado varias veces con Trump y hay logros, por lo que “seguiremos intercambiando ideas y cooperando a nivel de trabajo de nuestras diferentes entidades y con mucho respeto y admiración por la labor que han hecho aquí en México para enfrentar a estos grupos narcoterroristas que amenazan no simplemente a México y Estados Unidos: amenazan la paz y la estabilidad del mundo”.
Respecto del tráfico de armas de fuego a México que van a dar a manos de las organizaciones criminales, Rubio refirió que son armas que se compran a alguna fuente de Estados Unidos para su tráfico ilícito y generan problemas de violencia en México y en otras regiones del Caribe.
Expuso que México y Estados Unidos enfrentan problemas comunes como la migración, y en particular la migración ilegal, que consideró como una amenaza para la seguridad de México y de su país, ya que una parte importante de las personas que cruzan la frontera no son mexicanas y provienen de muchas partes del mundo.
Seguridad fronteriza y aplicación de la ley
Los gobiernos de México y Estados Unidos reafirmaron su cooperación en materia de seguridad con base en los principios de reciprocidad, respeto a la soberanía e integridad territorial, responsabilidad compartida y diferenciada, así como en la confianza mutua.
El objetivo es trabajar juntos para desmantelar el crimen organizado transnacional mediante una cooperación reforzada entre sus instituciones de seguridad nacional, cuerpos de seguridad y autoridades judiciales.
Colaborarán para atender el movimiento ilegal de personas a través de la frontera compartida, lo que permitirá reforzar la seguridad de esta, detendrá el tráfico de fentanilo y otras drogas ilícitas, y pondrá fin al tráfico de armas.
Establecieron un grupo de implementación de alto nivel que se reunirá regularmente para dar seguimiento a los compromisos mutuos y las acciones tomadas dentro de sus propios países.
Aplicarán medidas para contrarrestar a los cárteles, fortalecer la seguridad fronteriza, eliminar los túneles fronterizos clandestinos, abordar los flujos financieros ilícitos, mejorar la colaboración para prevenir el robo de combustible, incrementar las inspecciones, investigaciones y procesos judiciales para detener el flujo de drogas y armas.
Reafirmaron su determinación de cooperar, proteger a los ciudadanos de los dos países y hacer que sus comunidades sean más seguras.
Diplomacia de no intervención
Durante la conferencia conjunta con el secretario Marco Rubio, ante el despliegue de navíos de guerra por parte de Estados Unidos en el Caribe para interceptar barcos que transportan drogas hacia ese país, se le preguntó al secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, si México comparte las preocupaciones de esta situación que afecta a Venezuela.
El canciller reafirmó que en materia de política exterior México se basa en principios constitucionales que se aplican de manera muy clara en diversos temas: autodeterminación de los pueblos, no intervención, solución pacífica de las controversias, igualdad jurídica de los Estados y cooperación para el desarrollo.
“Esto marca de manera clara e inequívoca la ruta de la política exterior mexicana, así que vamos a seguir esos principios y sobre ellos mismos seguiremos tratando de establecer los mecanismos que nos permitan cooperar y trabajar de manera coordinada y respetuosa con todas y todos los que quieran hacerlo con México”, recalcó De la Fuente.