TEL AVIV, Israel, mayo 13.- El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu afirmó que Israel no detendrá su guerra en Gaza —donde bombardeó dos hospitales el martes y mató a por lo menos ocho personas, además de dejar decenas de heridos— aun si se llega a un acuerdo para liberar a más rehenes.
Sus comentarios seguramente complicarán las conversaciones sobre un nuevo alto al fuego que parecía ganar impulso después de que Hamás liberara a un estadounidense vivo el lunes, en un gesto hacia el presidente estadounidense Donald Trump, quien está visitando la región, pero no a Israel.
También son indicio de una posible brecha entre Netanyahu y Trump, quien había expresado la esperanza de que la liberación el lunes del soldado israelí-estadounidense Edan Alexander fuera un paso hacia el fin de la guerra que estalló hace 19 meses.
El ejército israelí atacó el martes lo que dijo era un “centro de mando y control” de Hamás ubicado debajo de un hospital en la ciudad de Jan Yunis, en el sur de Gaza. El ataque contra el Hospital Europeo fue el segundo ataque del día contra un centro médico, y dejó al menos seis personas muertas y 40 heridas, según el Ministerio de Salud de Gaza.
Los muertos fueron llevados al hospital Nasser, que Israel había atacado más temprano en el día, porque según dijo había combatientes operando dentro de él, pero sin identificarlos. Dos personas murieron en ese ataque.
En comentarios difundidos por su oficina el martes, Netanyahu declaró que las fuerzas israelíes estaban a solo días de una prometida escalada y entrarían en Gaza “con gran fuerza para completar la misión... Significa destruir a Hamás”.