En reunión con el embajador Esteban Moctezuma y los 52 cónsules, el canciller los instruye a combatir una “narrativa con base en mentiras” que daña al país.
El gobierno mexicano comenzó una campaña de defensa en Estados Unidos para contrarrestar lo que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, calificó como “inaceptables ataques” de legisladores y exfuncionarios del Partido Republicano que intentan culpar a México por la crisis en el consumo de fentanilo en ese país y proponen una intervención directa en territorio nacional para combatir a las organizaciones que trafican drogas.
En una reunión en Washington con el embajador Esteban Moctezuma Barragán y los 52 cónsules mexicanos, el canciller afirmó que “no vamos a permitir que atropellen a México” y los instruyó a combatir una “narrativa con base en mentiras” que daña al país, para lo cual les pidió responder los ataques con información de lo que realiza el país contra ese opioide.
Aseveró que él o cualquier otro funcionario mexicano en EU contestarán y no dejarán sin respuesta las acusaciones de que México es responsable de la crisis de consumo de fentanilo, que cada año provoca la muerte de miles de adictos estadunidenses.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, a su vez, reafirmó que en México no se produce ese opioide, que es 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más que la morfina.
El presidente dijo que en su gran mayoría proviene de Asia y al país solo llega la materia prima que las organizaciones de narcotraficantes transforman en pastillas de esa droga. “Las troquelan”, aseveró.
Estrategia en marcha
Luego de que México y EU acordaron el combate conjunto al fentanilo y el tráfico de armas durante la reunión del mandatario mexicano con la asesora de Seguridad de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall, el gobierno mexicano puso en marcha su estrategia para responder a las acusaciones de senadores republicanos.
Legisladores de ese partido, como Dan Crenshaw, Lindsey Graham y John Neely Kennedy, así como el exfiscal general William Barr, buscan mediante propuestas en el Congreso estadunidense que los traficantes de droga mexicanos sean catalogados como terroristas y puedan ser atacados en forma directa por el ejército de EU.
Ante el rechazo contundente y tajante del presidente López Obrador, quien advirtió que “no vamos a permitir que intervenga ningún gobierno extranjero y mucho menos que intervengan fuerzas armadas de un gobierno extranjero en nuestro territorio”, el canciller Ebrard puso en marcha la estrategia mexicana de defensa el lunes 13 de marzo.
El responsable de la política exterior y los diplomáticos mexicanos analizaron durante su reunión en Washington las acusaciones y agresiones republicanas y anunciaron que no se permitirá que esos legisladores atropellen a México.
Marcelo Ebrard expuso que en la lucha contra el fentanilo México ha sido el principal aliado de la Unión Americana. Una prueba de ello, subrayó, es que en la actual administración se han asegurado más de seis toneladas de fentanilo, lo que ha evitado miles de millones de dosis mortales.
Destacó que la lucha contra el tráfico de ese opioide ha costado cientos de bajas de fuerzas federales mexicanas. “Con este costo de vidas humanas, ¿cómo es que esos señores se atreven a cuestionar nuestro compromiso o, peor aún, a pedir una intervención en nuestro país?”, objetó.
Vigilancia
El canciller resaltó que más allá de posiciones extremas los gobiernos de México y EU trabajan en el marco del Entendimiento Bicentenario para evitar las muertes por uso de fentanilo e impedir que los grupos criminales accedan a armas de alto poder.
Agregó que en abril se reunirán en Washington los gabinetes de seguridad de ambos países para reforzar la cooperación contra el tráfico de fentanilo y de armas. Aclaró que en México no se tiene registro de producción de fentanilo y más bien se ubica como área de tráfico de ese opioide y sus precursores.
Informó que en el actual gobierno federal se sigue una estrategia con base en el endurecimiento del marco legal y regulatorio, la ampliación de los mecanismos de supervisión y vigilancia de sustancias controladas, el fortalecimiento de la vigilancia en puertos y aduanas terrestres y marítimas y en el territorio nacional, así como la ampliación de los servicios de salud pública y la atención a trastornos mentales.
Se determinó además que los puertos sean administrados por la Marina y las aduanas por el Ejército como una medida de control adicional.
Reacción oportuna
El secretario de Relaciones Exteriores explicó que la campaña para contrarrestar los ataques de legisladores republicanos es para informar acerca de lo que nuestro país hace para detener el tráfico de esa droga y el costo que tiene en los cuerpos de seguridad.
Señaló que la argumentación de culpar a México por la crisis de fentanilo será un tema dominante en los próximos meses, proveniente del sector que controla el Partido Republicano y busca que esa sea la línea primordial hacia la campaña presidencial norteamericana de 2024.
Explicó que se podría no responder a los legisladores republicanos, pero consideró que “si dejamos pasar ese tema, si no reaccionamos, no disputamos con argumentos y defendemos la posición de México, evidentemente que ellos ganan terreno y es peligroso para el país”.
Aseguró que no se trata de una sobrerreacción sino de una reacción oportuna que cerrará el espacio para que este tipo de planteamientos no ganen terreno y evitar que el día de mañana lo lamentemos y se diga: “¿Por qué no actuamos a tiempo? ¿Por qué no lo hicimos en la primera ocasión que lo plantearon?”
Ebrard aclaró que la respuesta no es para el gobierno de EU, con el que se tiene una relación en materia de seguridad muy cercana y parecida. “Con la administración del presidente Joe Biden tenemos un buen entendimiento, estamos avanzando… Habrá una reunión en Washington a fines del mes de abril en materia de armas y fentanilo; entonces ahí no identifico un problema, al contrario, nos interesa fortalecer la relación”.
Acerca de la campaña que México realizará en EU refirió que se llevará a cabo en medios nacionales, estatales y locales, puesto que se instruyó a los cónsules para que no dejen pasar absolutamente nada de las acusaciones contra el país respecto del fentanilo.
Puso como ejemplo que en EU no se sabe que en México se han decomisado seis toneladas y media de fentanilo, que representan seis mil millones de pastillas que no llegaron a ese país. “Entonces, estos senadores que dicen que no hacemos nada son, además de ingratos, mal informados”, concluyó.
Mayor cooperación
Durante la reunión celebrada el 9 de marzo en Palacio Nacional, México y EU acordaron lanzar la segunda fase del Entendimiento Bicentenario para aumentar la cooperación en el combate al crimen organizado trasnacional, la producción ilícita de fentanilo y el tráfico de armas y municiones de alto calibre hacia México.
Establecieron atacar puntos estratégicos en la cadena de suministro de drogas sintéticas y lanzar una campaña binacional de salud pública para reducir los riesgos que conlleva el consumo de fentanilo y otras drogas.
Destacaron éxitos recientes, como la detención en México de Lupe Tapia, uno de los mayores productores de drogas sintéticas con destino a EU, y Ovidio Guzmán López, impulsor clave de la producción de fentanilo para el Cártel de Sinaloa.
En la Cumbre de Líderes de América del Norte realizada el 9 y 10 de enero los presidentes de México y EU, así como el primer ministro de Canadá, instruyeron a sus gabinetes a intensificar los esfuerzos para abordar la epidemia de opioides sintéticos que causa tanto daño en las comunidades de América del Norte.