“La colaboración entre nuestros países mejorará la vida de nuestros pueblos”: Ronald Johnson.
La presidenta Claudia Sheinbaum recibió las cartas credenciales del nuevo embajador de Estados Unidos enviado a México por el presidente Donald Trump, Ronald Johnson, con lo que inicia una nueva etapa diplomática binacional cargada de temas trascendentales como migración; comercio; crimen organizado; tráfico de enervantes, armas y personas; aranceles a mercancías y remesas; el gusano barrenador del ganado; y el reparto transfronterizo del agua, entre otros tópicos que representan retos inmediatos para la relación binacional.
En este contexto, saturado de compromisos entre ambas naciones, la mandataria federal, conocedora de la delicada correlación con Washington, aplaudió la llegada de su nuevo representante por lo que definió “será una muy buena relación entre el embajador y el gobierno”.
A su vez, Johnson aseveró que hacia el corto plazo “la colaboración entre nuestros países mejorará la vida de nuestros pueblos”.
En esta recién integración diplomática, como lo planteó Sheinbaum, ambos gobiernos deben colaborar sobre la base de la responsabilidad compartida, así como el respeto mutuo, considerando la importancia de aprovechar los vínculos económicos y las coincidencias políticas, que se han hecho latentes mediante siete comunicaciones telefónicas que ha sostenido la presidenta con Trump en los más recientes meses.
Para los expertos consultados, es el momento de encauzar la diplomacia para utilizar la amplia y diversa red de herramientas institucionales de diálogo y negociación entre ambos países, cuyos mecanismos incluyen tratados y acuerdos bilaterales (en áreas específicas como salud, cultura, medio ambiente, comercio, lavado de dinero, etcétera), fundamentales para abordar temas de interés común y fortalecer la relación política, económica y social.
En materia económica, establecen, México y EU mantienen lazos comerciales que se han fortalecido y ello se traduce en que nuestro país es su segundo socio comercial, el primer destino de las exportaciones de California, Arizona y Texas, y el segundo mercado para otros 20 estados de la Unión Americana, donde se registra la interacción de bienes y servicios más grande del mundo.
Sheinbaum y Johnson son conscientes de que aproximadamente seis millones de empleos en Estados Unidos dependen del comercio con México y cada minuto se comercia cerca de un millón de dólares; la frontera de tres mil 140 kilómetros que los une es la más transitada del mundo, con un millón de personas y 300 mil vehículos que cruzan diariamente sus líneas divisorias.
Encuentro
La diplomacia de Washington en México será encabezada en adelante por Ronald Johnson, un veterano de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), quien ha sido Boina Verde —miembro de las Fuerzas Especiales del Ejército de EU— y fue embajador en El Salvador.
El 16 de mayo pasado el canciller Juan Ramón de la Fuente sostuvo una primera reunión con el embajador designado de Estados Unidos, quien realizó una visita de cortesía a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
El encuentro, dijo De la Fuente, se llevó a cabo en términos cordiales, con un diálogo franco y directo donde ambos convinieron conducir la relación bilateral con base en los principios de cooperación y respeto.
Para el lunes 19 de mayo, durante la conferencia matutina, la presidenta de la República anunció que recibiría las cartas credenciales de Johnson esa misma tarde.
“Ya lo vamos a recibir el día de hoy. Ya platicaremos con él. Queremos siempre buena relación con el gobierno de Estados Unidos”, dijo Sheinbaum, quien horas después recibió a Ronald Johnson en Palacio Nacional.
Al día siguiente, durante su conferencia matutina, la presidenta consideró que el encuentro con el nuevo embajador fue cordial y de respeto.
“Entregamos cartas credenciales a varios embajadores; al final se la entregamos al embajador de Estados Unidos; vino con su esposa, los recibimos, les enseñamos el Palacio Nacional”, relató la mandataria.
Durante la entrega de las cartas credenciales a Johnson, indicó, “pudimos hablar de los temas que han concentrado la atención de ambos países en los meses recientes, como las relaciones comerciales, migración y seguridad, sobre los cuales acordamos mantener una buena coordinación”.
Sheinbaum explicó que en la reunión expresó a Johnson la inconformidad de México frente a la pretensión en el Congreso estadunidense de aprobar una reforma para gravar las remesas. Apuntó que fue una reunión muy cordial. “Hablamos de la importancia de la relación México-Estados Unidos, Estados Unidos-México. De tener comunicación permanente. Hablamos de algunos temas que tienen que ver con los asuntos tratados en los últimos meses. Queremos mantener esta coordinación, esta colaboración. Fue muy respetuoso en el reconocimiento al trabajo que ha hecho el gabinete del gobierno de México. Y creo que va a ser una muy buena relación entre el embajador y el gobierno”.
Recordó la reunión que hubo en Washington el pasado 27 de febrero entre los gabinetes de seguridad tanto de México como de Estados Unidos, incluido el secretario del Departamento de Estado norteamericano, Marco Rubio. “La idea es que pueda haber otra reunión en México. Los invitamos a que en esta ocasión puedan venir al país, a realizar la reunión aquí. Y a lo que se firmó en aquella ocasión ver cómo le damos seguimiento. Nada en particular, nada nuevo, sino más bien cómo le damos seguimiento al trabajo que hemos venido desarrollando”.

Aseguró que a Johnson le expuso, como lo había anunciado en días anteriores, el tema del impuesto a las remesas. “Comenté que no estábamos de acuerdo. Y planteó que ayudará en lo que él pueda, por supuesto, tanto en la comunicación con el gobierno como con los legisladores de Estados Unidos”.
De la actitud del nuevo representante afirmó: “Muy bien, de mucho respeto. De reconocimiento al trabajo que hemos estado desarrollando y de reconocimiento a la relación que tenemos entre ambos países. Fue una buena reunión”.
Sheinbaum refirió que al final del pasado sexenio se marcó una pausa en la relación con el exembajador de Estados Unidos, Ken Salazar, entre otras cosas por la información relacionada con el caso de Sinaloa.
“En esta ocasión estoy convencida de que habrá una buena relación. El acontecimiento histórico de mayor relevancia de un injerencismo de un embajador de Estados Unidos fue el embajador Wilson con el golpe de Estado a Madero. Eso ya no ha pasado, afortunadamente, y no va a pasar, porque hay respeto”, puntualizó la presidenta.
“Somos más que socios”: Johnson
Luego de su reunión en Palacio Nacional para entregar sus cartas credenciales, el nuevo embajador de Estados Unidos envió un mensaje al pueblo mexicano —junto a su esposa, Alina Johnson— en el que aseguró que, más que socios, “somos amigos”.
A través de un videomensaje que compartió en redes sociales, el funcionario estadunidense aseguró que trabajará de la mano de la presidenta Sheinbaum para lograr el bienestar y la prosperidad de ambas naciones.
“Nuestra relación con ustedes, con México, es de gran importancia. No hay otra en el mundo que tenga mayor impacto en las vidas de nuestros pueblos. Somos más que socios: somos vecinos y amigos”, declaró.
En su mensaje, Johnson destacó los valores que aprendió en Alabama, orientados a servir a su país y trabajar por la “libertad en todo el mundo. De mis padres aprendí la importancia de la familia, del trabajo duro y del respeto a Dios y a los demás. Los valores que compartimos con ustedes nos han guiado a mí, a mi esposa Alina, a nuestros cuatro hijos y a nuestros nietos”, expresó el diplomático.
Recordó que México y Estados Unidos comparten una relación económica y lazos culturales, además de resaltar su labor en el combate al crimen organizado. “Estoy aquí para trabajar juntos con la presidenta Sheinbaum y su equipo. Además del interés en la seguridad, la frontera y la migración, las muchas llamadas entre nuestros presidentes reflejan la importancia de nuestra relación y prioridades compartidas”, indicó.
Finalmente, se dijo contento de estar en nuestro país y entusiasmado por conocer nuestro territorio.
“La colaboración entre nuestros países mejorará las vidas de nuestros pueblos. Me siento optimista de trabajar juntos por el bienestar, la seguridad y la prosperidad de nuestras naciones. Espero conocer aún más de su país, de su cultura y muchos de ustedes. ¡Saludos al pueblo mexicano!”, concluyó.
Agenda binacional
Para diversos especialistas las relaciones entre México y Estados Unidos representan un eje fundamental, donde el impacto de la estrategia de seguridad es uno de los pilares más relevantes en el trato bilateral.
Los expertos mencionan, por ejemplo, que en abril pasado la Casa Blanca reconoció los esfuerzos de la presidenta Sheinbaum contra la migración ilegal y el tráfico de estupefacientes, cuando la vocera Karoline Leavitt calificó de “bastante buena” la relación entre la mandataria mexicana y Donald Trump.
Sobre los nexos entre Washington y la Ciudad de México, dijo Leavitt: “En primer lugar, la relación entre la presidenta Sheinbaum y el presidente Trump es bastante buena y creo que ambos líderes mundiales dirían eso. El presidente ha trabajado directamente con la presidenta Sheinbaum en una serie de temas diferentes, particularmente cuando se trata de combatir a los cárteles mexicanos de la droga o la migración ilegal, el tráfico de personas, el tráfico de drogas a través de nuestra frontera sur. Ella ha dado pasos significativos para hacer eso”.
Asimismo, en marzo Marco Rubio, secretario de Estado norteamericano, reconoció a la administración de la presidenta Sheinbaum por los resultados en la cooperación en materia de combate al narcotráfico y contención de los flujos migratorios.
Pese a las diferencias en comercio, Rubio reconoció las medidas muy fuertes en los dos temas de relevancia para la agenda de ambos países, donde destacó las alianzas que sostienen con otras naciones de la región; y en el ámbito de narcotráfico y migración reconoció el trabajo del gobierno mexicano.
“Hay que darle crédito a México, aunque tenemos diferencias en el comercio; hay que reconocer que el gobierno mexicano y el gobierno de la presidenta Sheinbaum han tomado medidas muy fuertes, que nunca hemos visto en el pasado, para el combate de cárteles y a la misma vez contra la inmigración masiva ilegal a Estados Unidos, que cruza a través de México”, declaró.
En materia económica también existen desafíos y en al menos las siete llamadas telefónicas que han sostenido Sheinbaum y Trump, ambos líderes han tratado de acordar un impulso a mecanismos para equilibrar la relación comercial bilateral y abordar asuntos pendientes entre las dos naciones.
Respecto de una de esas llamadas, el jueves 1 de mayo, Sheinbaum señaló que “tuve una conversación muy positiva con el presidente Trump; acordamos que los secretarios de Hacienda y Tesoro, así como de Economía y Comercio, seguirán trabajando en los próximos días en alternativas para mejorar nuestro balance comercial y avanzar en los temas pendientes para beneficio de ambos países”.
La mandataria calificó el entendimiento como una buena señal para profundizar los intercambios económicos.
Detalló que el objetivo de Estados Unidos es reducir su déficit comercial con México, mientras que nuestra nación busca aumentar las importaciones desde el mercado estadunidense y diversificar el comercio bilateral. “Estamos buscando cómo tener aún más comercio para el beneficio de ambas partes”, agregó.
Ese día se acordó que las negociaciones técnicas quedarán en manos del secretario de Hacienda, Edgar Zamora, y su homólogo del Tesoro estadunidense, Scott Bessent, además del secretario de Economía, Marcelo Ebrard (quien al cierre de esta edición viajaba a Washington), y el titular de Comercio de EU, Howard Lutnick.
La comunicación fue descrita por Sheinbaum como cordial para fortalecer la implementación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
Otro tema que se encuentra en focos rojos es la plaga del gusano barrenador de ganado, que México creía erradicada desde 1991, pero ha vuelto a captar la atención de las autoridades sanitarias de ambas naciones y se ha convertido al mismo tiempo en otro frente abierto con el actual gobierno de Estados Unidos.
El retorno del gusano barrenador representa un dilema agropecuario de alto nivel económico, que a decir de especialistas es resultado de una combinación de factores ambientales, biológicos y humanos.
Respecto de cuestiones hídricas, por el momento ambas administraciones alcanzaron un acuerdo para atender el tema de las asignaciones de agua del Río Bravo mediante una serie de medidas destinadas a mitigar el posible faltante en las entregas mexicanas, que forman parte de un compromiso de cinco años que inició el 25 de octubre de 2020 y concluirá el próximo 24 de octubre.
Corto plazo
Sobre las negociaciones bilaterales en el corto plazo, en la más reciente llamada telefónica que realizó con Trump el pasado jueves 22 Sheinbaum informó del contenido hablado con su homólogo.
“Hay buena relación y buena comunicación. En principio seguimos hablando sobre el comercio y los aranceles. En el caso de la industria automotriz tenemos una situación muy preferencial, aunque quisiéramos más y seguimos trabajando sobre el acero y el aluminio. No quisiera abundar mucho más”, dijo.
Anunció que se aprobó el presupuesto fiscal de Estados Unidos y como parte de ese paquete económico se redujo la pretensión de imponer el gravamen de 5% a las remesas para dejarlo en 3.5 por ciento.
“De todas maneras, no estamos de acuerdo. México continuará su cabildeo para expresar que esta decisión no es una buena idea, pero ahora con los senadores republicanos y demócratas. Este impuesto no solo afecta a las remesas en México, sino también a otros países, destacando que en algunos de ellos estos recursos representan hasta 20% de su Producto Interno Bruto y en México es de 3%”, reveló.

De esta manera, para los expertos la llegada de Ronald Johnson a las oficinas de Paseo de la Reforma como nuevo embajador de Estados Unidos en México marca un cambio significativo en la relación diplomática y de cooperación institucional.
Los especialistas expresan que la llegada de Johnson se da en el marco de los diálogos de alto nivel entre el gobierno mexicano y el estadunidense, por lo que se prevé que el nuevo representante diplomático coadyuve a profundizar las pláticas en temas como aranceles, comercio, remesas, gusano barrenador, agua, migración y seguridad.
Perfil
Ronald Johnson fue confirmado por el Senado de Estados Unidos como embajador en México el 9 de abril pasado.
Ha trabajado para el gobierno estadunidense durante más de cuatro décadas, primero como oficial del Ejército estadunidense, después como miembro de la comunidad de inteligencia y más recientemente como embajador en El Salvador.
Entre otros cargos, se desempeñó como enlace de Ciencia y Tecnología de la CIA ante el Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos en Tampa, Florida; sirvió en el ejército de 1984 a 1998 y se retiró como coronel; también formó parte de la Guardia Nacional del Ejército de Alabama, alistándose como soldado raso en 1971 y alcanzando el rango de capitán antes de incorporarse al servicio activo en el Ejército en 1984.
Obtuvo su licenciatura en Ciencias por la Universidad del Estado de Nueva York y su maestría en Ciencias por la Universidad Nacional de Inteligencia.
El lunes 19 de mayo entregó sus cartas credenciales al gobierno de México para iniciar oficialmente su labor como nuevo embajador de Estados Unidos en nuestro país.