Charlotte, noviembre 16.- Un alto comandante de la Patrulla Fronteriza pregonó el domingo decenas de arrestos en la ciudad más grande de Carolina del Norte, al tiempo que los residentes de Charlotte reportaban encuentros con agentes federales de inmigración cerca de iglesias, complejos de apartamentos y tiendas.
El gobierno del presidente Donald Trump ha convertido a esta ciudad demócrata de aproximadamente 950.000 habitantes en su último objetivo de la ofensiva que, afirma, busca combatir el crimen, a pesar de las fuertes objeciones de las autoridades locales y las tasas de criminalidad en descenso.
Gregory Bovino, quien lideró a cientos de agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus iniciales en inglés) en una operación similar en Chicago, recurrió a las redes sociales para documentar algunos de los más de 80 arrestos que, según él, habían realizado los agentes.
Publicó fotos de personas que el gobierno de Trump combinan llama "extranjeros ilegales criminales", refiriéndose a personas que viven en Estados Unidos sin permiso legal y que aparentemente tienen antecedentes penales. Eso incluyó a un hombre con un presunto historial de condenas por conducir bajo el influjo del alcohol.

