¿PAZ EN GAZA?: EUROPA NO SE LA CREE

“Las esperanzas de la paz pueden fracturarse rápidamente”.

Paz en Gaza
Internacional
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En medio de la devastación la ONU no fue capaz de parar la maquinaria de la guerra, solo lo hizo la mediación internacional y en buena medida la presión social.

La fecha ya está escrita en la historia: el pasado 13 de octubre se firmó un acuerdo de paz a partir del alto el fuego entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza y se anunció el amanecer histórico de un nuevo Oriente Medio.

Aquí en Europa se mira ese frenesí con mucha más cautela, porque la paz sigue detenida con alfileres en la Franja de Gaza. La propia gente en la calle no se lo cree del todo y las manifestaciones a favor de los palestinos y de la creación del Estado de Palestina no cesan después del acuerdo de paz.

Y si bien Hamás ya liberó a los últimos rehenes que mantenía cautivos —un total de 20 personas— e Israel en ese canje ha excarcelado a mil 950 presos palestinos (entre estos 200 condenados a cadena perpetua, la mayoría de ellos sin juicios y apresados por sanciones administrativas), los disparos contra los palestinos continúan.

Solo un día después de la tregua Europa Press denunció que cuatro palestinos fueron asesinados por el ejército de Israel en Gaza cuando intentaban regresar a sus hogares.

No es sorpresa, realmente: el acuerdo de paz se firmó en Egipto sin tener presentes a los interlocutores involucrados en el conflicto, como son el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y representantes de Hamás. Ninguno de los dos bandos ha estampado su firma.

Quizá lo más significativo es que después de más de dos años de bombardeos incesantes sobre la Franja de Gaza, por el momento hay un cese de los misiles y las bombas.

Han sido poco más de dos años en que el mundo ha mirado con horror las masacres cometidas por Hamás y la Yihad Palestina contra mil 200 personas en territorio israelí y el secuestro de 251 personas, incluyendo una treintena de niños. Y una agonía: el sufrimiento de miles de palestinos bajo las bombas durante 736 días.

En medio de esa devastación la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no fue capaz de parar la maquinaria de la guerra; solo lo hizo la mediación internacional y en buena medida la presión social, que en Europa fue creciendo en las calles a pasos agigantados exigiendo un cese de las hostilidades y el boicot a Israel.

Si bien la Corte Penal Internacional ordenó en noviembre del año pasado el arresto de Netanyahu por supuestos crímenes de guerra y de lesa humanidad, la Casa Blanca lo ha protegido e incluso ordenó que EU sancione a la CPI.

¿Cuánto va a durar la paz promovida por Donald Trump? Hay la sensación de que tras el canje de prisioneros palestinos por rehenes israelíes vivos, en cualquier momento estallará otra vez la chispa de los ataques.

Para Deutsche Welle, Sarah Yerkes, investigadora del Carnegie Endowment for International Peace, declaró que las esperanzas de que el plan estadunidense traiga la paz a Oriente Medio son prematuras.

Quedan muchos detalles sueltos y la mayoría son espinosos, porque Hamás en esta primera fase del acuerdo debería desarmarse y mientras hay una enorme desconfianza entre las partes el grupo político armado, calificado como terrorista, podría negarse a entregar las armas.

Después está otro asunto delicado: ¿quién gobernará en Gaza? Hamás ya reiteró que no aceptará que un extranjero lo haga. Uno de los planes de EU es nombrar al exprimer ministro británico, Tony Blair, como gobernador en Gaza acompañado de un gobierno tecnócrata formado por extranjeros, la mayoría de Oriente Medio.

Ni Trump ni Netanyahu quieren la continuidad de Hamás en el poder, pero tampoco están dispuestos a cederle el control de la Franja al nonagenario Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Palestina, quien gobierna en Cisjordania.

El plan norteamericano pasa por que Gaza sigue sin estar política ni administrativamente unida a Cisjordania, lo que seguirá dificultando la creación de un Estado de Palestina.

Futuro incierto

Fueron diez horas en las que Trump vendió al mundo que él es el pacificador, aunque la única guerra que prometió frenar en 24 horas, la invasión de Ucrania por parte de Rusia, aún se le resista.

El mandatario norteamericano eligió una fecha significativa para Israel para su plan de paz: el 13 de octubre, día en que los judíos celebran la Simjat Torá, una festividad que marca el cierre del ciclo anual de lectura de los rollos sagrados de la Torá y el inicio de uno nuevo.

El presidente estadunidense estaba tan eufórico que llegó a pedir el indulto para Netanyahu, quien está siendo investigado por diversos capítulos de sobornos y de corrupción, varios casos ante la justicia de su país que se pospusieron por la emergencia de la guerra con Hamás.

Con todo, no logró convencer a Netanyahu de volar con él a Egipto para la firma del acuerdo de paz en Gaza.

Para Trump fue su cumbre estelar: todo el protagonismo ha sido para él. En la foto de la cumbre el presidente norteamericano se rodeó a su derecha por el presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sissi, y a la izquierda por el emir de Catar, Tamim bin Hamad al-Thani.

En su viaje de regreso a Washington no quiso responder de forma clara a las preguntas de los periodistas sobre si apoya la creación de un Estado de Palestina. “No voy a hablar de un solo Estado ni de un doble Estado ni de dos Estados; a mí me interesa la reconstrucción de Gaza”, declaró a la prensa a bordo del Air Force One.

Que pague Oriente Medio

Los planes de posguerra del Banco Mundial y Egipto prevén costos de reconstrucción y recuperación en Gaza por más de 53 mil millones de dólares. No solo hay que construir viviendas, sino también escuelas, universidades, hospitales… prácticamente todo. La ONU refiere que 80% de Gaza está destruido.

Respecto a la firma del acuerdo, aquí en Europa se comentó de forma especial la ausencia del príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salmán, quien envió en su representación a su ministro de Exteriores.

En estos dos años de conflicto entre Hamás e Israel, y a pesar de los bombardeos indiscriminados contra civiles palestinos, la posición de Arabia Saudita ha sido completamente tibia, rompiendo con su tradicional postura del pasado de defender los intereses de los palestinos.

Lo otro que no pasó desapercibido fue la presencia de Giovanni Vincenzo Infantino, presidente de la FIFA, invitado especial de Trump. Al parecer una de las intenciones del mandatario norteamericano sería construir un estadio de futbol en Gaza y dar forma a un equipo profesional palestino para crear una liga.

Para Gaza, es el mismo negocio: Oriente Medio pagará la reconstrucción y las multinacionales norteamericanas tendrán los contratos. Es el concepto de paz que prevalece en los momentos actuales en la Casa Blanca.

Con alfileres

Para Le Fígaro, Isabelle Lasserre destacó que Donald Trump tiene un estilo escandaloso y directo que amenaza al enemigo con el apocalipsis, presiona al aliado y aplasta todo a su paso.

La analista francesa comparó la forma de mediar de Trump con la del mandatario galo, Emmanuel Macron, quien ha tenido también un papel protagónico, pero discreto, en la mediación de Hamás e Israel. ¿Cuánto durará la paz de Trump? Es una incógnita a la que Europa da muy poco tiempo.

Para el diario británico The Guardian, Kenneth Roth, exdirector de Human Rights Watch, escribió que la celebración debe ser atenuada por la realidad de que las condiciones para una paz duradera están, al estilo clásico de Oriente Medio, siendo pateadas por el camino para una resolución futura, si es que alguna vez lo hacen.

Roth cree que Trump recibió presiones por parte de su electorado MAGA para que detuviese ya el conflicto y evitar así un costoso daño político electoral en las elecciones de 2026. Ahora, señala, falta ver si Netanyahu respeta el alto al fuego.

“Netanyahu ni siquiera se ha comprometido a abstenerse de reanudar la guerra en Gaza si Hamás no se desarma adecuadamente. La brutal dictadura militar de Hamás es la fuerza equivocada para liderar Gaza, pero eso no justifica un nuevo genocidio, que es como Netanyahu lo ha combatido”.

Además, destacó, las esperanzas de la paz pueden fracturarse rápidamente si los estados del Golfo a la mera hora deciden no participar financiando la reconstrucción de Gaza. “No hay garantías reales de que Israel no destruya todo en unos años más”.

Añadió: “Es desconcertante tener que confiar en Trump, a quien Netanyahu acaba de llamar el mayor amigo de Israel, para promover la causa de los palestinos. Pero los efusivos elogios de Netanyahu no pueden ocultar la repetida voluntad de Trump de romper con el gobierno de extrema derecha de Israel e imponer un mejor comportamiento. Acaba de dar un gran paso para poner fin al sufrimiento indescriptible del pueblo palestino. Debemos mantener la presión para que termine el trabajo”.

ONU: once millones de dólares a Gaza

La ONU anunció que reasignaría alrededor de once millones de dólares en fondos de emergencia para ayudar a aumentar la asistencia humanitaria en la Franja de Gaza antes de que llegue el invierno.

Un portavoz adjunto de la ONU señaló que la medida siguió a una reasignación similar de nueve millones de dólares la semana pasada, ya que las organizaciones humanitarias de la ONU se apresuran a garantizar que suficientes suministros de combustible y necesidades vitales estén listos para entrar en el enclave devastado según lo permita la situación sobre el terreno.

A pesar del alivio general por el alto el fuego, el coordinador de Asuntos Humanitarios de la ONU, Tom Fletcher, se apresuró a señalar una parte importante de la guerra que no se ha detenido: la crisis humanitaria civil en Gaza.

Fletcher comentó que “sin nuevas contribuciones” de los Estados miembros “la ayuda crítica no puede seguir fluyendo hacia las personas que dependen de ella”.

Un análisis de la ONU describió la situación en Gaza como un desastre provocado por el hombre y acusó a Israel de crear deliberadamente condiciones de hambruna para la población civil, una afirmación que Israel niega.

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