Naciones Unidas, Nueva York, 4 de septiembre. Estados Unidos y Panamá instan al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a autorizar la creación de una fuerza integrada con cinco mil 550 elementos con facultades para detener a miembros de pandillas en Haití, con el fin de ayudar a poner fin a la creciente violencia en la nación caribeña.
Ambas naciones presentaron un borrador de resolución al Consejo de Seguridad —al cual la prensa tuvo acceso— en el que detallaron su propuesta para transformar a la fuerza multinacional encabezada por Kenia que se encuentra desplegada actualmente en Haití, para convertirla en una unidad mucho más grande.
Los primeros policías kenianos llegaron a Haití en junio de 2024 como parte de un despliegue que supuestamente debió contar con dos mil 500 elementos, pero que se ha visto plagado por la falta de financiamiento, por lo que actualmente cuenta con menos de mil efectivos.
El poder de las pandillas se ha extendido desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021. Ahora controlan el 90% de la capital, Puerto Príncipe, y han expandido sus actividades de saqueos, secuestros, agresiones sexuales y violaciones, hacia zonas rurales. Haití no tiene un presidente desde el magnicidio.
El borrador de resolución de seis páginas expresa su agradecimiento a Kenia por encabezar la fuerza multinacional, pero reafirma los hallazgos que el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, dio a conocer en febrero pasado, cuando dijo que la unidad no ha podido seguir el ritmo de la drástica expansión de las pandillas, por lo que necesitaba ser ampliada.
La embajadora interina de Estados Unidos ante la ONU, Dorothy Shea, había anunciado el 28 de agosto que su país buscaba la autorización de Naciones Unidas para la creación de una nueva Fuerza de Supresión de Pandillas.
El borrador de resolución autorizaría a las naciones integrantes de la ONU a transformar la misión en esta nueva fuerza, en cooperación con el gobierno de Haití, por un período inicial de 12 meses. La fuerza tendría la capacidad y facultad para detener y arrestar a ciudadanos haitianos.
La iniciativa establece que la unidad estaría integrada por cinco mil 500 efectivos uniformados y 50 civiles que recibirían su pago de contribuciones voluntarias. Sin embargo, la propuesta no especifica si Kenia o algún otro país contribuiría con policías o soldados.
La resolución autorizaría a los participantes de la nueva fuerza a “realizar operaciones independientes, basadas en labores de inteligencia, para neutralizar, aislar y disuadir a las pandillas que continúan amenazando a la población civil, abusando de los derechos humanos y socavando a las instituciones haitianas”.
La nueva fuerza también resguardaría infraestructura crítica, como aeropuertos, puertos, escuelas y hospitales, junto con la policía y las fuerzas armadas de Haití. Además, apoyaría los esfuerzos “para combatir el tráfico ilícito y el desvío de armamento y material relacionado”.
El mandato del Consejo de Seguridad para la fuerza multinacional encabezada por Kenia termina el 2 de octubre y se espera que la institución vote a finales de mes sobre el borrador de resolución de Estados Unidos y Panamá.