Charlotte, noviembre 17.- El gobernador de Carolina del Norte denunció que las redadas migratorias en Charlotte, en vez de inspirar seguridad, están "fomentando el miedo".
La administración Trump ha convertido a la ciudad de aproximadamente 950.000 habitantes en el último objetivo de su ofensiva que, según dice, combatirá el crimen, a pesar de que la delincuencia está en baja y los líderes locales se oponen enfáticamente a la medida.
Los residentes de Charlotte reportaron la presencia de agentes federales incluso cerca de iglesias, complejos de apartamentos y tiendas.
"Hemos visto agentes enmascarados, fuertemente armados, con vestimenta paramilitar conduciendo autos sin identificación, apuntando a ciudadanos estadounidenses en el color de su piel, perfilando racialmente y recogiendo personas al azar en estacionamientos y en nuestras aceras", declaró el gobernador Josh Stein.
"Esto no nos está haciendo más seguros. Está fomentando el miedo y dividiendo a nuestra comunidad", añadió.
Stein reconoció que es un momento estresante, pero pidió a los residentes que se mantengan pacíficos. Si la gente ve algo incorrecto deben grabarlo y reportarlo a las fuerzas del orden locales, añadió.
El Departamento de Seguridad Nacional, que supervisa a la agencia fronteriza, ha dicho que se estaba enfocando en Carolina del Norte debido a las llamadas políticas de santuario, que limitan la cooperación entre las autoridades locales y los agentes de inmigración.

