CON JOSÉ ANTONIO KAST REGRESA LA DERECHA A CHILE

“Hartazgo social frente a la ineficiencia de los regímenes populistas”.

José Antonio Kast
Internacional
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El nuevo presidente electo se impone en las urnas con sus propuestas sobre seguridad, reactivación económica, migración y valores sociales.

El triunfo de José Antonio Kast el 14 de diciembre en la elección presidencial de Chile confirmó la tendencia de triunfos electorales de partidos de derecha en Latinoamérica, los cuales han puesto fin a gobiernos de izquierda en la región que en algunos casos permanecieron en el poder por casi 20 años, como en el caso de Bolivia.

La victoria electoral del candidato del Partido Republicano chileno en la segunda vuelta, en la que obtuvo 58.16% de los votos emitidos en la jornada electoral, contra 41.84% de la comunista y abanderada oficialista Jeannette Jara, representa para Chile un cambio drástico en el aspecto político desde el regreso de la democracia a ese país hace 35 años.

En su primer discurso tras confirmarse que alcanzaba la presidencia chilena en su tercer intento, Kast anunció que establecerá una agenda de cambios profunda para enfrentar problemas de emergencia que afectan a ese país.

Destacó que su gobierno, que arrancará el 11 de marzo de 2026, tendrá tres prioridades: seguridad, inmigración y progreso económico, para las cuales adelantó que tomará “decisiones difíciles” que no entregarán resultados inmediatos.

Anunció que reimpulsará el progreso económico y el trabajo. Y resaltó que Chile ha dado un mandato claro, que no admite excusas: no se quiere continuidad sino un cambio real que permita el progreso económico del país, así como mano firme para recuperar el orden y la autoridad, como lo propuso durante su campaña.

Apuntala tendencia

La victoria de Kast apuntaló la tendencia política en 2025 de regreso a los gobiernos de derecha en Latinoamérica, con los triunfos de políticos liberales en las elecciones presidenciales de Ecuador, Bolivia, Chile y Honduras.

Y si bien en este último país no se han dado los resultados oficiales, el candidato de derecha Nasry Asfura se mantiene arriba en el conteo de votos tras la elección del 30 de noviembre pasado.

En Argentina la derecha también logró un triunfo importante cuando el partido del presidente Javier Milei, La Libertad Avanza (LLA), obtuvo la mayoría en las elecciones de la Cámara de Diputados al obtener 40.66% de la votación.

Así se confirma la tendencia presentada desde hace seis años en la región sudamericana con el triunfo de partidos de derecha, centroderecha o ultraderecha, que han puesto fin a gobiernos de izquierda, los cuales se encontraban sumidos en crisis por los malos resultados en el combate a la delincuencia, bajo crecimiento económico, desempleo y, en general, por los pobres resultados para resolver los principales problemas de su población, aquejada además por la pérdida de libertades, persecución e incertidumbre jurídica.

El cambio geopolítico experimentado por sociedades que creyeron en las promesas de políticos demagogos, quienes al final de cuentas no pudieron atacar problemas como la corrupción, la inseguridad y la inmigración en el caso de Chile, es la respuesta a las crisis que prevalecen en los gobiernos izquierdistas, donde los gobernantes populistas lanzan ataques y limitan derechos fundamentales como la libertad de expresión y la transparencia gubernamental, optando por la extinción de los organismos autónomos que fungían como contrapesos que evitaban abusos de poder.

Firmeza contra la delincuencia

La victoria de José Antonio Kast pondrá fin al gobierno de izquierda que encabeza Gabriel Boric, al menos hasta marzo del año próximo, cuando el candidato del Partido Republicano asumirá el cargo.

Para los analistas locales el llamado voto impugnador, que rechaza a quien está en el poder en el momento de la elección, fue un factor que jugó contra Jeannette Jara, ya que la candidata de la izquierda representaba la continuidad del gobierno de Boric, quien recibió un voto de castigo por decisiones políticas erróneas.

Asfura

Refieren los especialistas que la derrota de Jara puede explicarse en parte por haber sido la cara de la continuidad de un mal gobierno, poco responsable en asuntos de importancia na2cional.

Resaltan que el gobierno de izquierda de Boric se esforzó por responder a demandas de la población chilena que no estaban presentes cuando este fue electo. Sin embargo, precisan que logró la presidencia con demandas de cambio social y progresistas a las que trató de adaptarse, pero lo hizo tarde por dificultades y problemas de gestión.

En su primer discurso, Kast ratificó su posición de mano dura para enfrentar a la criminalidad en todas sus formas. “Debemos tener mucha firmeza contra la delincuencia, el crimen organizado, la impunidad y el descontrol. Pero también debemos tener mucha grandeza para reconstruir la convivencia, el respeto y la confianza de nuestros compatriotas”, recalcó.

Trabajo conjunto

Aseguró que su gobierno permitirá las protestas, como las de jóvenes que han tomado las calles en momentos clave del país en los últimos años, pero advirtió que no tolerará el quebrantamiento del orden.

“No tenemos ningún problema en que los jóvenes se manifiesten”, dijo, pero añadió que perseguirán a quienes cometan delitos. “Chile no puede acostumbrarse al miedo. Chile no puede acostumbrarse al fuego”, insistió.

Acerca de un control migratorio más estricto que prometió en campaña, Kast aseveró que los migrantes que cometan faltas no tendrán cabida en Chile. “Nosotros queremos recibirlos, pero cumpliendo la ley. El que no cumpla la ley se tiene que ir. Y si un amigo extranjero, que está radicado, infringe la ley, se tiene que ir”, expuso.

Respecto de la situación económica, avizoró que el país enfrentará dificultades y reconoció que “vamos a tener un año duro, muy duro. Porque las finanzas del país no están bien”.

Añadió que Chile enfrenta “un tremendo drama en salud”, así como problemas en vivienda y educación, por lo que pidió paciencia a los chilenos para ver resultados.

“Nos van a tocar momentos difíciles. Momentos en los que tendremos que tomar decisiones muy relevantes. Tenemos que instaurar una cultura de trabajo en conjunto, de confianzas, y eso se puede hacer más allá de las diferencias que podemos haber tenido en distintas etapas de nuestra vida política”, subrayó ante miles de seguidores.

Defensor de la libertad

José Antonio Kats ha sido crítico de los gobiernos de izquierda y defensor de la libertad. En diversas ocasiones ha dicho que la izquierda necesita pobres porque la persona que no es pobre, tanto material como espiritualmente, no votaría jamás por alguien de esa creencia política.

En su opinión, una persona que no tiene educación no tiene libertad; una persona que vive en la marginalidad termina esclavizada por el poder; y la izquierda lo que hace es empobrecer a las naciones, pues refiere que no hay ningún ejemplo real en el mundo donde la izquierda radical haya sacado adelante a ningún país y no ha mejorado la calidad de la enseñanza de las personas.

“Por ello la calidad de vida de las personas que viven bajo un régimen de izquierda empeora”, ha insistido.

Kast anunció que romperá relaciones con las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua, donde la oposición es encarcelada, no hay libertad económica, social ni política, y donde se violan los derechos humanos todos los días.

Cambio de rumbo

Este año se dio también un viraje histórico hacia la derecha en Bolivia, con el triunfo de Rodrigo Paz en las elecciones presidenciales del 20 de octubre, con lo que puso fin a casi 20 años de gobiernos de izquierda, lo que supuso un cambio drástico en el rumbo político del país sudamericano.

El país fue gobernado por casi dos décadas por el partido de izquierda Movimiento Al Socialismo (MAS), fundado por el exmandatario Evo Morales, el cual contó con el apoyo mayoritario de la población indígena del país.

Cabe recordar que en su discurso después de obtener la victoria Rodrigo Paz llamó a superar la ideología tras dos décadas de gobiernos del MAS. “La ideología no da de comer; lo que da de comer es el derecho al trabajo, la seguridad jurídica, el respeto a la propiedad privada, tener certidumbre en nuestro futuro”, resaltó.

Noboa

Paz aseguró que Bolivia vuelve a recuperar paso a paso su lugar en el escenario internacional y celebró el término de casi 20 años en los que el país perdió “geopolítica y geoeconómicamente”.

El nuevo presidente deberá enfrentar los graves problemas económicos que aquejan a su país, por lo que pidió a los bolivianos que tengan la certidumbre de que su gobierno contará con los mejores hombres y mujeres que quieran ayudar para llevar adelante las soluciones de Bolivia.

El apoyo electoral al MAS prácticamente se derrumbó en la primera vuelta de las elecciones, lo que fue atribuido por los analistas locales a una alta inflación, que alcanza 23% en lo que va del año, y una escasez de combustibles y dólares que ha paralizado la demanda de los consumidores.

Además, las exportaciones de gas natural, que fueron el motor económico de Bolivia durante años, se han desplomado, lo que ha puesto bajo presión a la moneda boliviana y limitado las importaciones de combustibles.

Los expertos consideran que el desencanto llevó a una necesidad de cambio por parte de los votantes, que se tradujo en la disputa entre dos candidatos que se asemejan a los de los gobiernos conservadores de la década de 1990, que defendían la libertad de empresa y apertura internacional.

Durante su campaña presidencial Rodrigo Paz prometió un “capitalismo para todos” y terminar con el “Estado tranca”. Para llevar adelante este plan ha dicho que buscará salir de la dura crisis económica que atraviesa el país por medio de una baja de impuestos, el fomento al crédito, un esquema de subsidios diferenciados en los precios de los combustibles y la descentralización del presupuesto entre los departamentos y las provincias.

Los analistas afirman que la victoria de Paz no se entiende sin el voto de las clases bajas, que en las elecciones anteriores votaron por Evo Morales y Luis Arce, y que en esta elección abandonaron las opciones de la izquierda del MAS, por lo que pudo capturar el voto, tanto rural como urbano.

En Honduras, otro revés

En 2025 Honduras celebró también su elección presidencial, el 30 de noviembre, en la que el candidato del conservador Partido Nacional, Nasry Tito Asfura, se mantiene en primer lugar al obtener 40.54% de los votos cuando se ha computado 99.8% de las actas.

En segundo lugar se encuentra el abanderado del Partido Liberal, Salvador Nasralla, quien de acuerdo con el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha obtenido 39.19% de los sufragios contabilizados.

A unos días de que el CNE hondureño dé a conocer el resultado final de la elección, para lo cual tiene como límite el mes de diciembre, todo parece indicar que la derecha, ya sea con Asfura o Nasrella, asumirá el gobierno y desplazará a la izquierda que encabeza la actual presidenta, Xiomara Castro.

Como ocurrió en la elección de la Cámara de Diputados en Argentina, donde apoyó al partido de Javier Milei, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se manifestó a favor del candidato Tito Asfura, de quien escribió en su red social que era el “único verdadero amigo de la libertad en Honduras”.

Y agregó que podrían “trabajar juntos para luchar contra los narco-comunistas”.

Para analistas de ese país centroamericano, ese apoyo del mandatario estadunidense sin duda tuvo influencia en un país donde la migración al norte representa la principal fuente de ingresos y la esperanza de miles de familias hondureñas ante el fracaso de los gobiernos locales.

Agregan que los resultados de la elección presidencial (los cuales todavía no son oficiales, pero muestran una clara tendencia) indican el término de una etapa política de izquierda en el país, que ha sido breve por decepcionante tras cuatro años en el poder.

Entre las fallas del gobierno de la mandataria Castro refieren promesas incumplidas, casos de corrupción y discursos de odio de funcionarios que afectaron al primer partido gobernante de izquierda en Honduras, cuyos líderes pregonaron un “socialismo democrático”.

El caso de Ecuador

En abril del presente año Daniel Noboa, de la alianza Acción Democrática Nacional (ADN), logró la reelección presidencial en Ecuador al obtener 56% de los votos, contra 44% de la candidata del partido Revolución Ciudadana, Luisa González, una diferencia de doce puntos que significaron cerca de un millón de votos.

Pese a lo contundente de los números, González desconoció el resultado avalado por el CNE, por lo que pidió una apertura de urnas y recuento de votos que al final no modificaron el resultado de manera sustancial.

Según los analistas, Ecuador se encontraba azotado por el crimen organizado, el narcotráfico y la inseguridad, así como la crisis económica y energética que atravesó en los últimos tiempos, circunstancias que estuvieron presentes en la mente de los votantes al momento de emitir su voto.

Ahora, con la victoria de José Antonio Kast en Chile, se demuestra de nuevo el hartazgo social frente a la ineficiencia, corrupción y autoritarismo de los regímenes populistas en el continente.

Perfil

José Antonio Kast es un abogado y político nacido el 18 de enero de 1966, perteneciente al Partido Republicano de Chile.

Ha sido diputado en diversas ocasiones y candidato presidencial en las elecciones de 2017, 2021 y 2025.

En abril de 2018 fundó el movimiento Acción Republicana, que se constituyó en 2020 en el Partido Republicano de Chile; es uno de sus fundadores y su primer presidente.

En enero de 2025 confirmó su tercera candidatura presidencial. En la primera vuelta presidencial obtuvo el segundo lugar con 23.92% de los votos (lo que le permitió pasar a la segunda vuelta del 14 de diciembre). En estos comicios, resultó electo presidente de la República para el periodo 2026-2030 con 58.16% de los sufragios.

Vuelta a la derecha

En la actualidad el espectro político en el continente gira hacia gobiernos de derecha y liberales, tendencia que inició en 2019 en El Salvador, con Nayib Bukele, y que prosiguió en 2020, con Luis Abinader, en República Dominicana; Rodrigo Chávez Robles, en 2022, en Costa Rica; Javier Milei, en 2023, en Argentina; Daniel Noboa, en 2023, en Ecuador, y José Raúl Mulino, en 2024, en Panamá.

En el presente año esta tendencia continuó con los triunfos electorales de Rodrigo Paz en Bolivia; José Jeri en Perú, como sucesor de Dina Boluarte tras ser destituida; mientras que en Honduras hay una fuerte disputa entre Nasry Asfura y Salvador Nasralla, ambos de derecha, y la inminente victoria de José Antonio Kast en Chile.

En total once países son de nuevo o serán gobernados por mandatarios de derecha, centroderecha o ultraderecha, en tanto que la izquierda gobierna en otros ocho, aunque los expertos consideran que Brasil, Colombia, Costa Rica y Perú pueden cambiar de rumbo político en sus próximas elecciones presidenciales de 2026.

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