Senado republicano aprueba proyecto de recortes fiscales

El vicepresidente JD Vance tuvo que romper un empate

John Thune, líder de la mayoría republicana en el Senado de EU.
Foto: AP
Redacción
Internacional
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Washington, Estados Unidos, 1 de julio. El Senado republicano llevó el gran proyecto de ley de recortes fiscales y reducciones de gastos del presidente Donald Trump a su aprobación este martes con el voto más estrecho, superando la oposición de los demócratas y de sus propias filas después de una turbulenta sesión nocturna.

El resultado culminó un fin de semana inusualmente tenso de trabajo en el Capitolio, con la prioridad legislativa del presidente tambaleándose entre la aprobación y el colapso. Al final, el conteo fue de 50-50, con el vicepresidente JD Vance rompiendo el empate.

Tres senadores republicanos — Thom Tillis de Carolina del Norte, Susan Collins de Maine y Rand Paul de Kentucky— se unieron a todos los demócratas para votar en contra .

“El gran proyecto de ley no tan hermoso ha pasado”, declaró Paul después de la votación.

La dificultad que enfrentaron los republicanos, que tienen la mayoría en el Congreso, probablemente no disminuirá. El paquete ahora regresa a la Cámara de Representantes, donde el titular de esa instancia, Mike Johnson, había advertido a los senadores que no se desviaran demasiado de lo que su cámara ya había aprobado. Pero el Senado hizo cambios, particularmente en Medicaid, arriesgando más problemas mientras corren para terminar antes de la fecha límite del 4 de julio fijada por Trump.

El resultado es un momento crucial para el presidente y su partido, que han estado consumidos por el “Gran Hermoso Proyecto de Ley”, de 940 páginas, como se titula formalmente, e invirtieron su capital político en cumplir con el proyecto.

Trump reconoció que es “un asunto muy complicado”, mientras salía de la Casa Blanca hacia Florida.

“No quiero volverme loco con los recortes”, declaró el presidente. “No me gustan los recortes”.

Lo que comenzó como un día rutinario pero laborioso de votación de enmiendas, en un proceso llamado vote-a-rama, se convirtió en un maratón casi ininterrumpido mientras los líderes republicanos ganaban tiempo para consolidar el apoyo.

Las monótonas llamadas de votación en la cámara contrastaban con la acción frenética para sacar adelante el proyecto de ley. Se veían escenas de rostros sombríos dentro y fuera del piso del Senado, y los ánimos se encendieron.

El líder de la mayoría del Senado, John Thune, de Dakota del Sur, pasó la noche tratando de lograr acuerdos de último minuto entre los miembros de su partido preocupados porque las reducciones al Medicaid del proyecto de ley dejen a millones sin atención médica y su flanco más conservador, que quiere recortes aún más profundos para contener los déficits que se disparan con los recortes fiscales.

Los líderes republicanos no tenían margen de error, con mayorías estrechas en ambas cámaras. Thune no podía perder más de tres senadores republicanos, y ya dos —Tillis, quien advirtió que la gente perderá acceso a la atención médica de Medicaid, y Paul, quien se opone a aumentar el límite de la deuda en cinco billones de dólares— habían indicado su oposición.

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