Yakarta, Indonesia, 9 de julio. Equipos de rescatistas buscaban a docenas de desaparecidos y excavaban entre toneladas de lodo y escombros dejados por un alud de tierra, que cayó contra una zona de minería artesanal no autorizada en la isla indonesia de Sulawesi y mató al menos a 23 personas.
Más de 100 pobladores buscaban pepitas de oro el domingo en un pozo en la pequeña mina artesanal en el remoto distrito de Bone Bolango, en la provincia de Gorontalo, cuando toneladas de lodo se deslizaron por las colinas cercanas y sepultaron sus campamentos improvisados, dijo Heriyanto, responsable de la Oficina de Búsqueda y Rescate.
Los rescatistas encontraron más cuerpos el martes en el devastado poblado donde se encuentra la mina de oro.
“La mejora del tiempo nos permitió recuperar más cuerpos”, indicó Heriyanto, que como muchos indonesios utiliza un solo nombre.
Según datos publicados este día por su oficina, unas 66 personas lograron escapar del deslave, unas 23 fueron rescatadas con vida, 18 de ellas heridas, y se recuperaron 23 cuerpos, incluidos los de tres mujeres y un niño de cuatro años. Había unos 35 desaparecidos.
Las lluvias torrenciales que han castigado la zona desde el sábado provocaron el alud de tierra y rompieron un dique, lo que causó inundaciones que llegaron a los tejados de las casas en cinco poblados de Bone Bolango, según Abdul Muhari, vocero de la Agencia Nacional de Manejo de Desastres. Casi 300 casas se vieron afectadas y más de mil personas huyeron para ponerse a salvo.
Las autoridades desplegaron más de 200 rescatistas, incluidos policías y militares, con equipamiento pesado para buscar a los muertos y desaparecidos en una operación que se veía complicada por aguaceros, un terreno inestable y el terreno escarpado y boscoso, señaló Adifuddin Ilahude, un funcionario local de rescate.
Ilahude apuntó que con muchos desaparecidos y algunas zonas remotas aún inalcanzables, era probable que la cifra de muertos subiera. También se habían movilizado perros rastreadores, agregó.