Washington, Estados Unidos, 8 de mayo. El presidente Donald Trump acordó reducir los aranceles sobre los automóviles, el acero y el aluminio del Reino Unido en un acuerdo comercial con Gran Bretaña, que compraría más carne de res estadunidense y simplificaría su proceso aduanero para productos de Estados Unidos.
El acuerdo anunciado este jueves es simbólicamente importante, probablemente reduciendo la carga financiera de los amplios aranceles decretados por y creando un mayor acceso en el extranjero para los productos estadounidenses.
El anuncio proporcionó una victoria política para el primer ministro británico Keir Starmer y validó en cierta medida las afirmaciones de Trump de que su enfoque turbulento del comercio podría reequilibrar la economía global en sus términos preferidos. Sin embargo, los términos del acuerdo aún no se han completado, un recordatorio de que el proceso que Trump prometió sería rápido podría llevar semanas, ya que otras naciones con las que Estados Unidos tiene un déficit comercial temen que los impuestos a la importación del presidente republicano frenen el crecimiento económico en todo el mundo.
“Los detalles finales se están redactando”, declaró Trump a los reporteros. “En las próximas semanas, lo tendremos todo muy concluyente”.
Añadió que el acuerdo llevaría a más exportaciones de carne de res y etanol al Reino Unido, lo que también agilizaría el procesamiento de productos estadounidenses a través de la aduana.
Starmer, hablando por teléfono con Trump, destacó la importancia de la relación entre los dos países mientras se conmemoraba el aniversario de la victoria en Europa de la Segunda Guerra Mundial.
“Poder anunciar este gran acuerdo en el mismo día 80 años después, casi a la misma hora y como estábamos hace 80 años con el Reino Unido y Estados Unidos de pie lado a lado, creo que es increíblemente importante”, expresó Starmer.
El acuerdo es el primero esbozado desde que Trump comenzó sus esfuerzos intermitentes para reconfigurar la economía global imponiendo aranceles en un intento de fomentar la manufactura doméstica. Trump rápidamente implementó aranceles después de regresar a la Casa Blanca, apuntando a aliados tradicionales como el Reino Unido con impuestos a la importación sobre acero, aluminio y automóviles. Trump anunció aranceles casi universales el 2 de abril, luego retrocedió parcialmente una semana después y anunció que su administración buscaría acuerdos individuales con varios países en los próximos meses.
Estados Unidos ya tiene un superávit comercial con el Reino Unido, lo que facilita un poco encontrar un terreno común, ya que Trump ha basado sus aranceles en eliminar específicamente los déficits comerciales anuales con múltiples naciones que, según él, se han aprovechado de Estados Unidos.