LA UE CONSOLIDA UN NUEVO PACTO MIGRATORIO CON REPARTO DE CUPOS

“Se espera que el bloque acoja 30 mil personas por año en su sistema migratorio”.

Claudia Luna Palencia
Internacional
UE PACTO MIGRATORIO

Demoraron tres años de agrios debates y casi una década para ponerse de acuerdo, pero finalmente la Unión Europea (UE) logró un nuevo Pacto sobre Migración y Asilo que entrará en vigor a partir del primer semestre y tendrá un periodo de dos años de transición para que, de forma homogénea, quede integrado entres sus 27 miembros.

Este nuevo acuerdo incluye una política de reparto de cupos de inmigrantes ilegales, como lo han pedido España, Italia y Grecia, tres de los países con las mayores presiones migratorias, puestos en el mapa de los traficantes de personas que utilizan rutas bien conocidas para introducir diariamente a decenas de migrantes por las vías marítimas del Mediterráneo.

Aunque la UE en general está desbordada de migrantes ilegales que llegan por rutas terrestres, aéreas y marítimas: de acuerdo con la Agencia Europea de la Guardia Fronteras y Costas (Frontex), en 2023 Europa recibió más de 331 mil 600 inmigrantes ilegales. Solo por la ruta marítima, hacia Canarias, España recibió 32 mil llegadas de inmigrantes en cayucos o lanchas improvisadas para alcanzar sus costas.

Ylva Johansson, comisaria europea del Interior, reconoce que la Comisión Europea está muy consciente de la enorme presión que padecen los europeos, mientras que Ursula Von der Leyen, presidenta de la CE, habla de una enorme prueba, un desafío humano para la unidad de los europeos, que obliga a la búsqueda de consensos y a mostrar solidaridad entre los países.

El nuevo pacto permitirá tener una mayor capacidad de operación y de gestión para todos esos flujos humanos que llegan en su mayoría sin hablar el idioma local, sin papeles y sin aportar datos como edad o lugar de origen. Las leyes europeas migratorias protegen a los niños de la expulsión y encausan su reubicación en centros de acogida; por eso todos quieren pasar por menores de edad.

De acuerdo con Gabriela Baczynska, en un artículo para Reuters, este acuerdo supone un gran avance poniendo fin a una serie de altibajos en las discusiones sobre política migratoria europea.

“Los Estados de la UE han intercambiado culpas sobre los recién llegados desde que más de un millón de personas, en su mayoría huyendo de la guerra en Siria, tomaron al bloque por sorpresa en 2015”, refiere.

Baczynska, corresponsal en jefe en Bruselas, aborda cómo la inmigración siria en su momento fue un parteaguas para la UE, que a partir de entonces fue endureciendo sus fronteras y sus leyes de asilo; y, sobre todo, fue buscando convenios con diversos países de Oriente Medio y del norte de África a fin de que evitasen la salida de los contingentes humanos irregulares.

Sistema

¿Cuáles son los principales cambios del Pacto sobre Migración y Asilo? Primero, resuelve el tema del reparto de cupos: “A cada país de la UE se le asignará una parte de las 30 mil personas totales que se espera que el bloque acoja por año en su sistema migratorio. Para el reparto se considerará el tamaño del país, su PIB y su presión demográfica”.

La resistencia para recibir cuotas de inmigrantes tradicionalmente mostrada por los países del este de la UE, fundamentalmente por Hungría y Polonia, se subsanan en el pacto: las naciones que no estén dispuestas a recibir sus respectivos cupos de inmigrantes ilegales deberán pagar 20 mil euros por persona rechazada al año.

Margaritis Schinas, vicepresidente de la CE, habló del éxito de este gran convenio en términos de hacer más homogéneos los mecanismos de solidaridad entre todos los socios europeos, porque hay unos países que tienen una enorme presión migratoria que asfixia a sus economías.

“Se logra asimismo un sistema más expedito para tener un sistema migratorio europeo, que en el futuro será más eficiente y realmente acogerá a quien verdaderamente lo necesite… Vamos a tener un circuito en común desde el monitoreo, pasando por los procesos y trámites fronterizos, hasta los accesos a los procedimientos de asilo, las políticas de retorno y el reparto solidario de inmigrantes”, afirmó.

Otro de los aspectos relevantes de este documento es que los 27 países miembros del club europeo contarán con un nuevo procedimiento fronterizo acelerado para regresar a sus países de origen a los inmigrantes ilegales que no reúnan los requisitos para solicitar asilo. Antes de estos cambios, el proceso de expulsión solía durar varios años.

Gracias al pacto estas reclamaciones de asilo serán tramitadas en un plazo máximo de doce semanas y cuando las personas sean rechazadas serán devueltas a sus respectivos países de origen en menos de tres meses.

“Los países de la UE también podrían aplicar el procedimiento rápido a las personas recogidas en el mar, capturadas mientras intentan entrar ilegalmente o que solicitan asilo en la frontera de un país, en lugar de hacerlo con antelación”, de acuerdo con el documento.

La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, destacó la necesidad de contar con los mecanismos para agilizar que las personas ilegales que incluso se niegan a cooperar con las respectivas autoridades, al negarles información esencial, y que no cumplan con los requisitos de asilo, puedan ser expulsadas más rápidamente.

El año pasado llegaron a las costas italianas, que son la principal puerta de entrada a Europa, casi 200 mil inmigrantes. Solo en tres días, durante los meses de septiembre, Italia recibió diez mil personas desde ultramar.

Meloni señaló una crisis migratoria que amenaza con colapsar los servicios sanitarios y asistenciales: los centros de acogida tienen capacidad promedio para alojar a 400 personas; por ende, las autoridades italianas han debido recurrir a utilizar hoteles para el alojamiento temporal.

La primera ministra declaró el estado de emergencia ante la presión migratoria y se ha mostrado interesada en frenar las salidas en los propios países de origen a través de sinergias con los países expulsores.

A España lo hicieron 56 mil 852 inmigrantes irregulares, según datos de Frontex, siendo las Islas Canarias el principal punto de llegada por la vía marítima debido a su ubicación en el Atlántico, frente a la costa noroeste de África. Se trata sobre todo de personas que salen de Senegal, Marruecos, Gambia y Guinea; muchos son menores no acompañados.

Para el presidente de España, Pedro Sánchez, este acuerdo alcanzado de forma consensuada en la UE permitirá revisar el sistema europeo de migración y de asilo, lo que ayudará a agilizar los procesos.

A Grecia arribaron 27 mil personas el año pasado. Atendiendo a sus propias necesidades internas, el pasado 19 de diciembre el Parlamento de Grecia aprobó una enmienda presentada por el gobierno conservador para conceder sendos permisos de residencia y de trabajo a 30 mil inmigrantes irregulares, aduciendo “una enorme escasez de mano de obra”, sobre todo en el campo. El Parlamento votó una legislación que permite trabajar de forma legal en Grecia tras haber residido al menos tres años en el país (en lugar de siete) y no tener antecedentes penales.

Otros avances

Hanne Beirens y Camille Le Coz, del Instituto de Política Migratoria, refieren en un documento que el pacto es muy oportuno en un momento en que habrá elecciones en el verano de este año para el Parlamento Europeo y para la renovación del gobierno de la UE.

“El acuerdo es histórico. Y dadas las cuestiones a menudo espinosas y divisivas, no es de extrañar que los Estados miembros, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea hayan tardado siete años en llegar a un convenio. En el centro de sus debates se centraron dos cuestiones: en primer lugar, la cuestión del reparto de responsabilidades y cómo puede hacerse tangible en toda la UE, en un contexto en el que cada Estado miembro se está retirando cada vez más detrás de sus fronteras”, aseveran ambas autoras.

Beirens y Le Coz señalan que el pacto también es histórico porque, en segundo lugar, se acordó en medio de un panorama político que cambia rápidamente y donde el discurso antiinmigración ya no es un argumento exclusivo de la extrema derecha, sino que ahora se ha convertido en algo común para muchos partidos tradicionales, con propuestas políticas para cerrar las fronteras y eliminar el derecho a pedir asilo al llegar al territorio de la UE.

Desde hace años varios países europeos han logrado acuerdos casi siempre económicos con Turquía, Libia, Túnez, Ruanda o Albania para que detengan en sus territorios a los potenciales migrantes y persigan más a los tratantes de personas y a las mafias.

El nuevo Pacto sobre Migración y Asilo será supervisado por Hungría, Polonia y Dinamarca en sus respectivas presidencias de la UE; nada menos que tres países que se han resistido a la solidaridad y al reparto de cupos.

¿Se hace más difícil el derecho de asilo dentro de la UE? Beirens y Le Coz lo niegan e insisten en que más bien facilita su regulación y lo hace más eficiente para que verdaderamente llegue a las personas que realmente lo necesitan.

“El texto del pacto sigue consagrando el derecho de asilo y permitiendo que los solicitantes sean tratados de acuerdo con lo que sigue siendo uno de los más altos estándares de protección en todo el mundo. Estos principios clave, que servirán de fundamento para la legislación nacional y de la UE en los próximos años, constituirán una base para las acciones judiciales, ya sean iniciadas por los migrantes, las organizaciones de la sociedad civil o la CE”, esgrimieron.

El bloque en su conjunto quiere frenar las llegadas masivas de inmigrantes ilegales y en este punto todos están de acuerdo. Ya hay quienes avizoran que si el nuevo pacto no las frena podría la impaciencia de varios países europeos minar la capacidad del nuevo acuerdo bajo la tentación de la autorregulación y de normas más estrictas.

Al respecto, el Instituto de Política Migratoria señala que una cualidad del pacto es su característica multifacética: “El éxito final requerirá una UE nuevamente unida para diseñar los planes de implementación y apoyarlos con recursos financieros suficientes; por ejemplo, impulsando la capacidad de la Agencia de Asilo de la UE y de Frontex e implementando innovaciones inteligentes, como el uso racional de herramientas digitales; y mecanismos de supervisión que, entre otras cosas, garanticen la preservación de los derechos fundamentales”.

El acuerdo prevé cinco propuestas clave: 1) Reglamento de detección para establecer normas uniformes relativas a la identificación de los nacionales de terceros países a su llegada, aumentando así la seguridad dentro del espacio Schengen; 2) un Reglamento Eurodac para desarrollar una base de datos común que reúna datos más precisos y completos para detectar movimientos no autorizados; 3) también el Reglamento de Procedimientos de Asilo para agilizar los procedimientos de asilo, retorno y fronteras; 4) así como el Reglamento de Gestión de la Migración en materia de Asilo para establecer un nuevo mecanismo de solidaridad entre los Estados miembros para equilibrar el sistema actual, en el que unos pocos países son responsables de la gran mayoría de las solicitudes de asilo, y normas claras sobre la responsabilidad de las solicitudes de asilo; y, 5) un Reglamento de Crisis y Fuerza Mayor para garantizar que la UE esté preparada en el futuro para hacer frente a situaciones de crisis, incluida la instrumentalización de los migrantes.

Además, la nueva Agencia de Asilo de la UE sustituye a la Oficina Europea de Apoyo al Asilo y crea una mejor convergencia para las prácticas de asilo y de acogida.

La migración es una cuestión compleja. Debe tenerse en cuenta la seguridad de las personas que buscan protección internacional o una vida mejor, así como las preocupaciones de los países que temen que las presiones migratorias superen sus capacidades.

Para Europa es ya un asunto de emergencia.