Papa León XIV visita la sede de su orden agustiniana

Papa León XIV saluda a la prensa en el Vaticano.
Foto: AP
Redacción
Internacional
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Roma, Italia, 13 de mayo. En una reunión histórica en el Agostinianum, cerca de la Plaza de San Pedro en Roma, el Papa León XIV se reunió con miembros de su orden religiosa, los Agustinos, este 13 de mayo. El ambiente estaba lleno de reverencia y contemplación cuando el pontífice llegó en un vehículo negro al mediodía y partió poco antes de las 3 p.m. El Agostinianum, que sirve tanto de instituto pontificio como de residencia y sede de la Orden de San Agustín en Roma, brindó el escenario perfecto para esta ocasión trascendental.

La Orden Agustiniana, con raíces que se remontan al siglo V con San Agustín de Hipona, es reconocida por su espiritualidad contemplativa, su estilo de vida comunitario y su dedicación al servicio al prójimo. Esta orden fue fundada en el siglo XIII como una comunidad de frailes mendicantes comprometidos con la pobreza, el servicio y la evangelización. La importancia de San Agustín, figura prominente del cristianismo primitivo y la teología, está profundamente arraigada en los principios y prácticas de la Orden Agustiniana.

Cabe destacar que el ex reverendo Robert Prevost, el primer papa estadounidense de la historia, fue superior de la orden en dos ocasiones. Su liderazgo ejemplificó los profundos valores defendidos por los agustinos a lo largo de los siglos. Tras su elección el 8 de mayo, el papa León XIV ha enfatizado constantemente su conexión con san Agustín, citando con frecuencia al venerado santo. Este vínculo espiritual se resaltó aún más durante la visita del pontífice a un santuario mariano administrado por agustinos en el sur de Roma, donde exhibió con orgullo una cruz pectoral que contenía reliquias de san Agustín.

La elección del lema papal por parte del papa, In Illo uno unum, refleja la esencia de la unidad y la comunidad dentro de la fe cristiana, tal como la expresó san Agustín en uno de sus sermones. Esta frase en latín significa la unidad que se encuentra en Cristo a pesar de la diversidad entre los creyentes. Además, el papa León XIV ha adoptado el emblema de la Orden Agustiniana, que presenta un corazón en llamas atravesado por una flecha y un libro que simboliza las Escrituras. Este emblema sirve como recordatorio constante de los valores y la misión de la Orden, guiando el liderazgo y las decisiones del Papa.

El encuentro entre el Papa León XIV y la comunidad agustiniana marcó un momento significativo en la historia de la Iglesia Católica, subrayando la perdurable relevancia de las enseñanzas de San Agustín y los principios atemporales de la Orden Agustiniana. A medida que el pontífice continúa encarnando el espíritu de unidad, servicio y devoción que propugnaba San Agustín, su liderazgo es un faro de esperanza e inspiración para los católicos de todo el mundo.

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