Seguridad, energía e inversiones, temas del encuentro de alto nivel con los secretarios de Estado, Antony Blinken, y de Comercio, Gina Raimondo.
Durante la visita del secretario norteamericano de Estado, Antony Blinken, México y Estados Unidos manifestaron su deseo de seguir manteniendo una buena relación y aclarar malos entendidos, puesto que están de acuerdo en fortalecer los vínculos que mantienen como vecinos y socios comerciales.
El presidente Andrés Manuel López Obrador destacó el respeto manifestado por Blinken hacia la política energética y la soberanía del país, misma postura que el presidente Joe Biden le manifestó en una carta.
“Ha habido buena respuesta por parte del presidente Biden. Me envió una carta con el propósito de que mantengamos la relación de respeto; que se sigan integrando nuestras economías con el respeto a las soberanías de los dos países, una política de buena vecindad. Y no hemos tenido problemas”, añadió el mandatario.
López Obrador dijo que la reunión con el secretario de Estado y su comitiva fue productiva y propositiva, en la que no se usó la palabra arancel o sanción, además de que la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, no habló de que se vaya a castigar a México por su política energética.
“Nuestros adversarios (lo) quisieran, y se andan frotando las manos, buscando que nos peleemos. Pues no: estamos las partes de acuerdo en fortalecer nuestras relaciones”, afirmó el presidente.
Respecto de las diferencias en materia energética aseguró que no se tienen problemas con alguna empresa estadunidense y la diferencia que existía entre una de ellas y Petróleos Mexicanos (Pemex) por un yacimiento en el Golfo de México ya está resuelta.
Blinken consideró por su lado que más allá de las diferencias en el tema energético, entre los dos países hay una relación sólida.
Si bien pueden existir divergencias en algunos temas, siempre se busca llegar a una solución de manera práctica, insistió el responsable de la política exterior de Estados Unidos.
Durante la reunión en Palacio Nacional, además de abordar los temas de la agenda bilateral como desarrollo económico, seguridad y migración, México fue invitado a participar en el proyecto de Estados Unidos para que forme parte de la fabricación de semiconductores en la región de América del Norte.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, afirmó que con esa propuesta se abre una puerta enorme de desarrollo y de crecimiento económico para el país, pues representa miles de empleos.
Acuerdos y cooperación
El presidente calificó como muy bueno el encuentro con Blinken y Raimondo, quienes visitaron México para participar en el Diálogo de Alto Nivel Económico (DEAN) que mantienen ambos países.
Agregó que acordaron seguir trabajando y en relación a los diferendos con empresas estadunidenses de energía dijo que se atenderán sus peticiones, aunque consideró que “no puede ser que eso defina nuestra política en materia de energías y de otros temas”.
López Obrador indicó que trataron la posibilidad de realizar acciones conjuntas para el desarrollo energético y de la industria automotriz, en específico con automóviles eléctricos, así como la inversión que vendría a nuestro país con el propósito de fortalecer a la industria automotriz.
En su encuentro con la delegación estadunidense el presidente les explicó el Plan Sonora para la producción de energía solar con el refuerzo de plantas generadoras de gas, lo que permitirá establecer líneas de conducción de energía de Sonora hacia Arizona y California.
También les informó de la nacionalización del litio y la manera de cómo el país desarrollará la empresa nacional de ese elemento, insumo fundamental en la elaboración de baterías para automóviles eléctricos.
Abordaron además el tema migratorio y el interés de seguir trabajando juntos y cuidar los derechos humanos de los migrantes, así como la posición mexicana de que no debe utilizarse la migración en los procesos electorales y se acordó proseguir con los esfuerzos para hacer realidad la cooperación con los gobiernos de Centroamérica.
López Obrador coincidió con Blinken en la importancia de consolidar la región de América del Norte y le manifestó que México también está a favor de la unidad de todo el continente.
Oportunidad
Durante la reunión se habló acerca de las oportunidades para que México aproveche la reciente ley aprobada en el Congreso de Estados Unidos, la cual proporcionaría 28 mil millones de dólares en incentivos para la producción de semiconductores; diez mil millones de dólares para nueva manufactura de chips; y once mil millones para investigación y desarrollo.
Blinken explicó que la nueva ley estadunidense tiene como fin incentivar el cambio a vehículos eléctricos y la producción local de las baterías que requieren.
La escasez mundial de semiconductores ha afectado la producción de automóviles, electrodomésticos y otros bienes, lo que alimenta la inflación.
México y Estados Unidos planean aprovechar la enorme inversión del gobierno del presidente Joe Biden en la manufactura de semiconductores para impulsar la integración de sus cadenas de suministro y la producción de vehículos eléctricos a través de la industria mexicana del litio.
Las iniciativas de los dos países tienen como fin disminuir la ventaja de Asia en el terreno de los semiconductores y de las baterías necesarias para los vehículos eléctricos, y promover la producción en América del Norte.
Blinken afirmó que los elementos fundamentales de las cadenas de suministro de semiconductores ya están bien establecidos en México, con compañías estadunidenses como Intel y Skyworks que realizan investigación y desarrollo, diseño, ensamblado y manufactura de prueba.
Empleo e integración
El secretario de Relaciones Exteriores destacó a su vez el buen ambiente que prevaleció durante la reunión entre López Obrador y Blinken.
Al respecto, Ebrard subrayó que quienes esperaban fricciones, desencuentros y problemas se quedaron con las ganas “porque eso no va a ocurrir”.
El canciller confirmó que la delegación de Estados Unidos invitó a México a impulsar el sector de los semiconductores, puesto que en ese país ya se autorizó un programa de 50 mil millones de dólares con ese propósito.
“Nos invitan a participar. Eso son miles de empleos. Es una puerta enorme que se abre para México de desarrollo, de crecimiento económico”, destacó Ebrard.
Dijo que también se invitó al gobierno mexicano a participar en el proyecto de electromovilidad, es decir, todo lo relacionado con la industria automotriz, además de que se le invitó a que participe en telecomunicaciones para acelerar el crecimiento hacia la tecnología 5G.
“En resumen (vinieron) a invitarnos para que México pueda participar en inversiones multimillonarias. Le agradecemos mucho al presidente Biden. Ha sido un éxito y estamos muy complacidos”, subrayó el canciller, quien aseveró que es una oportunidad histórica para nuestro país.
Ebrard insistió en que la participación de México en todos estos proyectos supondrá empleos e integración, y que la economía del país pueda crecer al doble del ritmo actual, con lo que se podrá “reducir la pobreza mucho más rápido” y acelerar el desarrollo de infraestructura.
Luego de la reunión en Palacio Nacional, que duró casi dos horas, los integrantes de la delegación de Estados Unidos se trasladaron a la Secretaría de Economía, donde se realizó el DEAN.
Respecto del tema energético Gina Raimondo expuso que las empresas buscan transparencia y predictibilidad como parte de cualquier relación comercial, mientras que Antony Blinken expuso que más allá del conflicto energético hay una relación sólida entre México y Estados Unidos.
“Podemos no estar de acuerdo en ciertos temas, pero se busca llegar a una solución de forma práctica”, resaltó.
Relación dinámica y próspera
Durante la Reunión Anual del Diálogo Económico de Alto Nivel México-Estados Unidos se analizaron temas como la seguridad energética, infraestructura fronteriza, ciberseguridad y cambio climático, entre otros.
Ambas delegaciones recordaron que desde el relanzamiento del DEAN hace un año los gobiernos de los dos países han profundizado la cooperación y el compromiso con el crecimiento económico regional, la integración y la larga asociación estratégica.
Coincidieron en que el DEAN proporciona una plataforma flexible y orientada a resultados para fomentar la prosperidad regional, ampliar la creación de empleos, invertir en su población y reducir desigualdades y pobreza.
Refirieron que como lo manifestaron los presidentes López Obrador y Biden en la reunión que sostuvieron en julio en Washington, América del Norte es una potencia económica en tanto que la fuerza económica regional ha permitido que el comercio entre los dos países haya superado los niveles prepandemia.
Agregaron que el DEAN parte de una relación dinámica y próspera, con proyectos específicos para fortalecer las cadenas de suministro en América del Norte y la competitividad regional, por lo que la visión compartida y el plan de trabajo se enfoca en establecer una ruta colaborativa para abordar la crisis climática, la pandemia global y la persistente desigualdad.
Señalaron que a partir del trabajo de este último año el DEAN se enfoca en cuatro pilares centrales: reconstruyendo juntos; promoción del desarrollo económico y social sustentable en el sur de México y Centroamérica; asegurando las herramientas para la prosperidad futura, e invirtiendo en sus respectivos pueblos.
“Hoy revisamos los logros alcanzados en el DEAN y discutimos nuevas áreas de colaboración, incluyendo la cooperación para combatir los retos del cambio climático para cumplir con nuestros compromisos de la agenda 2030 de la ONU y contar con transporte ecológico en la frontera para mejorar la calidad del aire y la salud pública”, destacaron.
Sin precedentes
También dialogaron sobre la colaboración en electromovilidad, la economía digital, el desarrollo de la fuerza laboral y resiliencia de las cadenas de suministro en sectores como el farmacéutico, en el que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) trabaja para optimizar el ambiente regulatorio.
Refirieron que la aprobación de la ley Chips y Ciencia (Chips and Science Act) en Estados Unidos proporciona oportunidades sin precedentes para mejorar las ya dinámicas cadenas de suministro.
A ello se suma la Ley de Reducción de la Inflación, que incluye 369 mil millones de dólares para reducir las emisiones y detonar la demanda de vehículos eléctricos y tecnologías de energías limpias, lo que la convierte en la legislación más significativa de la historia estadunidense en materia de impacto en el cambio climático.
Puntualizaron que estas leyes incrementarán la inversión en el sector manufacturero norteamericano, reducirán los costos de la energía para las familias y las empresas, apuntalarán nuestras cadenas de suministro y fortalecerán nuestra seguridad energética colectiva.
También crearán empleos en ambos países y posicionarán a América del Norte como líder en energías limpias.
Añadieron que para reconstruir juntos, México y Estados Unidos colaborarán para mejorar el clima de negocios y fortalecer la resiliencia de las cadenas de suministro entre los dos países.
De hecho, el año pasado se estableció el grupo de trabajo de cadenas de suministro del DEAN para evaluar sus necesidades de inversión y reducir vulnerabilidades que puedan causar interrupciones en sectores críticos, como el de semiconductores y Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
Transición a energías limpias
Los dos países se comprometieron a trabajar en sus sectores privados para identificar sitios con habilidades, infraestructura y capacidades industriales adecuadas para una mayor inversión en el ecosistema de semiconductores y TIC.
Además trabajarán para llevar a cabo un programa piloto para determinar la viabilidad de acercar los centros de producción de insumos de semiconductores para reducir riesgos de futuras interrupciones en las cadenas de suministro e igualmente apoyar una mayor integración de pequeñas y medianas empresas (Pymes) en estas cadenas de suministro.
Por lo que hace al cambio climático se comprometieron a acelerar la transición a energías limpias, de manera particular mediante la adopción de vehículos de cero emisiones, en tanto que las agencias federales de ambos países trabajarán con los gobiernos estatales y municipales, el sector privado y organizaciones de la sociedad civil para desarrollar espacios verdes y zonas de desarrollo económico sustentable en beneficio de comunidades hermanas a lo largo de nuestra frontera común.
Modernización fronteriza
Los gobiernos de México y Estados Unidos reiteraron su compromiso con la consecución de un esfuerzo conjunto bilateral multianual de modernización de la infraestructura fronteriza a lo largo de la línea divisoria de casi tres mil 200 kilómetros, para lo cual aprovechan la Ley de Infraestructura Bipartidista y el compromiso de México por mil 500 millones de dólares para fortalecer la infraestructura, unir a las comunidades fronterizas y hacer que el flujo bidireccional de comercio y personas sea más seguro y eficiente.
Y a fin de promover el desarrollo sostenible en el sur de México y Centroamérica, los dos países cooperan para promover el entorno empresarial y la calidad de vida de la región a través de la creación de empleos y oportunidades en El Salvador, Honduras, Guatemala y el sur de México.