A 110 años del inicio de la Revolución Mexicana, que tuvo como uno de sus principales fundamentos la “no reelección”, los diputados federales, con el aval de la mayoría de los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), se autorizaron a buscar la elección consecutiva en 2021 sin separarse del cargo y gozando de sus salarios y apoyos parlamentarios.
De esta manera los diputados se preparan para estrenar el año próximo la ley que les permite reelegirse en tres ocasiones y en consecuencia permanecer en el cargo por doce años, es decir, hasta 2030.
En 2024 tocará el turno a los senadores de aprovechar la ley para también buscar la elección consecutiva, por una sola vez, y mantener su escaño seis años adicionales.
Al aprobarse en la reforma electoral de 2014 el tema de la reelección fue respaldado por buena parte de los expertos en la materia y, evidentemente, por los legisladores; sin embargo diversos estudios de las propias áreas de investigación del Congreso, así como encuestas y sondeos de opinión, dan cuenta de que la ciudadanía rechaza mayoritariamente esa figura.
De hecho el presidente de la República también se pronunció contra la elección consecutiva ya que para él esa reforma es producto de los acuerdos instituidos en lo que denomina “el periodo neoliberal”.
Y para que no quede duda Andrés Manuel López Obrador expresó: “Soy maderista. ¡No reelección!”
Del “caudillismo” a la omisión
Con el argumento de que la reelección de legisladores propiciaba la conformación de “caudillos” y “caciques” políticos regionales (personas que permanecían varios años en el poder), el presidente Plutarco Elías Calles ordenó que se modificara el artículo 59 de la Constitución y de esta forma en 1933 se estableció la prohibición para que senadores y diputados buscaran la elección consecutiva.
En 2014 los integrantes de la LXII Legislatura aprobaron una reforma electoral que, entre otros cambios, modificó de nuevo el artículo 59 de la Constitución estableciendo: “Los senadores podrán ser electos hasta por dos periodos consecutivos y los diputados al Congreso de la Unión hasta por cuatro periodos consecutivos. La postulación solo podrá ser realizada por el mismo partido o por cualquiera de los partidos integrantes de la coalición que los hubieren postulado, salvo que hayan renunciado o perdido su militancia antes de la mitad de su mandato”.
Aquellos legisladores fueron acusados de diseñar una reforma para mantenerse en el cargo y luego de una serie de señalamientos accedieron a introducir un artículo transitorio que prohibió que ellos mismos y sus sucesores inmediatos (LXIII Legislatura) buscaran reelegirse: “Décimo primero. La reforma al artículo 59 de esta Constitución será aplicable a los diputados y senadores que sean electos a partir del proceso electoral de 2018”.
Los integrantes de las dos anteriores legislaturas del Congreso de la Unión simplemente se olvidaron de modificar las leyes respectivas para reglamentar la reelección de legisladores. Al final de cuentas esto no les beneficiaba.
A su vez la actual Legislatura desatendió durante más de un año el tema, a pesar de que todos saben que “las leyes electorales federales y locales deberán promulgarse y publicarse por lo menos 90 días antes de que inicie el proceso electoral en que vayan a aplicarse y durante el mismo no podrá haber modificaciones legales fundamentales”.
Lo anterior significaba que los cambios respectivos en materia de reelección para aplicarse en 2021 debían aprobarse a más tardar en mayo de 2020.
El 18 de marzo de este año la Cámara de Diputados aprobó por mayoría reformas a las leyes generales de Instituciones y Procedimientos Electorales, y la de Partidos Políticos, para establecer la elección continua de legisladores federales.
Se estableció entre dichos cambios: “Los legisladores federales que pretendan ser electos para el mismo cargo por un periodo consecutivo podrán participar en el proceso electoral sin separarse del cargo, para lo cual deberán observar estrictamente las disposiciones legales y normativas dirigidas a preservar la equidad en las contiendas políticas, así como el uso eficiente, eficaz, honrado, transparente e imparcial de los recursos públicos”.
El documento se envió al Senado y al recibirlo el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Ricardo Monreal, expresó que el pleno no se precipitaría y que analizaría con detenimiento la minuta. Para entonces la emergencia sanitaria ya había obligado a la cancelación de actividades presenciales en ambas cámaras.
“Lo que sí puedo decirles, motu propio, como una convicción, es que como presidente de la Jucopo y como coordinador de la mayoría legislativa no vamos a precipitar ninguna minuta ni ninguna reforma. No voy a prejuzgar el trabajo legislativo de la Cámara de Diputados, pero tampoco vamos a legislar bajo presión y creo que es prudente, conveniente, que revisemos muy bien las minutas que nos envió la Cámara de Diputados”.
Y el tiempo pasó…
Cada quien su acuerdo
El 16 de noviembre la Comisión de Prerrogativas del INE sesionó para diseñar un acuerdo que reglamentara la reelección de diputados federales para 2021.
Fundamentalmente algunos consejeros propusieron que quienes buscaran la elección consecutiva se separaran del cargo durante el periodo de campaña.
Los representantes de Morena, PRI y PAN coincidieron en que los consejeros electorales se extralimitaban en su facultad de reglamentación.
Aquella sesión de la Comisión de Prerrogativas concluyó sin acuerdos.
El 26 noviembre el pleno de la Cámara de Diputados aprobó por 454 votos a favor, cuatro en contra y cinco abstenciones el acuerdo por el que se establecen las disposiciones internas aplicables a la elección consecutiva de diputados federales para el proceso electoral 2020-2021.
Se estableció que los diputados que manifiesten su intención de participar para el mismo cargo por un periodo consecutivo “podrán optar por separarse del cargo actual, pero si continúan en el ejercicio tendrán las mismas consideraciones que todos los legisladores para que desempeñen sus atribuciones de representación popular”.
El acuerdo también establece que si se mantienen en el cargo los legisladores “deberán observar estrictamente las disposiciones legales y normativas dirigidas a preservar la equidad y la imparcialidad en las contiendas electorales, así como cumplir estrictamente con las disposiciones previstas en los Lineamientos para regular la entrega, destino y comprobación de los apoyos económicos para legisladores y en la Norma para regular el pago de dietas y apoyos económicos a diputadas y diputados de la Cámara de Diputados”.
En este sentido se establece que aun siendo candidatos deben cumplir con su trabajo en comisiones y asistencias al pleno, además de que “no podrán participar en eventos de carácter proselitista en los días en que se encuentren obligados a desempeñar su cargo”.
Asimismo se les indica que se deben “abstener de usar los recursos públicos, tanto humanos como materiales y económicos inherentes a su función, para un fin distinto al que están destinados, para influir en la voluntad del electorado o en actos de campaña o en cualquier otro de proselitismo político”.
El 7 de diciembre el Consejo General de INE celebró una sesión en la que se presentó un proyecto de acuerdo que insistía en que aquellos diputados que buscaran la elección consecutiva debían dejar el cargo.
Pero una mayoría de siete consejeros electorales ganó la votación y se aprobó un acuerdo con los lineamientos que permiten que los diputados que busquen la reelección continúen en el cargo: “Los lineamientos tienen por objeto regular la reelección de diputados para el próximo año (…) Los legisladores que busquen la reelección deberán presentar a su partido, a la Cámara de Diputados y al INE una carta de intención a más tardar un día antes del inicio de las precampañas electorales”.
No será necesario “que los diputados que opten por la reelección en 2021 se separen del cargo para ser electos por un periodo adicional; sin embargo no podrán dejar de acudir a las sesiones o a sus labores inherentes al cargo para hacer campaña”.
El presidente del INE, Lorenzo Córdova, recordó que estos lineamientos “son aprobados por el instituto debido a la omisión del Poder Legislativo en la emisión de una legislación secundaria en la materia, ordenada por la reforma electoral de 2014”.
Antirreeleccionistas
La crítica hacia el tema de la reelección de los legisladores se da en dos sentidos: uno es el hecho de que al no renunciar al cargo los legisladores podrían abusar de los recursos públicos de que disponen en sus respectivas campañas y esto se encuentra expresamente prohibido en el artículo 134 de la Constitución.
La consejera Claudia Zavala, presidenta de la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE, aseguró que tal pareciera que el acuerdo aprobado por la cámara baja es del “régimen interior”.
También señaló que dicho acuerdo “no obliga a la autoridad a no emitir los lineamientos, cuyo único objetivo es garantizar a la ciudadanía que bajo ninguna circunstancia se abran cauces a los privilegios o a las ventajas toleradas que tanto daño le han hecho a nuestra democracia”.
En tanto el consejero Ciro Murayama expresó que en el debate hay argumentos muy atendibles que reclaman a la autoridad electoral abordar la reelección, pero también hay intereses: “Varios de los legisladores que se van a postular son los que firmaron el acuerdo donde nos dicen: no a la regulación. Es decir, están siendo juez y parte, se oponen a un acuerdo que se les podría aplicar en su situación en particular”.
Asimismo Murayama lamentó que el INE tenga que hacerse cargo de este tema porque los legisladores no hicieron su trabajo como les ordenó la Constitución: “Los legisladores sabían desde la reforma de 2014 que legítimamente podían buscar la reelección: no hay un solo partido de los que firmaron el acuerdo que no haya sido parte de la Cámara de Diputados desde 2015; es decir, hay responsabilidad de sus institutos políticos”.
Añadió: “Como la Constitución solo permite el derecho y los legisladores no pusieron una norma para la reelección, entonces la omisión legislativa beneficia a quien fue omiso, pero ello implica abandonar los principios de la equidad”.
El otro aspecto criticable es el mismo hecho de la reelección. Y aquí es significativa la posición del presidente López Obrador, quien en noviembre de 2019, cuando algún diputado local propuso modificar la Constitución para que el primer mandatario pudiera reelegirse, expresó: “Soy maderista. ¡No reelección!”
Posteriormente, en enero de 2020, reiteró que no busca la reelección: “No habrá reelección porque nosotros somos maderistas y (el lema) es: sufragio efectivo, no reelección”.
En noviembre pasado, al referirse concretamente al tema de la reelección de legisladores, el presidente de la República aseveró: “En el periodo neoliberal se hicieron cambios a la Constitución para permitir la reelección de diputados; está en la Constitución. Eso está, vamos a decir, permitido. Lo promovieron los de los gobiernos anteriores. Nosotros siempre nos hemos opuesto a eso pero ya está en la Constitución. Nada más aclarar que no fue una reforma que nosotros propusimos”.
Opinión sobre la reelección de diputados
43.9% en desacuerdo
25.2% muy en desacuerdo
25.96% de acuerdo
Fuente: La percepción de los mexicanos en el Congreso de la Unión. Instituto Belisario Domínguez del Senado
Aprobación del trabajo de los diputados federales
18% desaprueba mucho
36% desaprueba poco
28% aprueba poco
1% aprueba mucho
Fuente: La percepción de los mexicanos en el Congreso de la Unión. Instituto Belisario Domínguez del Senado