PRESION SOCIAL: VÍCTIMAS COLATERALES DEL COVID-19

Con la pandemia aumentará el trabajo infantil: World Vision.

Norberto Vázquez
Nacional
En medio de medidas sanitarias de la “nueva normalidad”, como lo es el uso de cubrebocas, una familia camina frente a la catedral de la Ciudad de México
Magdalena Montiel/Magdalena Montiel

El devastador golpe de Covid-19 afecta el desarrollo humano de diferentes formas, pero poco se habla de cómo los efectos de la pandemia se agravan en las mujeres, niñas, niños y adolescentes que pierden al esposo, al padre, la madre, el tutor o sostén de la familia, lo que representa pérdidas devastadoras que dejan a decenas de miles de seres vulnerables privados de su habitual soporte socioeconómico, lo que causará tarde o temprano una enorme presión social.

Hasta ahora estos sectores de la población son invisibles y no reciben apoyo ni se les tiene en cuenta, por lo que su futuro no se ve alentador: en el contexto del confinamiento muchas viudas no tienen acceso a cuentas bancarias y pensiones para recibir atención sanitaria si caen enfermas, ni para mantenerse a ellas mismas ni a sus hijos, por lo que este fragmento de la población requiere atención urgente.

Según el centro de datos de ONU Mujeres la experiencia de pandemias anteriores —como en los casos de VIH-sida o ébola— demuestra que a las viudas se les niegan frecuentemente derechos de herencia, se les arrebatan propiedades tras el fallecimiento de sus parejas y se les enfrenta a estigmas y discriminación extremos al ser percibidas como “portadoras” de la enfermedad en cuestión.

México no es la excepción: expertos consultados advierten que es mucho menos probable que las mujeres tengan acceso a pensiones que los hombres, por lo que el fallecimiento de un marido puede conducir al desamparo de mujeres mayores debido a lo engorroso de la tramitología para obtener los beneficios legales del cónyuge durante la pandemia y con una carga tangible de gastos en materia de escuela, luz, predial, ropa, calzado y canasta básica para alimentar a sus hijos.

Viudas

Cabe señalar que a los problemas habituales que en términos legales cargan las viudas, en este 2020 se sumó el efecto devastador de la pandemia, un padecimiento que ha demostrado ser más mortal entre el sector masculino de la población, ya que al cierre de esta edición los datos recabado por Data México mostraban que de 45 mil 361 fallecidos confirmados, 64.9% eran hombres y 35.1% mujeres.

Como resultado de este escenario son muchas las mujeres que enviudaron en lo que va de este año, sumándose a un colectivo de féminas que deben enfrentar nuevos inconvenientes a la hora de asegurar sus derechos y sustento.

ONU Mujeres advierte que la pandemia añadió un nuevo problema para las viudas: “el confinamiento y la paralización de la actividad económica. Así, muchas mujeres no pueden acceder a las cuentas bancarias o pensiones que les corresponderían debido a las restricciones existentes”.

Para el Banco Mundial es necesario que los gobiernos implementen medidas de protección a corto plazo para garantizar que las mujeres viudas no pierdan sus casas durante la pandemia como consecuencia de la ejecución de sus hipotecas o sean forzadas a firmar la cesión de sus propiedades.

La institución aconseja que, a largo plazo, los países también corrijan sus legislaciones sobre herencia y propiedad matrimonial para garantizar los derechos de las mujeres. “No debemos dejar de lado a las viudas en el trabajo para una mejor reconstrucción tras el Covid-19. Debemos garantizar que nuestro plan de recuperación otorgue prioridad a sus necesidades especiales y anime a las sociedades a ser más inclusivas, resilientes e igualitarias para todas las personas”, dice la entidad financiera mundial.

Niños

En este mismo tono los expertos estiman que la cantidad total de muertes por la crisis sanitaria a nivel mundial podría llegar a ser de entre diez y 40 millones de personas, por lo que seguramente muchos niños, niñas y adolescentes perderán a uno o ambos padres o tutores.

Tonatiuh Magos, director de Incidencia Política y Movilización de World Vision, organización civil que ha denunciado por lustros las disyuntivas de la infancia latinoamericana y promueve la ayuda a la niñez mexicana, evidencia en exclusiva para Vértigo la problemática.

—¿Cuál es el escenario que se visualiza para los niños, niñas y adolescentes cuyo padre o madre han muerto por Covid-19?

—Por los efectos colaterales del Covid-19 el empobrecimiento de millones de familias o la pérdida del padre, madre o cuidador aumentará las filas del trabajo infantil. El trabajo infantil es una manifestación de violencia que priva a la niñez de continuar sus procesos educativos, socava sus capacidades de interacción social al privarla del juego, aumenta los riesgos de salud e incrementa sus probabilidades de permanecer bajo la línea de pobreza. Donde prevalece el empleo informal aumentan las cifras de niños y niñas vinculados a ventas callejeras e incluso aquellos forzados en esquemas de esclavitud como la mendicidad. La crisis causada por el Covid-19 es un peligroso caldo de cultivo para estas actividades.

Magos puntualiza que la crisis sanitaria empeorará la calidad de vida de miles de niños que quedarán en la orfandad. “Se estima que en México 3.2 millones de niñas y niños de cinco a 17 años trabajan en actividades económicas no permitidas o en quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas. Esta situación se genera principalmente por la necesidad de mayores ingresos en los hogares y porque ahora muchos menores tienen que pagar sus propios gastos, incluyendo su educación, ante la pérdida de alguno de los padres”, afirma.

Propuestas

En el área privada se detecta la problemática más que en la plaza pública de los tres órdenes de gobierno. Silvia Novoa, directora nacional de World Vision, explica a este semanario lo que perciben desde la sociedad civil durante la pandemia.

—¿Cuál es el llamado de cara a esta problemática que sin duda tendrá repercusiones en estos sectores de la sociedad si no se implementan presupuestos o programas de apoyo extraordinarios?

—Exhortamos al gobierno federal a priorizar la protección de la niñez y poner los temas pendientes de la agenda de niñez al centro de su política de Estado. El presupuesto dedicado a la infancia apenas llega a 15% del presupuesto total, con una población donde 30% es menor de 18 años. Del presupuesto, la mayoría del ingreso se invierte en sueldos del sector educativo y salud; únicamente 0.3% se dedica a protección y desarrollo de otras habilidades para la vida. Hoy tristemente vemos que estamos ante una realidad brutal donde 52.3% de la población menor de 18 años vive en pobreza con impactos en nutrición; 27.6% de menores de 18 años reportaron experiencias de hambre o insuficiencia de alimentos.

Advierte que la pandemia golpeará aún más los nada gratos indicadores que señalan a nuestros niños en México por todos aquellos que quedarán huérfanos. “Entre otros rubros, somos los primeros lugares a nivel mundial en materia de obesidad infantil y en explotación sexual, somos el país número uno productor de pornografía infantil y laboral, México es el segundo país en América Latina y el Caribe en materia de trabajo infantil (tres millones de niños entre doce y 17 años trabajan) y en violencia (cada día mueren alrededor de cuatro infantes y adolescentes víctimas de violencia). ¡Imagínate ahora con la pandemia!”

—¿Cómo ven a las autoridades de los tres órdenes de gobierno: responden a esta problemática con políticas públicas extraordinarias?

—Vemos con mucha preocupación el decreto presidencial del 23 de abril pasado, en el que se ordena la reducción de 75% en diversos ramos presupuestales. Alabamos que exista una política de austeridad evitando gastos superfluos, pero no se pueden cortar músculo y órganos esenciales.

—¿La pandemia dejará huella en el futuro de la niñez nacional?

—Estamos en la antesala de la pérdida total del llamado bono demográfico, situación que nos costará perder la oportunidad única de contar con el mayor número en nuestra historia de población en edad productiva, que podría estar altamente especializada y preparada para generar las soluciones que requerimos para los retos futuros. Si los recortes y la falta de enfoque en la niñez persisten, no contaremos con la fuerza productiva necesaria y preparada para enderezar nuestro rumbo. Esta coyuntura nos representa la oportunidad de fortalecer la generación que viene en camino para que sea capaz de eliminar los vicios del pasado, comprender y ser protagonista en el presente para tener el México próspero, seguro y equitativo que todos deseamos.

Así, la presión que para la sociedad representarán los problemas de viudas, niños, niñas y adolescentes que durante esta etapa del coronavirus perdieron al sostén familiar será dura: son las víctimas colaterales de la crisis sanitaria y, por ahora, son todavía invisibles para los gobiernos.

RECUADRO

Apoyos

Vértigo se dio a la tarea de buscar a las entidades y programas federales que apoyan a estos sectores y solo se encontró que el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de la Ciudad de México (DIF) anunció la apertura para el registro al Programa Leona Vicario, el cual consta de un apoyo (832 pesos) a menores que perdieron a sus padres por Covid-19. En el mismo sentido van las autoridades municipales de Veracruz, que anuncian becas y que los incorporarán al programa alimentario Veracruz contigo. Y la diputada Ingrid Krasopani adelantó que propondrá ante la LX Legislatura del Estado de México un exhorto a las secretarías de Educación Pública, Desarrollo Social, Educación y Justicia y Derechos Humanos del gobierno estatal, así como al Sistema Estatal DIF, que establezcan políticas de atención a niñas, niños y adolescentes en estado de orfandad a causa del coronavirus.