JOYAS IMPERDIBLES DE AGUASCALIENTES

“El estado tiene condiciones óptimas para establecer viñedos productivos”.

Martha Mejía
Nacional
AGUASCALIENTES

El estado ofrece diversidad de opciones que van desde zonas que conjugan naturaleza y aventura para practicar ecoturismo, hasta increíbles viñedos que brindan experiencias gastronómicas inolvidables.

Además de la capital hidrocálida y de sus bellos Pueblos Mágicos, Aguascalientes cuenta con joyas que no son tan conocidas, pero están llenas de encanto natural y belleza arquitectónica que roban el corazón.

El municipio de Jesús María, por ejemplo, recibe al visitante con su hermosa arquitectura, que incluye fuentes de cantera. Originalmente conocido como Xonacatique, que quiere decir “lugar donde crecen las cebollas”, tiene hermosos edificios, como la iglesia parroquial de estilo barroco edificada en 1750 en honor a Santiago Apóstol, así como el Palacio Municipal, inaugurado en 1903.

La hacienda de San Antonio El Pedernal, que pertenece a este municipio, fue una de las más productivas del siglo XIX a pesar de ser una de las más pequeñas. Esta hacienda pertenece a la Ruta del Camino Real de Tierra Adentro.

Hasta mediados del siglo XX perteneció a la familia Reynoso; uno de sus integrantes fue el reconocido actor mexicano David Reynoso, quien pasó parte de su vida en esta finca. Actualmente es su propietaria la familia Delgado.

En 2013 El Pedernal se sometió a diversos trabajos de restauración realizados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), recuperando su funcionalidad y belleza arquitectónica.

Sierra Fría, Área Natural Protegida (ANP) que también forma parte de este municipio, es reconocida por su riqueza biológica. En esta ANP podrá encontrar una amplia diversidad de fauna, como codorniz (ave migratoria que viaja entre continentes) y ganso silvestre (ave acuática famosa por sus largos vuelos en bandada y formación en V).

Dentro de la gastronomía de Jesús María se encuentra el mole rojo, el cual se elabora con recetas generacionales; asimismo, se preparan tamales tradicionales de chile rojo con carne de puerco.

Otros atractivos culinarios son las enchiladas, los chiles rellenos, los frijoles machacados y los chicharrones de carnitas; todos ellos significan un placer para el paladar de los visitantes.

Cerro del Muerto

Es un conjunto montañoso que forma parte de la Sierra del Laurel, una parte de la Sierra Madre Occidental. Se ubica en el municipio de Jesús María, a dos mil 440 metros sobre el nivel del mar. Está rodeado de encinos, áreas de matorral espinoso y subtropical. También aloja una gran variedad de fauna como coyotes, mapaches, pumas, entre otras especies. En 2008 fue declarado ANP.

La forma del Cerro del Muerto asemeja a una persona muerta con los pies al inicio del recorrido (El Picacho), para pasar a las segundas y terceras prolongaciones que serían las piernas; luego las manos, donde se tiene una maravillosa vista; el área del estómago, el pecho y, finalmente, la nariz y un penacho sobre la cabeza.

De acuerdo con la leyenda, hace muchos años los chichimecas, chalcas y nahuatlacas vivían juntos en el lugar con tres máximos sacerdotes. Un día, tras una reunión, el sacerdote chichimeca decidió bañarse en uno de los charcos de aguas calientes, que se creía que los chalcas habían sembrado. Justo cuando se metió en el agua desapareció ante los ojos de sus seguidores, quienes culparon al grupo rival de haberlo secuestrado.

Esto originó una guerra entre los pueblos. Al calor de la batalla, apareció el sacerdote perdido, quien fue atravesado por una flecha, pero no murió. El enorme individuo trató de huir dejando un rastro de sangre a su paso antes de caer y sepultar con su peso al pueblo chichimeca. Esta acción dio lugar al cerro con forma de hombre muerto, tal y como se le conoce hoy.

Actualmente el Cerro del Muerto es una zona para realizar caminatas, escalar, hacer campismo, rappel o escalada; también es un excelente lugar para disfrutar de la naturaleza, además de la vista hacia la ciudad.

En el mes de noviembre, en el marco del Festival de las Calaveras, se lleva a cabo el recorrido Ilumínale los pies al muerto: es entonces cuando los visitantes pueden subir al cerro por la noche para escuchar leyendas típicas en diferentes puntos del lugar.

Ruta del Vino

Aguascalientes tiene un clima y una altura ideal para el cultivo de la uva. Desde su fundación en 1575 ya contaba con plantaciones que crecieron hasta alcanzar los primeros sitios en la producción de vid en el país. Actualmente, el estado cuenta con más de 200 hectáreas de uva de vino con viñedos abiertos al público para brindar experiencias turísticas inolvidables.

De ahí que la Ruta del Vino en Aguascalientes sea una experiencia turística que permite descubrir y disfrutar de los viñedos y bodegas de la región. Las siguientes solo son algunas de las vinícolas que forman parte de la ruta.

Bodegas de la Parra Casa-Ubon ofrece vino 100% orgánico. Sus primeras vides se plantaron en 2004 y ahora se vinifican variedades como la Sauvignon Blanc, Malbec, Tinta Toro y Nebbiolo; por las cuatro hectáreas de viñedo plantado se le considera una bodega boutique. Aquí se ofrecen recorridos guiados y catas privadas en las bellas áreas comunes.

Viñedos Casa Leal es una casa con una gran tradición. Fundada en 1969, cuenta con altos estándares de producción de vinos. Ofrece catas, recorridos, talleres y hay lugares para eventos especiales.

Bodegas Origen es una vinícola donde se combinan la tradición y las técnicas de vanguardia. Ofrece paseos por los viñedos, la bodega y la sala de barricas, así como cata de ricos vinos.

Vinícola Santa Elena es un lugar para tener experiencias únicas y transmitir sensaciones inolvidables con vinos de altos estándares. Hay recorridos guiados y catas.

Finca Renacimiento cuenta con el amplio reconocimiento de sus etiquetas a nivel local y nacional por su calidad y edición especial. Se encuentra a mil 960 metros sobre el nivel del mar y cuenta con cepas plantadas de Malbec, Tempranillo y Nebbiolo. Se promueve un comercio justo, así como la conservación de la flora y fauna local.

Además de las visitas a las bodegas, la Ruta del Vino en Aguascalientes también ofrece la belleza de los paisajes y el encanto de los pueblos cercanos y su gastronomía.