ALITO EL SEPULTURERO

Desde el 18 de agosto de 2019 sus fraudes, fechorías y presuntos delitos generan deserción y vergüenza entre los militantes.

Norberto Vázquez
Nacional
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Alejandro Moreno Cárdenas, exgobernador de Campeche y desde hace casi cuatro años dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pasará a la historia como quien enterró al que fuera el instituto político más longevo e influyente de México, con 94 años de vigencia, pues su gestión tan nociva al frente del partido solo ha dado como resultado una tendencia a desaparecerlo del mapa político nacional..

Es innegable: desde que Alito asumió la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) priista el 18 de agosto de 2019, ese instituto político ha visto una fuga imparable de militantes descontentos con la dirección partidista, provocada por sus actos autoritarios, imposición de candidatos nada competitivos, darle la espalda a la sociedad, traicionar los principios democráticos y progresistas del partido, todo lo cual ha significado las pérdidas electorales más humillantes y vergonzosas en la historia del PRI.

Y aun así, en un desplante de cinismo impuso modificar los estatutos a su beneficio para permanecer en la dirigencia hasta los próximos comicios federales de 2024. Pero su codicia no paró ahí: hoy, con un caudal interminable de fracasos y ruina, aspira vergonzosamente a encabezar la candidatura priista a la Presidencia de la República: el último clavo al ataúd que ha forjado para su partido y la sepultura a la alianza opositora de Va por México.

Un año antes, en 2018, el PRI perdió la Presidencia ante Andrés Manuel López Obrador, pero aún gobernaba doce estados de la República, que representaban 39.4 millones de población y lo mantenían en el partido político con mayoría de poder en materia de gobernabilidad a nivel estatal en el país.

Pero desde entonces, hasta llegar a la victoria de Morena en el Estado de México el 4 de junio, el tricolor ha perdido peso político: solo retiene Coahuila y Durango, dos entidades que representan poco en términos electorales con cerca de 4.9 millones de habitantes, con lo que Alito hunde a su partido al cuarto lugar de población gobernada.

Así, con Alito a la cabeza el PRI ha perdido fuerza, gobernabilidad, militantes, credibilidad y confianza ante la sociedad. Qué humillante y vergonzoso final para un partido que fue el motor social, económico y cultural de la historia de México del siglo pasado. Hoy, por ejemplo, en el Congreso de la Unión solo tiene a 13 de 128 senadores, lo que se traduce en el número de escaños más bajo de su historia, mientras que en la Cámara de Diputados tiene a 69 de los 500 legisladores, los cuales en su mayoría llegaron por la vía plurinominal.

Las peores condiciones

En el otro extremo sus fechorías personales también levantan polvaredas de descontento entre sus militantes y aliados.

Ahí están las pesquisas que han lanzado contra Moreno la Fiscalía General del Estado de Campeche (FGEC), la Fiscalía General de la República (FGR) y el Instituto Nacional Electoral (INE) por presuntos delitos electorales, tráfico de influencias, desvío de fondos federales, lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y fraude fiscal.

También es de hacer notar el malestar ciudadano que provocan diversos audios filtrados de conversaciones telefónicas en las que Alito se revela de cuerpo entero con su forma de ofender a correligionarios, diputadas, periodistas y empresarios, así como de manejar la transacción de diversos negocios de dudosa procedencia al amparo del poder gubernamental cuando fungió como gobernador de Campeche.

Opinan diversos analistas consultados que en solo 48 meses Moreno Cárdenas se convirtió en el sepulturero del PRI y rumbo a la sucesión presidencial “solo se dedicará a destrozar lo que queda de lo que fue en su momento el partido más importante de México”.

Los especialistas advierten que con esa dirigencia el PRI llegará a las elecciones federales de 2024 con mínimas posibilidades de siquiera competir, y debido al enorme descontento que genera entre muchos liderazgos al interior del partido, que Alito insista en presidir el CEN es darle el tiro de gracia a su partido: sin apenas apoyo de la militancia, ni se diga de la desconfianza y repudio de la sociedad hacia él y sus candidatos impuestos, de antemano se da por liquidada las posibilidad de competir. Tanto desprestigio ha amontonado a su alrededor.

De esta forma, dicen los expertos, el PRI está a punto de encarar el proceso electoral de 2024 en las peores condiciones posibles… generadas por Alito: una fractura interna como consecuencia de la lucha por el control del partido y una alianza con el PAN y el PRD en Va por México que ahora resulta incierta por la poca confiabilidad que muestra el dirigente partidista.

Alito Moreno, dicen, ya empezó a escribir su biografía y la historia final del priismo como el sepulturero del partido.

Fracasos

A unos meses de que Alito tomó las riendas del PRI los triunfos obtenidos en los comicios locales de Coahuila e Hidalgo, en octubre de 2020, mostraron que el tricolor conservaba una fuerza electoral sólida, que incluso llevó a Moreno a calificar los resultados como un “parteaguas” que garantizaba que el PRI se encontraba listo para las elecciones intermedias de 2021: ese optimismo desbordado nunca se materializó.

En las elecciones federales y locales concurrentes del 6 de junio de 2021 estuvieron en juego, entre otros cargos, 500 diputaciones federales y 15 gubernaturas, ocho de las cuales (Sonora, Sinaloa, Zacatecas, San Luis Potosí, Guerrero, Campeche, Tlaxcala y Colima) eran del PRI, ya entonces dirigido por Moreno.

Al no ganar una sola gubernatura, los priistas pasaron de ser la primera fuerza partidista a nivel local —porque gobernaban el mayor número de entidades (doce) y a 39.4 millones de mexicanos—, a quedar con apenas cuatro gobiernos estatales: Oaxaca, Coahuila, Estado de México e Hidalgo.

Y de las 500 curules en disputa solo consiguieron 69 (30 de mayoría relativa y 39 de representación proporcional). “Ese año 2021 se recordará en la historia como aquel en que el PRI sufrió la más humillante de sus derrotas”, afirmó el exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, quien junto con otros priistas denunció que “Alito concentró el poder y el control del partido en su propio beneficio”.

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Así, la debacle priista se hizo patente con la pérdida de ocho de los doce estados donde era gobierno.

Estos resultados ubicaron al PRI en una situación comprometida de cara a las elecciones de 2022, cuando se disputaron seis gubernaturas (Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Oaxaca y Tamaulipas), de las que solo ganó Durango —en coalición con PAN y PRD—, al tiempo que perdió al histórico Oaxaca.

Se perfilaba ya una clara desventaja hacia la elección presidencial de 2024, por lo que liderazgos estatales, militantes y exgobernadores exigieron la renuncia y el relevo de Alito debido a sus fracasos electorales.

Ya entonces militantes priistas lo acusaban de modificar los estatutos para designar de manera discrecional y abusiva las candidaturas a cargos de elección popular, pues los arreglos de Moreno los dejaron en 2022 gobernando solo Coahuila, Estado de México y Durango, que representan 21.8 millones de mexicanos.

Para 2023 la debacle electoral en la gestión de Alito fue total, al perder el bastión más representativo del priismo: el Estado de México, con 16.9 millones de habitantes.

Con ello, hasta el próximo 16 de septiembre (cuando tome posesión la morenista Delfina Gómez) el PRI habría gobernado a 21.8 millones de personas y la cifra caerá a 4.9 millones: únicamente los habitantes de Coahuila y Durango.

Fechorías

Pero la oscura carrera política de Moreno Cárdenas no se limita a ser un pésimo estratega en materia electoral, sino que se amplía a una variada gama de presuntos ilícitos y acusaciones de autoridades estatales y federales.

Por ejemplo, Moreno ha estado envuelto en una serie de irregularidades, desprestigio y señalamientos de corrupción que se revelaron en diversos audios, por lo que incluso pesan sobre él diversas acusaciones por parte de la FGEC, la FGR y el INE.

En mayo de hace un año empezaron a circular varios audios en los que se escucha a Moreno hablar sobre transacciones ilícitas, supuestas amenazas a otros políticos y comentarios respecto de que se debe “matar” de hambre a los periodistas.

Quien hizo públicas estas comunicaciones fue la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, con el fin de exhibir actividades ilícitas y corruptas por parte de Alito mientras este se desempeñaba como gobernador del estado.

Los audios exhiben al dirigente del PRI ordenando pagos millonarios a publicistas, arreglando licitaciones y declarando haber pagado a empresas por campañas electorales de manera extraoficial.

Por estas últimas causas el INE informó el 6 de julio de 2022 que investigaba los audios que involucran al dirigente del PRI en posibles conductas ilícitas en fiscalización, relacionadas con campañas electorales que apoyó de manera ilegal.

El organismo electoral federal detalló que la Unidad Técnica de Fiscalización (UTF) realiza las indagatorias ante quejas presentadas por el partido Morena y la gobernadora Sansores.

“La UTF ha efectuado más de 30 diligencias y continuará con la realización de las investigaciones conducentes para el esclarecimiento de los hechos”, explicó.

El INE señaló a su vez que solicitó información a Moreno, diversos políticos, medios de comunicación, la Unidad de Inteligencia Financiera y la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales, pero al ser una investigación en curso la información se encuentra temporalmente reservada y se dará cuenta de esto cuando finalice el proceso.

Asimismo, el 4 de julio del año pasado agentes de la fiscalía estatal realizaron un operativo en la zona residencial de Lomas del Castillo, en Campeche, donde catearon un inmueble propiedad de Alito.

Encabezó el operativo el fiscal Renato Sales Heredia, quien señaló que este se dio “en cumplimiento de una orden de cateo expedida por una autoridad judicial en relación con la carpeta de investigación por presunto enriquecimiento ilícito por parte de Alejandro Moreno, que consiste en la desproporción entre los ingresos del servidor público y las propiedades que se ostentan”.

Con un ariete, los agentes rompieron la puerta principal de la vivienda para realizar investigaciones por el presunto enriquecimiento ilícito.

Además, el 17 de agosto la FGEC solicitó a la Cámara de Diputados el retiro del fuero a Moreno, a fin de poder procesarlo por posible enriquecimiento ilícito. En conferencia de prensa, el fiscal Sales informó sobre dicha solicitud, que fue recibida por el presidente de la cámara baja del momento, Sergio Gutiérrez.

“Acaban de presentar, hace unos momentos, una solicitud en términos de este escrito la declaratoria de procedencia en relación con Alejandro Moreno Cárdenas a efecto de proceder en su contra por aparecer como probable responsable de la comisión del delito de enriquecimiento ilícito”, dijo Gutiérrez.

Poco antes, el 8 de julio de 2022, la FGR inició una carpeta de investigación contra el dirigente priista por la presunta comisión de cinco delitos. La Fiscalía precisó: “Por los posibles delitos de tráfico de influencias, desvío de fondos federales, lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y fraude fiscal, la FGR inició una carpeta de investigación contra el exgobernador de Campeche y actual líder nacional del PRI”.

Por todas estas causas, diversos exmandatarios emanados del PRI exigieron un nuevo liderazgo: 15 de ellos pidieron la renuncia de su dirigente nacional y replantear la estrategia priista para competir en los próximos procesos electorales. “Por el bien del partido, es tiempo de considerar una pronta renovación de la dirigencia actual, de convocar a una revisión a fondo de los documentos básicos, de contar con una nueva narrativa de proyecto alterno de país. Aún es tiempo de reposicionarnos para participar con activos suficientes, en alianza o coalición con otras fuerzas políticas, en la búsqueda de triunfos electorales y en la defensa del proyecto de nación que deseamos”, expresaron mediante una carta.

Lamentaron la decisión de Alito de rechazar y diferir el diálogo con los exdirigentes nacionales para enfrentar la grave crisis de su partido y manifestaron preocupación por los resultados que el PRI ha obtenido en las elecciones, que lo han llevado a perder gubernaturas y posiciones a nivel federal y local.

Finalmente, para sus correligionarios una de las mayores fechorías fue que casi para concluir 2022 Moreno operó la modificación de los estatutos partidistas con el fin de mantenerse en el cargo hasta 2024 y no concluir su mandato en agosto de 2023, como marcaban las normas.

El senador Miguel Ángel Osorio acusó que en una reunión a puerta cerrada, y en total hermetismo, el CPN priista modificó el artículo 83, fracción 37 de los estatutos. “Hace unos meses Moreno aseguró a expresidentes y a la militancia que no buscaría prorrogar su dirigencia; hoy convocó al Consejo Político Nacional para hacer lo contrario”, criticó Osorio.

Por ello hizo “un llamado a las y los priistas a alzar la voz contra este atropello y a que todas y todos rescatemos y reconstruyamos al PRI como el partido plural, democrático y abierto que requiere nuestro país”.

“Intereses personales”

El 1 de junio, priistas que se declararon molestos por tantas arbitrariedades presentaron el Frente Amplio de Renovación y pidieron a Alito no anteponer “intereses personales” rumbo a 2024, además de que criticaron a su dirigencia al acusarlo de querer dividir al partido en “familias”.

El exdiputado Fernando Lerdo de Tejada, vocero presidencial en el sexenio de Ernesto Zedillo, lideró un encuentro donde acusó que la actual dirigencia del PRI se ha mantenido lejana de la sociedad civil y no ha respondido a las exigencias ciudadanas.

“No podemos seguir cerrando los ojos ante lo que está sucediendo en nuestro país; no podemos hacer oídos sordos ante esta deconstrucción institucional que se está dando de manera cotidiana. Hemos decidido que como ciudadanos tenemos que tomar cartas en el asunto. Al final de cuentas los partidos se están quedando cortos en sus respuestas, no están respondiendo como la ciudadanía quisiera que respondieran”, dijo el político.

En el mismo evento la expresidenta nacional del tricolor, Dulce María Sauri, señaló a su vez que ve al PRI cada vez más cerca de un “estado de irrelevancia”, en el que ya no importa si compite o no en una elección.

Consideró que la dirigencia de Moreno no abona a mejorar la imagen del PRI, por lo que urgió a que termine su periodo en agosto y no pretenda prolongarlo hasta 2024. Dijo que su diagnóstico del PRI a 94 años es que “está en una situación inédita, compleja, difícil, porque en los años recientes ha perdido una parte importante de su presencia territorial” ante la inoperancia electoral del actual CEN.

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Por su lado, el exdiputado priista de Oaxaca, Adolfo Toledo Infanzón, declaró que la creación de este frente no busca “dividir” al priismo ni ser una disidencia interna contra la dirigencia nacional, pero no están de acuerdo con la visión de Alito.

“No comulgamos con la visión miope, cortoplacista, acomodaticia y la errada conducción patrimonialista de nuestro instituto político. No aspiramos a que el PRI sea un partido de familias, ni que el PRI se perredise. Seremos una trinchera de participación desde donde respaldaremos todas las decisiones del partido”, expuso.

Recalcó Toledo: “No podemos permitir que la ambición personal de la dirigencia nacional del partido y del dirigente se coloque por encima del interés superior del país. Por eso abrimos este espacio alternativo de participación en pleno ejercicio de nuestra ciudadanía y en defensa de nuestra militancia política”.

El excandidato presidencial priista Francisco Labastida afirmó en tanto que el PRI “va hacia la muerte” con la dirigencia de Moreno, quien “es impresentable, no es confiable, no tiene principios, ni palabra” y solo utiliza al priismo para “no acabar en la cárcel”.

Puntualizó: “Alito no debe presidir el partido. Es un lastre para el partido. Me parece que adicionalmente hay que hacer otras cosas para que las elecciones sean más democráticas; yo lo hice en Sinaloa y quité la sobrerrepresentación”.

En este mismo tono, el gobernador saliente del Edomex, Alfredo del Mazo, desmintió las versiones sobre haber negociado una embajada a cambio de cederle la entidad a Morena en las urnas y arremetió contra Alito llamándolo “ingrato” por sostener estos dichos y querer causar “división” al interior del organismo político.

“Me parece ingrato por parte del presidente del PRI nacional que quiera sembrar esa división en los priistas del Estado de México y decir estas mentiras relacionadas al abandono”, resaltó Del Mazo.

Así, muchas son las voces que consideran que “la meteórica carrera catastrófica” de la gestión de Alito al frente del PRI será recordada como la presidencia que dio el banderazo para el entierro de un partido político que logró la institucionalidad y la gobernabilidad en el país por más de nueve décadas.

Red ilegal

Según indagatorias de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), Alejandro Moreno habría armado una sofisticada operación para poder triangular dinero a través de la compra y venta de inmuebles.

Para no dejar rastro en las declaraciones patrimoniales ni ante el SAT y hacerse de terrenos a precios muy bajos para luego revenderlos hasta 500 veces su precio de compra, utilizó su influencia política para favorecerse económicamente.

La investigación exhibe expedientes del Registro Público de la Propiedad (RPPyC) y del Instituto de Información Estadística, Geográfica y Catastral (Infocam) de Campeche: hasta abril de 2022 Alito, su hermano Emigdio Gabriel Moreno Cárdenas, su madre Yolanda Mercedes Cárdenas Montero y Juan José Salazar Ferrer son propietarios de 35 casas y terrenos en el estado.

Militantes

• En solo unos meses de gestión de Alito el PRI perdió millones de militantes. La mayoría de esas deserciones se registró entre 2019 y 2021, de acuerdo con la información oficial registrada ante el INE.

• En 2000, cuando perdió la Presidencia de la República, el PRI informó que tenía oficialmente diez millones de militantes.

• En 2019 el INE verificó que el PRI tenía un total de seis millones 764 mil 615 militantes (lo que significa que en 19 años perdió tres millones 235 mil 385 militantes, equivalentes a 32.3 por ciento).

• Para 2021, sin embargo, el padrón de militantes en la página oficial del PRI dio cuenta de que tiene apenas un millón 398 mil 536 militantes: en 24 meses perdió a cinco millones 366 mil 79 afiliados, lo que significa un descenso de 79% en el número de sus integrantes.

• De esos 24 meses, 21 corresponden a la dirigencia nacional de Alito.

Voces

Alito es impresentable, no es confiable, no tiene principios ni palabra.

Francisco Labastida Ochoa / Excandidato presidencial del PRI

Lo único que le interesa es tener al PRI de escudo para lograr el control absoluto.

Miguel Ángel Osorio / Exsecretario de Gobernación

Desde que Alito llegó a la dirigencia el partido perdió tres cuartas partes de los estados que gobernaba.

Roberto Madrazo / Excandidato presidencial del PRI

Ha asumido una visión patrimonialista, con una actitud excluyente, autoritaria y centrada solo en intereses y ambiciones personales, constituyéndose además en motivo de bochornosos escándalos que afectan nuestra imagen y prestigio. Desplegado de organizaciones internas del PRI

Es un ingrato (…al sostener…) una falsedad y absoluta mentira.

Alfredo del Mazo / Gobernador del Edomex

Cambia los estatutos para permanecer hasta 2024 y no irse cuando correspondía. ¡Gran ejemplo para el ciudadano!

Damian Zepeda / Senador del PAN

No puede ser que por un cobarde como Alito, con una trayectoria de pura corrupción, para salvarlo a él de ir a la cárcel, se haya ido todo al carajo en materia de militarización del país.

Lilly Téllez / Senadora del PAN

Con la dirigencia del PRI de Alito ni a la esquina. Están vaciados de pasión, de ánimo, de compromiso y les falta inteligencia política.

Dante Delgado / Presidente de Movimiento Ciudadano

No terminaríamos de mencionar las fechorías de las que con toda razón se le acusa. Lo cierto es que se aferra a un cargo en el que ya ni su propio partido lo quiere.

Andrea Chávez / Diputada federal por Morena.